El bienestar personal se construye a través de diversos factores en el día a día, algunos de ellos son, sin duda, la sana alimentación y el ejercicio físico, ambos indispensables en la salud de varios órganos y sistemas, ambos tienen impacto en la salud física y psicológica, pero hay un tercer elemento que aporta más que un grano de arena y se trata del descanso.
El sueño juega un rol indispensable en la salud integral de cada individuo. Además de la reposición de energía y la reconstrucción de masa muscular, el sueño y el descanso son quienes determinan los ritmos circadianos que básicamente consisten en la repetición de patrones biológicos en un lapso de 24 horas, es decir, un cronómetro exacto interno en cada persona.
Cuando aparecen trastornos del sueño y el descanso, es muy probable que también haya otros padecimientos asociados al apetito y las emociones, por ejemplo, por ello es indispensable que cuides tu descanso como cuidas tu comida o la necesidad de satisfacer deseos sexuales.
Así es como impacta el sueño y el descanso a la apariencia de la piel
De acuerdo con algunos especialistas, según nuestra edad y sexo debemos dormir determinadas horas al día ya que el gasto energético tiene mayor o menor demanda según la etapa vital en la que nos encontremos, no es casualidad que las mujeres embarazadas necesiten pasar muchas más horas del día descansando o que las desveladas tengan un alto impacto en el desempeño deportivo de quien se ejercita cotidianamente.
Cuando tienes una mala higiene del sueño todos los órganos del cuerpo lo resienten y la piel no es una excepción, de hecho, es la que tiene mayor impacto a simple vista.
Durante el descanso se duplica la renovación de células cutáneas y la piel también potencia la producción de sus componentes principales internos como el colágeno y la elastina.
Cuando una persona duerme mal, es probable que aparezcan ciertos signos indicadores en el rostro:
- Ojeras e hinchazón debajo de los ojos
- Mayor cantidad de arrugas y pérdida de la plenitud de la piel
- Tez amarillenta, deslucida
- Infecciones en la piel y boqueras o úlceras bucales
De acuerdo con el portal digital especializado en salud, Mayo Clinic, las personas debemos dormir cierto número de horas dependiendo de nuestra edad:
- Bebés de 4 a 12 meses: deben dormir de 12 a 16 horas por cada 24 horas, incluidas las siestas.
- De 1 a 2 años: de 11 a 14 horas por cada 24 horas, incluidas las siestas.
- De 3 a 5 años: de 10 a 13 horas por cada 24 horas, incluidas las siestas.
- De 6 a 12 años: de 9 a 12 horas por cada 24 horas
- De 13 a 18 años: de 8 a 10 horas por cada 24 horas
- Adultos: 7 horas por noche o más