La vitamina E es un poderoso nutriente, con propiedades antioxidantes, que resulta vital para la salud de nuestro cuerpo. La conocida vitamina de la juventud es importante para nuestra visión, la salud de la sangre, el cerebro y la piel. Al ser un antioxidante, retrasa el envejecimiento, neutraliza los radicales libres, influye en la formación de glóbulos rojos, y estimula el sistema inmunitario. También protege la piel de agentes externos como los cambios bruscos de temperatura, la contaminación y la radiación solar.
Lo que la vitamina E puede hacer por tu rostro
- Protege tu piel de los radicales libres que se producen por la exposición a la contaminación, humo de cigarros, y daños provocados por los rayos UV del sol. Su poder antioxidante evita el envejecimiento prematuro.
- También puede retrasar la aparición de líneas de expresión y arrugas en la cara; mejora la apariencia de cicatrices y manchas. El uso constante ayuda a sobrellevar mejor el paso del tiempo.
- Se ha comprobado que consumir y aplicar Vitamina E ayuda a mejorar los síntomas de la dermatitis atópica.
- Contribuye a la regeneración de la piel, a que esta se mantenga hidratada y tersa. Además, favorece la producción de colágeno y elastina en el rostro.
¿Cómo puedes usarla sobre tu rostro?
Actualmente, existen muchos productos con vitamina E, en la lista de ingredientes puede hallarlo por su nombre común o como alfa-tocoferol, o solo como tocoferol
- La forma más sencilla es buscarla en productos cosméticos o dermatológicos como las cremas, contorno de ojos, serums, entre otros.
- También puedes agregar cápsulas de vitamina E en las mascarillas faciales caseras o cosméticas. Además, puede ser un ingrediente estratégico para alargar la vida útil de tus productos de cuidado de la piel.
- Aceites con vitamina E, esta es una gran opción para aplicar este poderoso nutriente con antioxidante sobre tu rostro. Unas cuantas gotitas son suficientes para mantenerla hidratada.
La vitamina E en los alimentos
La fuente principal de vitamina E en nuestro cuerpo son los alimentos, aplicarlo sobre la piel solo es un refuerzo extra para que obtengas un mejor efecto.
“Algunos alimentos ricos en vitamina E son el aceite de canola, el aceite de oliva, la margarina, las almendras y los maníes. También puedes obtenerla de las carnes, los productos lácteos, los vegetales de hoja y los cereales fortificados. Además, está disponible como un suplemento oral en forma de cápsulas o gotas”, explica la Clínica Mayo.
Antes de usarlo como suplemento, producto dermatológico, entre otros, consulta a tu médico para que puedas hacerlo de forma segura.
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