Se cumplen treinta y nueve años de “la boda del siglo” entre Diana y el príncipe Carlos. La boda fue seguida por millones y así se ve a la distancia.
Se cumplen 39 años de la publicitada “boda del siglo” en donde Diana y Carlos se unieron en matrimonio. La ceremonia fue televisada y vista por millones de personas al rededor del mundo y a la distancia nos parece una de las escenas más sorprendentes del siglo XX. Relacionado: “Las frases que marcaron la vida de la princesa Diana”
LA BODA DEL SIGLO A TREINTA Y NUEVE AÑOS
El 29 de julio de 1981, fue el día que los británicos abarrotaron las calles de Londres para participar en la “boda del siglo”, pocas son las menciones o las celebraciones en recuerdo de la que se consideró el evento más importante de la monarquía. El enlace del heredero al trono, que se celebró en la Catedral de San Pablo de Londres, en vez de la Abadía de Westminster, ya que se necesitaba un templo con capacidad para los 3,500 invitados. A los británicos les dieron un día de fiesta y 600 mil personas llenaron las calles del centro de la capital británica para ver de cerca a la que entonces parecía una feliz pareja. Relacionado: “10 datos que no sabías sobre la boda de lady Di y el príncipe Carlos”
LOS DETALLES DE LA BODA
EL VESTIDO
Uno de los elementos que más llamó la atención fue el barroco traje de novia color merengue de Diana, con sus abombadas mangas, una cola de casi ocho metros y hasta 10 mil perlas incrustadas, que en su momento causó sensación y que ha quedado como símbolo de la ostentación que rodeó al enlace.
LA CARROSA
La llegada a la Catedral de San Pablo, parecía salida de una historia de Disney, la después princesa, lucía una tiara y saludaba cordialmente a todos los cientos de miles de personas reunidas en las calles de Londres.
LA CELEBRACIÓN
Después de la boda se llevó a cabo una reunión en el palacio de Buckingham donde la princesa y el príncipe de Gales saludaron a la multitud y se dieron el icónico beso -después de pedirle permiso a la reina-, que quedaría grabado en la mente de millones. También puedes leer: “La Reina Isabel II, la hija de un rey improbable”