Gracias a los increíbles looks que ha lucido a lo largo de los años, Blake Lively se ha consagrado como una de las invitadas indispensables a la MET Gala.
Pocas personas saben aprovechar su paso por la alfombra de la MET Gala como Blake Lively. Desde su debut en la escalinata del número 1000 de Fifth Avenue en Nueva York, la actriz estadounidense ha protagonizado una sorprendente evolución en su estilo, pasando de atuendos sencillos a looks impresionantes que se convierten en motivo de discusión por días.
Desafortunadamente, este 2023, la protagonista de ‘Gossip Girl’ se mantendrá alejada de la ceremonia que la consagró como una de las celebrities con más estilo de Hollywood. Sin embargo, eso no significa que el mundo –y en particular los amantes de la moda– olvidarán la trayectoria casi perfecta que la guapa intérprete ha tenido en el evento más importante de la moda en el año.
De hecho, a propósito de su ausencia, muchos han recordado los increíbles outfits que Blake Lively ha lucido en la MET Gala en los últimos años, incluyendo aquellas piezas cuidadosamente confeccionadas por marcas como Versace y Gucci que se han inscrito en la historia después de ser portados por la también esposa de Ryan Reynolds.
Blake Lively en la MET Gala: sus looks más icónicos a lo largo de los años
La primera aparición de Blake Lively en la MET Gala se dio en 2008, solo unos días antes de que la serie que la llevó a la fama terminara sus transmisiones. Pese a ello, Blake llamó la atención de los fotógrafos con un Ralph Lauren de corte sirena que –aunque quedaba fuera de lugar con la temática del evento en ese año, ‘Superheroes: Fashion and Fantasy'– demostraba que la otrora intérprete de ‘Serena Vanderwoodsen’ estaba en camino a convertirse en un icono de la moda. Pero, aún le faltaba experiencia.
Tras algunas piezas olvidables de Versace y Marchesa, Lively entregó el que muchos tomarían como uno de los mejores atuendos de la Gala del Museo de Arte Metropolitano de Nueva York de 2014.
Blake Lively en un Gucci en la MET Gala de 2014
En el primer lunes de mayo de 2014, todo aquel que era relevante en Nueva York se dio cita para celebrar la creatividad del diseñador Charles James. En ese entonces, Blake Lively llevaba cinco invitaciones previas y pocos momentos genuinamente destacables. Su momento de brillar había llegado y estaba lista para cumplir con la misión.
Portando un vestido Gucci Première ceñido al cuerpo, cubierto de lentejuelas y con escote en V, Blake llegó a la alfombra de la MET Gala para darle un toque del viejo glamour de Hollywood. Según contó, el diseño en oro rosado –combinado a la perfección con joyería en tonalidades rojizas– fue inspirado por el trabajo de James en los 40 y 50, sin afán de arruinarlo saturándolo de referencias. "(Charles James) tiene formas y diseños tan icónicos que, para mí, si demasiadas personas siguen la misma inspiración, todos terminarán usando el mismo vestido”, dijo a People.
Blake Lively en un Burberry en la MET Gala de 2016
Dos años después de conquistar a todos, Blake Lively regresó a la MET Gala portando por hermoso vestido estilo corpiño de Burberry que enmarcaba su silueta con adornos florales bordados y una abertura a la altura del muslo que permitía imaginar su pierna asomándose.
Curiosamente, la casa de modas confeccionó el diseño sabiendo que Lively estaba embarazada de su segundo hijo. “Diseñar su vestido fue muy divertido”, señaló Christopher Bailey, entonces jefe creativo de Burberry en una entrevista. “Se involucra en el proceso de creación y diseño y eso es muy inspirador. Nos encantó la idea de combinar intrincadas técnicas artesanales con tejidos muy técnicos. El resultado es realmente único: ¡una joya, como Blake!”.
Blake Lively en un Versace en la MET Gala de 2017
En 2017, Blake Lively desfiló frente a los fotógrafos de la MET Gala con uno de sus vestidos más atrevidos: un Atelier Versace dorado que pasaba de vestir su cuerpo con cadenas a una cascada de plumas en distintos tonos de azul. Como Harper’s Bazaar lo publicó en su momento: un final totalmente inesperado para el atuendo.
Blake complementó su look con joyería de Lorraine Schwartz y OFIRA, destacando un par de impresionantes aretes de oro y zafiros de 82 kilates, dos anillos de diamantes (de 10 y 28 quilates) y una argolla con zafiro triple de 50 quilates. Por supuesto, el ingrediente extra lo aportó su esposo, quien la acompañó por la alfombra luciendo un moño del mismo color que las plumas de su vestido.
Blake Lively en un Versace en la MET Gala de 2018
La MET Gala de 2018 será recordada por muchos como aquella vez en la que Blake Lively se convirtió en una diosa de la alfombra. A propósito de la exposición ‘Heavenly Bodies: Fashion and the Catholic Imagination’, la actriz se enfundó en una majestuosa creación de Versace que reimaginaba el estilo sacro para dar vida a una auténtica obra de arte.
La pieza, que fue confeccionada artesanalmente por más de 600 horas, mezclaba pedrería en el corset, bordados, aberturas en los muslos y una voluminosa falda con cola que sería la envidia de los dioses. Por si fuera poco, Lively reclutó a la joyera Lorraine Schwartz y el diseñador Christian Loubutin para sumar accesorios hermosos a su outfit, desde la corona que la elevó a los cielos hasta los zapatos que le permitieron domar las escaleras del Museo Metropolitano de Arte.
Blake Lively en un Versace en la MET Gala de 2022
Tras cuatro años de ausencia, Blake Lively regresó a la MET Gala en 2022 por la puerta grande. No solo era una de las anfitrionas del evento, también fue la encargada de rendir homenaje a la ciudad que albergaba el epicentro de la moda con un diseño especial de Atelier Versace.
El vestido columna en tul aprovechaba bordados de cristal, lentejuelas, láminas de cobre y piel metalizada para renir tributo a la arquitectura de Nueva York, del Art déco del Empire State Building a las constelaciones que adornan el techo de la Grand Central Station. Todo se transformó en segundos cuando su vestido tuvo un ajuste mientras subía la escalinata del MET, dando paso a un diseño escondido que dejaba atrás el color cobre para adoptar una tonalidad azul, justo como sucedió con la Estatua de la Libertad que da la bienvenida a todos los que llegan a la Gran Manzana.
Sin duda, uno de los grandes momentos que se han vivido en la alfombra de tan relevante evento de moda.