Después de conocerse en los estudios de 20th Century Fox en 1964, Mia Farrow y Frank Sinatra comenzaron un romance. “Le dije a mi mamá que estaba saliendo con Frank, y ella lo aprobó", dijo Farrow a una revista francesa. La actriz de Rosemary’s Baby fue la tercera esposa del cantante —previamente casado con Nancy Barbato y Ava Gardner—; la boda se celebró el 19 de julio de 1966 en una ceremonia privada (que duró 15 minutos) en la casa de Las Vegas de Jack Entratter. La novia usó un minivestido blanco y chaqueta corta con lazo a la cintura, todo por $27 dólares como confirmó en un post en Instagram, a sus tan solo 21 años con un característico corte pixie (que habría cautivado al intérprete de Fly Me to the Moon). ‘La Voz’ llegó a su nuevo matrimonio con 50 años de edad. A casi seis décadas de esta unión, Farrow, 79, sigue recordando a su querido primer esposo con mucho cariño —“vinieron mi familia y muchos amigos famosos de Frank. Comí mucho pastel. Y lo amaba con todo mi corazón”.
Qué pasó entre Mia Farrow y Frank Sinatra
“Frank Sinatra era muchas cosas, entre ellas, un caballero”, escribió este año Mia recordando su boda con el cantante. “Antes de proponerme matrimonio, primero le pidió permiso a mi madre. Él y yo estábamos junto a su piscina en Palm Springs cuando me lo pidió con un hermoso anillo de diamantes, y luego se fue a Londres, donde estaba filmando una película”.
Frank quería que Mia dejara su vida de actuación, a lo que ella aceptó inicialmente. Recordemos que Farrow ya conocía el éxito en el mundo del entretenimiento desde su nacimiento: hija del director australiano John Farrow (murió a los 58 años y tenía alcoholismo) y de la actriz irlandesa Maureen O’Sullivan (la primera Jane en las películas de Tarzán). Pero fue hasta su participación en la serie Peyton Place que Mia se hizo de su propio camino en Hollywood.
Farrow acompañó a Sinatra mientras éste rodaba varias películas, pero ya cansada de no hacer nada, firmó su protagónico en la película de Roman Polanski Rosemary’s Baby (1968), que le valió nominaciones a un BAFTA y un Golden Globe como mejor actriz. Esto molestaría a Frank porque ya la había considerado para su película The Detective (1968); Mia no pudo cubrir el rol y eligieron a la actriz Jacqueline Bisset en su lugar.
En noviembre de 1967, el abogado de Sinatra le entregó a Farrow los papeles del divorcio (se finalizó al año siguiente). Saldría en el libro de Tom Santopietro, Sinatra in Hollywood, que la actriz culparía a la diferencia de edad de 30 años por el matrimonio fallido, y que ella era “una adolescente imposible e inmadura”.