Por María José Guzmán Fotografías de Carlos Ruizc Fashion styling de alonso Murillo Agradecimientos especiales: Taller Aragonés
La Real Academia Española define la palabra deconstruir como “deshacer analíticamente algo para darle una nueva estructura”. Al pensar en todos los años que llevo de conocer y admirar a Camila Sodi, tengo el deseo de deconstruir las distintas imágenes que tengo de ella en mi mente: relajada y desenfadada compartiendo con amigos en el icónico salón Covadonga, en la colonia Roma de la Ciudad de México, hace poco más de una década –yo apenas iniciaba mi carrera como coordinadora de moda en una revista y la vi de lejos en aquel lugar, sin que ella se percatara, obviamente, porque no la conocía, sólo la admiraba–; años después, por fin interactuando, al probarle vestidos para la alfombra roja del Festival Internacional de Cine de Morelia –lució hermosa en un delicado look rosa pastel de Carolina Herrera–; también la recuerdo en una sesión de portada, con ropa de aire rockero y maquillaje recargado, una Camila más arriesgada y misteriosa; por último, la visualizo en el estreno de la película Camino a Marte, junto a su hermana Tessa Ía, con un outfit futurista, una sonrisa de oreja a oreja y una de las miradas más bonitas que he visto en mi vida.
Quiero deconstruir todas estas imágenes y dar pie a conocer a la Camila de hoy, que luce tranquila y emocionada durante la sesión de fotos para su primera portada con Harper’s Bazaar. Nos volvemos a encontrar, nos reconocemos y, aunque no podemos darnos un fuerte abrazo para mantener la sana distancia, nos emocionamos.
«Mi primera portada cuando regresé, después de seis años de no trabajar y ser mamá, fue contigo. Es increíble tener esta reconexión, ver qué hemos hecho y cómo hemos crecido», confiesa. El sentimiento es mutuo. Al verla posar tan naturalmente, fascinada con el escenario que hemos elegido para esta sesión –una magnífica casa, obra del gran arquitecto Miguel Ángel Aragonés–, mi mente empieza a reconocer a una nueva Camila, de pose y estructura diferentes a mis recuerdos de años pasados.
«Las personas que más estilo tienen son las que se divierten con su cuerpo. Le temen menos al juicio porque no se juzgan ellos”.
La siento cómoda consigo misma. Le pregunto sobre su definición de la moda y el estilo. «Es la manera en la que te llevas a ti misma. Nos tardamos un rato en entender que no somos nuestro cuerpo, que éste es un vehículo y que lo estamos usando. Las personas que más estilo tienen son las que se dan cuenta de eso pronto. Se divierten con su cuerpo. Le temen menos al juicio de los demás porque no se juzgan ellos. Creo que tener estilo es, finalmente, libertad», asegura.
¿Ella será libre? Mi percepción es que sí, porque se siente a gusto en su propia piel. «Usar ropa confortable es lo que más me hace feliz. Me siento absolutamente yo. Mi uniforme durante todo este tiempo en casa ha sido: camisa masculina, pantalones de lona de James Perse y sandalias Birkenstock con calcetines», revela. Su prioridad por sentirse relajada la he llevado a buscar marcas como Aviator Nation, famosa por sus pants divertidos, que pueden ser tanto pijamas como prendas para salir a la calle con un estilo californiano cool.
