Durante uno de los momentos más importantes y especiales
Gracias a su personaje de Carrie Bradshaw, Sarah Jessica Parker se consagró como un ícono del estilo y una imagen con mucho peso dentro de la industria de la moda. Recientemente la actriz ha recibido mucha atención de parte de los medios por el estreno de su próxima serie y el lanzamiento de su primera línea de LBD.
A pesar de que su próximo proyecto para la pantalla chica habla acerca de una pareja atravesando un tormentoso divorcio, en la vida real pasa lo contrario, la actriz presume tener uno de los matrimonios más estables de Hollywood y durante las recientes entrevistas le han preguntado cuál ha sido la clave. Parker ha confesado que lo mejor que puede hacer es no hablar de los problemas, que esos se resuelven en casa, que lo único que se arrepiente de éste ha sido el vestido que eligió el día de su boda con Matthew Broderick.
“Me daba pena pasar mucho tiempo buscando el vestido blanco perfecto, es por eso que fui a una tienda que me gustaba y elegí el primero que me gustó, claro que no volvería a elegirlo, me arrepiento de mi elección”, confesó la protagonista de “Sex and the City”.
Aunque no lo hizo a propósito, el vestido de novia de la actriz será recordado siempre, como muchos de sus looks.