El escultor Jaume Plensa invita al sosiego con su escultura ‘El alma del agua’

Jaume Plensa

Jaume Plensa estrena su nueva obra frente a Manhattan: “La belleza es un arma cargada de futuro”.

La gigantesca escultura de una niña que invita al silencio a orillas del Hudson en Nueva Jersey, es la primera de las tres obras que el artista barcelonés inaugurará en un mes en Estados Unidos.

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Jaume Plensa y su escultura en Nueva York

Después de dos años de pandemia y crisis mundial, llega el artista catalán con una escultura gigante en un nuevo paseo fluvial de Nueva Jersey. De todas esas obras, la niña Carlota, el retrato de 24 metros de altura que invita al sosiego y la contemplación de todos los neoyorquinos.

“La pieza ha generado el lugar, y eso es muy importante”, cuenta Plensa.

La instalación se llama El alma del agua y es visible desde la ciudad como desde el nuevo polo de desarrollo urbanístico de Nueva Jersey.

La escultura fue un encargo, desde hace tres años, de un grupo inmobiliario que ha urbanizado una franja del litoral del río Hudson.

“Aquí llegaban las mercancías; estamos en el continente, no como en Manhattan, que es una isla. Y El alma del agua, además de un modo de honrar al agua como hacían las tribus antiguas, es una forma muy radical de introducir la belleza en el día a día de la gente. Porque la belleza transforma, es un arma cargada de futuro”, dice el artista.

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Invitar al sosiego...

Las piezas de Carlota llegaron a Nueva Jersey en 23 contenedores, cada uno de 12 metros de largo.

“He trabajado con ingenieros de Barcelona, Nueva York y Nueva Jersey, fabricarlo ha sido tecnológicamente un proceso muy trabajoso, y la pandemia lo complicó", platicó Jaume.

Plensa ganó el premio Nacional de Artes Plásticas en 2012.

“Quería rendir homenaje al agua, invitar a escuchar su sonido, porque siempre miramos al horizonte, al cielo, pero ignoramos la profundidad del agua”, explicó el escultor catalán.

La escultura reproduce el rostro de una niña real, llamada Carlota, cuya imagen escaneó y forjó en resina, fibra de vidrio y polvo de mármol, y a la que ha retratado con el dedo índice en los labios; haciendo una seña de silencio.

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“No está mandando callar a Manhattan, sino invitando al sosiego. Generar quietud para desarrollar nuestras ideas”, aclara el creador.

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