Enriqueta Basilio, también conocida como ‘Queta’ Basilio, fue una atleta mexicana que marcó un hito histórico en el mundo del deporte. Durante la inauguración de los Juegos Olímpicos de México 1968, tuvo el honor de ser la última portadora de la antorcha olímpica y la primera mujer en encender el pebetero, un momento que la catapultó a la fama mundial. Hoy día ya vemos a muchas más mujeres participando en este importante magno evento —como lo fue Salma Hayek cargando la antorcha desde el Palacio de Versalles—, por eso es que la historia de Enriqueta es una que se merece recordar más que cada cuatro años en que se organizan los Juegos.
¿Quién fue Enriqueta Basilio y que significó para las mujeres del mundo?
Su participación en los Juegos Olímpicos de México 1968 contribuyó a visibilizar el deporte femenino a nivel mundial y a abrir puertas para que más mujeres pudieran participar en competencias deportivas de alto nivel. Enriqueta Basilio —nacida en Mexicali 15 de julio de 1948— llevó la antorcha olímpica y encendió el pebetero, convirtiéndose en la primera mujer en toda la historia olímpica en haber hecho eso: “Empecé a escalar sin ver ni escuchar nada, perdí la noción”, contó a BBC Mundo en 2016 “me concentré, cerré mi mente para únicamente pensar en que tenía que llegar”.
Con 20 años de edad, también compitió en las pruebas de 80 metros vallas, 400 metros y el relevo 4x100 —fue la única mujer en la historia olímpica que ha competido tanto en los 80 metros vallas como en los 400 metros planos—. Como rescata un artículo de The New York Times del 2019, "[Enriqueta] dijo que creía que fue seleccionada porque en México los hombres y las mujeres ‘tenían los mismos derechos’ y que su país esperaba mostrar su igualdad ante el mundo”.
Después de los Olímpicos, fue reconocida con la Medalla Olímpica Guatemalteca en reconocimiento por su trayectoria como deportista y también fue miembro del Comité Olímpico Mexicano. Murió a los 71 años a causa de una neumonía, pero entre su interés personal, más allá del mundo del atletismo, se centró en enaltecer el talento y trabajo de las mujeres—“creo que las mujeres han hecho mucho últimamente, pero no hay el apoyo suficiente ni para ellas ni para los hombres”, diría en aquella entrevista.