En medio de su retorno al modelaje y a la vida pública —especialmente formando parte de la serie documental The Supermodels de Apple TV—, Linda Evangelista rompió el silencio sobre su silencioso padecimiento con cáncer de mama los últimos años. La supermodelo de 58 años habló con el Wall Street Journal para explicar cómo ha llevado el diagnóstico y las consecuencias de esta enfermedad: “he pasado por problemas de salud horribles. Ahora estoy en un lugar donde me siento feliz celebrando mi libro, mi vida. Estoy tan feliz de estar viva. Todo lo que venga ahora es un extra.”
Las fuertes confesiones de Linda Evangelista sobre padecer cáncer de mama
Evangelista reveló que se sometió por primera vez a una mastectomía bilateral después de que una mamografía anual detectara el cáncer en diciembre de 2018; y aunque ya daba por hecho que estaba totalmente sana, en julio descubrió un bulto en su pecho. Sobre esto, reveló que está bien y que ha atravesado cirugías, quimioterapia y radiación. “Solo un puñado de personas lo sabía. Y simplemente no soy de esas personas que necesitan compartir todo. Pensé para mí misma, lo compartiré algún día, pero mientras lo esté viviendo, absolutamente no. No quiero que el Daily Mail esté esperando fuera de mi puerta como lo hacen cada vez que sucede algo”, dijo.
La modelo sometida a doble masectomía afirmó que el cáncer ‘no iba a matarme’.
“Los márgenes no eran buenos y, debido a otros factores de salud, sin dudarlo, porque quería dejar todo esto atrás y no tener que lidiar con esto, opté por una mastectomía bilateral. Pensando que estaba bien y lista para la vida. El cáncer de mama no iba a matarme”.
En este segundo diagnóstico, Linda Evangelista le pidió al doctor que ‘cavara un hoyo’ en su pecho. “No quiero que se vea bonito. Quiero que excaves. Quiero ver un hoyo en mi pecho cuando acabes. ¿Me entiendes? No me moriré de esto”, contó. “Sé que tengo un pie en la tumba, pero estoy totalmente en modo celebración”.
Con tan sólo 12 años de edad, Linda Evangelista debutó como modelo y obtuvo su primer reconocimiento como modelo cuando ganó el Miss Teen en Niágara. Nació en Ontario, Canadá, el 10 de mayo de 1965 y luego de ser descubierta como modelo por su presencia en la pasarela se mudó a Nueva York donde conoció a John Casablanca, el empresario que vio en ella el potencial para desarrollar su nuevo concepto de moda: Supermodelos. A partir de 1984, se consagró como una de las modelos mejor cotizadas en el mercado, —fue el rostro de Nina Ricci— y a partir de entonces la modelo hizo historia como una de las perchas más prestigiosas.