Iniciaremos este repaso con el Cullinan, el diamante más grande del mundo, que fue descubierto en 1905 en Transvaal, Sudáfrica, y que debe su nombre a Thomas Cullinan, el fundador de la mina Premier donde se encontraron muchos diamantes famosos.
Inicialmente, el Cullinan pesaba más de 3 mil 106 quilates, pero fue dividido en piedras más pequeñas, la más grande de ellas fue el Cullinan I o Gran Estrella de África (más de 530 quilates), que también es considerado el diamante más grande del mundo y está engastado en el cetro de la familia real británica (Cetro del Soberano con Cruz), mientras que la segunda pieza de diamante más grande, Cullinan II o Segunda Estrella de África (más de 317 quilates), está engastada en la corona real británica.
Luna de Baroda
Este diamante amarillo fue descubierto en algún momento entre los siglos XV y XVII en la India y pesaba casi 26 quilates. Fue cortado en un brillante en forma de lágrima de 24 quilates, una pérdida de peso impresionantemente baja considerando las técnicas de corte históricas. Durante cinco siglos fue propiedad de la dinastía india Gaekwad de Baroda y a mediados del siglo XVIII fue donado a la única gobernante femenina de la dinastía Habsburgo, María Teresa, madre de María Antonieta. Tras la muerte prematura de la emperatriz, que se dice fue causada por la mala suerte que traía la piedra, los Habsburgo la devolvieron a la familia Gaekwad.
Reapareció en el horizonte en la década de 1940, en Estados Unidos, donde fue comprado por una famosa empresa de corte de Ohio y posteriormente vendido en 1953 a Meyer Rosenbaum, presidente de una empresa de joyería. Fue Meyer quien sugirió que Marilyn Monroe lo usara durante varias sesiones de rodaje de la película Los caballeros las prefieren rubias, sobre un simple cordón de cuero. Para Monroe, fue el año más exitoso de su carrera...
El diamante de Elizabeth Taylor (o Taylor-Burton)
Originalmente, este diamante se llamaba diamante Krupp y pertenecía a la baronesa Vera Krupp, esposa del magnate del acero Alfred Krupp. Después de su muerte fue subastado y comprado por el marido de Elizabeth Taylor, Richard Burton, por más de 300 mil dólares.
La historia del diamante comenzó en 1966, cuando se descubrió un diamante en bruto de 240 quilates en la mina Premier, en Sudáfrica. El joyero estadounidense, Harry Winston (¿quién más?) compró la piedra y, después de mucho estudio y consulta con el famoso tallador de diamantes Pastor Colon Jr. decidió dividir esta pieza en dos: el más grande en forma de lágrima y de más de 60 quilates estaba colocado en un anillo que Winston vendió a Harriet Annenberg Ames, sin embargo, no duró mucho con ella, ya que en 1969 Ames lo puso a subasta en las Galerías Parke-Bernet, donde Richard Burton, marido de Elizabeth Taylor, mostró interés por él.
Sin embargo, no fue el único, además de él, Harry Winston también luchó por el diamante, pero ambos finalmente perdieron ante la casa Cartier, que pagó una suma muy exorbitante de 1.050.000 dólares de la época por el diamante.
No obstante, Burton no era de los que se dejaban llevar por una joya magnífica. Al día siguiente, supuestamente contactó con Cartier y compró el diamante por un supuesto valor de 1,1 millones de dólares, sin embargo, había un pero: Cartier quería asegurarse publicidad con la pareja más famosa de Hollywood basándose en la venta del diamante.
A petición de Burton, se creó un collar de diamantes para Taylor con diamantes más pequeños en forma de lágrima para que el diamante en sí resaltara más. Taylor usó el collar en los Oscar en 1970, cuando presentó el premio a la Mejor Película.
Como ocurre con muchas parejas de Hollywood, para ésta el amor finalmente se desvaneció. Se divorciaron en 1976, y la actriz vendió el diamante tres años después y donó parte de las ganancias para ayudar a construir un hospital en Botswana.
Diamante de la esperanza
Otro ejemplo muy conocido es el famoso diamante azul oscuro Hope que sirvió como modelo para el famoso collar Heart Of The Ocean del Titanic.
Se creía que la piedra traía mala suerte a sus dueños.
El diamante fue comprado por el rey Luis XIV en 1642 y esta piedra preciosa llegó a ser conocida como el ‘diamante corona azul'. Fue heredado hasta la Revolución Francesa en 1791 tras un intento de Luis XVI y María Antonieta huyó de Francia y las joyas del tesoro real francés fueron entregadas al gobierno.
Durante un saqueo que duró una semana de las joyas de la corona, el Diamante Azul francés fue robado en septiembre de 1792.
En 1812, una piedra similar apareció en posesión del comerciante de diamantes londinense Daniel Eliason. Se afirma que lo adquirió del rey Jorge IV, quien vendía su propiedad a través de canales privados debido a sus fuertes deudas, sin embargo, el diamante Hope recibió su nombre gracias a Henry Philip Hope en cuya colección apareció en 1839. Tras su muerte la piedra cambió de manos varias veces siendo vendida en su mayoría para pagar deudas interminables hasta que en 1909 acabó en manos de Pierre Cartier.
El diamante le fue comprado por una joven estadounidense, Evalyn Walsh McLean, por 185 mil dólares. Lo colocó en una diadema y luego lo transformó en un colgante, tal como lo conocemos hoy.
Diamante amarillo de Tiffany
Uno de los diamantes amarillos más grandes fue descubierto en 1877. Pesaba más de 287 quilates en bruto y fue cortado en el llamado forma de cojín. Hoy está engastado en el broche ‘Pájaro sobre una roca', diseñado a principios de los años 60 por Jean Schlumberger para Tiffany & Co., Nueva York.
Sólo cuatro mujeres han usado la joya: la primera de ellas fue la esposa del diplomático Edwin Sheldon Whitehouse quien se casó con él en 1957 en el baile Tiffany, sin embargo, la persona que hizo famosa esta piedra fue Audrey Hepburn, quien la lució en 1961 engastada en un collar Ribbon Rosette de Schlumberger como parte de la película ‘Desayuno con diamantes’.
Lady Gaga lo usó en la 91ª edición de los Premios Óscar y también lo usó Beyoncé como el nuevo rostro de la casa en una campaña reciente.
Eso no es todo: una réplica de este famoso diamante apareció en el cuello de Gal Gadot en la película de 2020 ’Muerte en el Nilo’.
Koh-i-Noor
El diamante fue descubierto alrededor del siglo XIII y recibió su nombre en 1739 cuando el conquistador persa Nadir Shah capturó Delhi adquirió el diamante. Fue él quien lo llamó Koh-i-Noor, o ‘Montaña de Luz'.
El diamante fue regalado a la reina Victoria en 1850 y entonces pesaba 186 quilates.
La reina Victoria usó el diamante como broche y con el tiempo pasó a formar parte de las joyas de la corona. Primero en la corona de la reina Alejandra (esposa de Eduardo VII, hijo mayor de Victoria) y luego en la corona de la reina María (esposa de Jorge V, nieto de Victoria). En 1937, el diamante fue colocado en su ubicación actual: en el frente de la corona que llevaba Isabel, la Reina Madre, esposa de Jorge VI y madre de Isabel II.
Diamante Isadora
El diamante amarillo de 80 quilates lleva el nombre de la legendaria bailarina Isadora Duncan. Este hermoso y único diamante —cuyo precio osciló entre 5 y 6 millones de dólares— perteneció a la casa de joyería de Harry Winston, fue aquí donde se colocó el collar que usó Kate Hudson como Andie Anderson en la película ‘Cómo perder a un hombre en 10 días’.
Para garantizar la autenticidad del diamante, Harry Winston prestó una pieza original asegurándose de que su impresionante belleza quedara capturada en la pantalla, sin embargo, la administración no fue nada fácil: en el set había seguridad las 24 horas del día, los 7 días de la semana. Los ‘guardianes del diamante’ que vimos en la película eran empleados reales de la marca de lujo.
Antes de que se estrenara la película, la actriz Whoopi Goldberg logró llevar el diamante a la 74ª edición de los Premios Oscar, y justo después de la película, el collar se vendió por 5 millones de dólares a una colección privada.
Publicado originalmente en Harper’s Bazaar República Checa
Traducido por Harsper’s Bazaar México