María Félix nació y murió un 8 de abril (de 1914 y 2002, respectivamente), sobre su vida se cuentan muchas anécdotas y como buena diva, su historia está envuelta en mitos. Ella misma comentaba: “No te preocupes cuando hablen de ti, preocúpate cuando no lo hagan”. Y cómo no hablar de ella cuando su estilo aún sigue siendo motivo de inspiración de diseñadores nacionales e internacionales. ¿Y qué decir de su fastuosa colección de joyas? Biógrafos de la actriz relatan que la pasión de la Doña por las joyas comenzó desde que era niña, y mencionan que le gustaba salir en obras de teatro del colegio, donde le permitían enjoyarse y ponerse trajes exóticos. Y cuando la nombraron reina de los estudiantes en Guadalajara pudo cumplir uno de sus grandes sueños, pues llevaba corona, cetro, collar, aretes, anillos y pulseras. Sin embargo, fue gracias a su carrera como actriz que pudo conocer las verdaderas joyas, y se volvió en una gran coleccionista.
Tesoros en el alhajero
- Sueño con serpientes
La casa joyera Cartier fue la encargada de diseñar algunas de las piezas consentidas de la Doña, creaciones bajo pedido que se volvieron en íconos de su estilo. Reflejos de su personalidad fuerte y ostentosa, como el collar de cocodrilos y el collar de la serpiente. Mismos que han sido reinterpretados en colecciones de la firma. La leyenda cuenta que, en los años 70, María llevó un cocodrilo bebé a los joyeros para que los joyeros reprodujeran su forma. Está fabricado en oro y tiene dos cabujones de esmeralda y dos de rubí, como ojos, más de mil diamantes amarillos de fantasía y más de mil esmeraldas. Mientras que el collar de serpiente (pedido en 1968) es de platino, oro blanco y oro amarillo, tiene más de dos mil diamantes talla brillante y baguette, dos esmeraldas en forma de pera, así como esmalte verde, rojo y negro.
- Collar con deuda
Quizá una de piezas más valiosas dentro de la colección de María Félix es un collar de esmeraldas que le regaló el también actor Jorge Negrete. Jorge no alcanzó a pagar la joya, pues falleció antes; pero la Doña se rehusó a liquidar su costo, hecho que la llevó a los Tribunal Supremo de Justicia. "¿Quién le encargó el collar?, ¿Jorge o yo?, ¡pues cóbreselo al muerto, lo caido caido está!”, es una frase que se atribuye a la diva del cine nacional. Obvio, el capricho por el collar terminó por salirle muy caro, después de litigios y costosos acuerdos. Nota Para darle más carácter a sus personajes, la diva usó joyas propias en sus películas. De hecho, el collar de esmeraldas apareció en la película La Bella Otero.
- Trío sentimental
María acostumbra usar 3 pulseras de oro de 18 quilates, cada una con un nombre diferente escrito en brillantes. Las piezas fueron elaboradas por la casa de joyería mexicana Tane y el nombre de cada una tiene un significado: Una Puma Pumita por el nombre que le dió a Alex Berger. Otra María Bonita por el nombre que le dió Agustín Lara. Y, por último, Doña Doñita por el pueblo de México. Estas son sólo algunas de las piezas más lujosas (y famosas) de su alhajero, aunque su colección de tesoros es mucho más grande. Otras joyas es el collar de rubíes de Agustín Lara, los regalos de Jorge Pasquel, los brillantes de Harry Winston y la serpiente rusa que adquiriera en Nueva York.
