Patricia Von Musulin es la mujer detrás de las joyas que se vieron en los modelos de Savage x Fenty Vol. 3. La lista de diseñadores con los que ha trabajado incluye a algunos de los nombres más importantes de la industria de la moda: Bill Blass, Geoffrey Beene, Perry Ellis, Ralph Lauren y Carolina Herrera, entre otros.
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La joyería de Patricia von Musulin para Savage x Fenty Vol. 3
“Atemporal” y “usable” son los adjetivos más usados en la moda, pero realmente se aplica al trabajo trascendente de tendencias de von Musulin. Sus piezas se sienten orgánicas, casi como si hubieran nacido, más que hechas.
“Pasan por todo mi tracto digestivo. Empiezan por un extremo y salen por el otro. Pero parecen durar. Parecen tener suficientes influencias culturales, en todas las direcciones, como para tener una calidad duradera”, explica la diseñadora sobre su proceso creativo.
Lo anterior es lo que ha mantenido a los diseñadores buscándola durante décadas.
“No he solicitado nada de esto, e incluso el [proyecto] Fenty aterrizó en mi regazo. Hay algo en mi trabajo que atrae a personas a las que les gustan las mismas cosas que a mí, y aparecen”, contó la diseñadora.
Entre los muchos admiradores de Patricia están el estilista Daniel Gaines, Chloë Sevigny, y Rihanna.
“A ella le gustan mis cosas. Eso es todo lo que puedo decir. Ella las usa personalmente. Terminó comprándolas, lo cual es increíble. Nadie compra nada”, confiesa von Musulin.
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El éxito de sus piezas se ha multiplicado gracias a su colaboración para el programa de la ‘Bad Girl’ y las piezas del desfile más esperado ya están disponibles para la venta. Su trabajo también se se usará en el próximo reinicio de Sex and the City And Just Like That.
Su experiencia...
La experiencia de Von Musulin está en el diseño industrial y está impregnada de referencias históricas. Al principio de su carrera, tuvo un trabajo creando reproducciones de objetos del antiguo Egipto para el espectáculo King Tut del Met, e incluso trabajó con el famoso diseñador Pierre Cardin cuando él convirtió su talento en la fabricación de automóviles. Ese mezcla ecléctica explica por qué sus joyas se asemejan a una escultura.
“Quería que tuviera escala y presencia. La mayoría de los joyeros dibujan joyas, lo que en mi opinión, siempre las hace muy planas. Mientras que en realidad hago todos los modelos originalmente en yeso. Están hechos a escala real o más grandes, y luego los refino”, explica la joyera.
A veces trabaja en un par de pendientes durante un año, ajustando delicadamente sus proporciones. Los diseños son “contorneados, de modo que cuando una persona los usa, el pendiente gira en el espacio junto con la persona”.
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