A menudo se dice que si se puede identificar la silueta de una persona por su pelo, ésa es la marca de un verdadero ídolo. ¿Hubiera Elvis sido Elvis sin su pompadour? ¿Y qué tal Tina Turner y su volumen spiky? ¿Hubiera despegado Lady Gaga sin su pelo estilizado como moño? Un peinado emblemático puede hacer que un artista pop pase de ser una maravilla de un solo éxito a un icono certificado.
Piensa en la coleta alta de Ariana Grande, los tintes bicolores de Billie Eilish, las enormes pelucas bouffant de Dolly Parton y la melena a la cintura de Cher; un estilo propio puede causar un impacto duradero. Diana Ross, cuya carrera se ha extendido durante más de 60 años, sigue peinando y maquillando sus voluminosos rizos y formó parte del moodboard de belleza del desfile de primavera 2024 de Marc Jacobs. “Podría estar jugando a las charadas con la gente, y podría hacer un movimiento en el que finjo agitar el pelo invisible, y la gente reconocería a Diana Ross”, dice el peluquero de Los Ángeles Clayton Hawkins, que trabaja con Olivia Rodrigo. “Si hago como si me sacudiera el pelo y me lamiera los labios, la gente sabría que soy Cher”.
La personalidad, el carisma y los éxitos musicales pueden dar longevidad a las estrellas del pop, pero su pelo puede convertirlas en una marca. Rihanna, fundadora de las exitosas Fenty Beauty y FentySkin, lanzó Fenty Hair este verano.
“El pelo es el dictado número uno de la imagen porque es el tejido que está realmente unido a nosotros mismos; es parte de lo que somos”.
Beyoncé lanzó su propia línea de cuidado capilar, Cécred, en febrero. Una peluca rosa (como las de Lil’ Kim y Nicki Minaj) o un volumen desmesurado (como el de Miley Cyrus en los Grammy de 2024) pueden eclipsar hasta el vestido más atrevido. “El pelo es el dictado número uno de la imagen, porque entendemos que es el tejido que está realmente unido a nosotros mismos; es parte de lo que somos”, dice el hairstylist neoyorquino Bob Recine. Este estilista, que también es artista plástico, trabajó con Lady Gaga durante los primeros años de su carrera y con Miley Cyrus durante los últimos ocho años. “Creo que es lo primero que toca emocionalmente a una persona: cuando ve su pelo”.
Recine sostiene que la palabra pop no tiene que ver con la música, sino con el arte, y que la estrella pop que entiende cómo el pelo juega con la identidad puede seguir siendo relevante. “Las estrellas del pop tienen todas estas cámaras o álbumes en los que proyectan imágenes”, dice Recine. “Entienden el poder de algo distinto a lo que oyes, su visualidad. Es algo a lo que una estrella del pop dedica mucho tiempo”.
Pelucas, extensiones y acceso a los mejores estilistas del mundo permiten a las estrellas del pop cambiar de peinado a su antojo, pero no siempre es bien recibido. El peluquero neoyorquino Yusef es conocido por sus experimentos con Rihanna, que le han valido tanto elogios como, según él, “amenazas de muerte” por parte de fans críticos a través de Instagram. Dice que se enamoró por primera vez de las estrellas del pop y del pelo tras ver el peinado de Janet Jackson en el video de “The Pleasure Principle”. Él recuerda: “Me encantaba la feminidad de su pelo. Nunca habías visto a una mujer negra con tanto movimiento”. Su relación con Rihanna se basa en la confianza mutua y en la magia de la seguridad: “Trabajo con muchos artistas y les digo: ‘Si quieres ser atrevida y probar looks diferentes, tienes que adueñarte de ellos, porque eso es lo que buscan los fans’”, dice. “Ri se apropia de todos los looks y los hace suyos. Hace que las chicas sientan que pueden probar cualquier cosa si también se comportan así”.
Las personalidades pop de artistas como Jackson, Madonna, Rihanna, Cher y Gaga están tan consolidadas que pueden salirse con la suya con sus cambios de look de una forma que muchos de sus contemporáneos no pueden, dice Hawkins. “Madonna es el modelo a seguir por cómo ha transformado su aspecto”, añade. “La gente pensaba: ‘Tienes que reinventarte constantemente a ti misma y a tu pelo para mantener el interés de la gente’. Cuando otras personas han intentado reinventarse, no funciona”.
Esto se debe a que actualizar la imagen es arriesgado: un corte de pelo puede hacer o deshacer el ciclo de un álbum. Puede anunciar un renacimiento, como ocurrió con el corte rubio de Cyrus en 2012. Al día de hoy, algunos fans atribuyen a la versión de Katy Perry del pixie de Cyrus la razón por la que su álbum Witness no estuvo a la altura de las expectativas; no todos los cortes dan el mismo resultado. Cuando Britney Spears cambió su rubio soleado por un sensual castaño chocolate durante la grabación de Blackout, se convirtió en objeto de escrutinio público. Más tarde revelaría en su libro The Woman in Me que la obsesión por su imagen la llevó a raparse la cabeza en febrero de 2007.
Algunos sostienen que no es necesario actualizar la imagen para ser influyente. Por ejemplo, Taylor Swift suele mantener un estilo propio. Ha madurado desde que apareció por primera vez en 2006, pero a lo largo de los últimos 18 años ha pasado de los rizos al bob y al pelo largo con flequillo, además de un breve momento de decoloración. Rara vez experimenta más allá de su rubio ceniza.
“Creo que la transformación es una situación caso por caso”, dice Yusef. “Cuando piensas en Amy Winehouse, ella tenía una estética muy suya, así que funcionó. Nunca quise verla con la raya en medio y el pelo liso. En el caso de las estrellas del pop, es importante no reinventarse, sino evolucionar”.
Beyoncé ha cambiado innumerables veces de peinado en los últimos 25 años, pero el look con el que pasará a los libros de historia es su característico tono rubio miel. El rubio es un básico para Beyoncé; puedes buscar fotos suyas en Destiny’s Child con ese tono. Y ahora luce un rubio platino con el lanzamiento de Cowboy Carter. Cuando piensas en ella, lo más probable es que la veas rubia, como si fuera su color natural.
“Si echamos la vista atrás, no muchas mujeres de color eran rubias, y no eran rubias miel dorada”, dice Hawkins. “Miramos a todas las estrellas de cine y a todas las cantantes negras del pasado –teníamos a Tina Turner, con mechas–, pero una mujer negra rubia... Ése es el look de Beyoncé. Creo que el impacto es enorme”.
Al fin y al cabo, el álbum puede estar nominado a los Grammy, con canciones que dominan TikTok, pero el pelo proporciona una de las partes más cruciales de la identidad de la estrella del pop. “Cuando actúas en el escenario como una estrella del pop, el pelo forma parte de la coreografía”, dice Hawkins. “El maquillaje es bonito e importante, pero no puedes sacudirlo para conseguir un efecto dramático”.