Conexión, compromiso, enfoque digital y social, son algunas de las bases que Marco Bizzarri ha implementado al tomar el mando de la casa italiana
Durante la semana pasada en una entrevista, el jefe de Gucci, Marco Bizzarri, habló sobre su enfoque por construir un negocio de moda exitoso en el mundo tan tenso e hiperconectado en el que vivimos en la actualidad.
Al tanto comunicó que la reinvención que ha tenido Gucci en tiempos recientes es una gran historia de éxito, esto debido a que el crecimiento anual de la marca ha crecido cerca del 50%, superando 6 mil millones de euros en ventas por primera vez en 2017, por lo que los resultados han sido financieramente un récord en la empresa matriz Kering a la que pertenece.
Para Marco Bizzarri, un factor clave en la nueva era de la firma comenzó cuando en 2015 tomó la riendas y entre una de las primeras decisiones estratégicas que tomó fue elegir a Alessadro Michele como director creativo, quien trajo a Gucci una estética más contemporánea, que revolucionó sus filas.
Pero no solo eso, sino que también entre otra de las grandes aportaciones del empresario se encuentra la transformación cultural interna que pone énfasis en la pasión y la asunción de riesgos:
“Pasó de una cultura de miedo a una cultura de empoderamiento. Hay un cambio de estética y un cambio de posicionamiento en la empresa [que] no vino de lo que queríamos hacer, sino de por qué queríamos hacerlo”.
Lo anterior no solo dando un enfoque a los productos sino a la estrategia de participación del cliente, pues para Bizzarri:
“La conexión, el compromiso y la interacción, y la forma en que abordamos el enfoque digital y social hacen que la experiencia de Gucci sea hoy nuestra cultura y nuestra forma de conectar a las personas y ser auténticos, apasionados y alegres es en realidad hablar a una multitud que no puede crecer lo suficiente para seguir creciendo”.
Entre una de las demostraciones de dicha filosofía, sin duda forma parte la aportación de 500,000 dólares que Gucci hizo a March For Our Lives, un movimiento anti-armas, al cual se unió de manera inesperada dado que las grandes compañías que forman parte de la industria d ela moda rara vez adoptan una postura sobre problemas políticos.
Sin embargo, la decisión de Bizzarri para unirse fue fácil, esto tomando en cuenta que Gucci tiene una experiencia reciente sobre el impacto de la violencia con armas de fuego, pues uno de sus empleados fue victima del tiroteo en el club nocturno “Pulse” de Florida en 2016. Por lo que asumió: “La neutralidad corporativa está completamente terminada. Hoy se necesita como corporación y como líder para tomar una postura”.