Después del anuncio de independencia de los Duques de Sussex, tanto Meghan Markle como Harry habían estado lejos de los reflectores, hasta ahora.
Harry de Inglaterra dejó a su esposa e hijo en Canadá, y viajó al Reino Unido para terminar de cumplir sus compromisos formales con la corona.
Se trata de un breve proceso de transición, pues –tras decidir abandonar su cargo de alto rango de la familia real– perderá sus privilegios el próximo 31 de marzo.
La primera aparición pública de Harry fue en la presentación de una nueva empresa de viajes ecológicos en Edimburgo.
Al lugar llegó en tren y se mostró reacio a los flashes de los paparazzi.
Pero el cambio más importante sucedió cuando fue convocado al podio, donde fue presentado simplemente como: “Harry”.
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Harry fue recibido con calurosos abrazos, y su petición de ser llamado sólo por su nombre (sin su título real) fue interpretada como el inicio de una nueva etapa en su vida.
El (ex) príncipe, quien pidió independizarse de sus cargos reales a inicios de este año, está en la capital escocesa, donde asiste a una cumbre de trabajo de la asociación de ecoturismo Travalyst.
Travalyst es una asociación que ofrece opciones de viajes sostenibles, recomendando formas amigables y respetuosas con el medio ambiente.
Se trata de una práctica eco-friendly, la cual –tanto Harry como su esposa– no consideraron el año pasado, cuando viajaron a Niza e Ibiza en un jet privado.
Los jet privados son ¡hasta siete veces más contaminantes que los vuelo comercial! Por lo que, obviamente, las críticas no tardaron en llegar.
En un acto de humildad, Harry aceptó su error y comentó: “Podemos hacerlo mejor… nadie es perfecto”.
