El estilo de vida healthy más que una forma de vida propiamente, se ha convertido en una tendencia y moda que muchas veces nos puede llevar a tomar decisiones no tan adecuadas para nuestro cuerpo por más saludables que parezcan. Una de las palabras más satanizadas es el (amado y temido a la vez), famoso GLUTEN. Platicamos con la LNCA Natalia Reynoso K. sobre este tema que por lo visto ha sido muy difundido pero con muy poca información y esto fue lo que nos contó: ¿Qué es el gluten? El gluten se refiere a las proteínas encontradas de manera natural en el trigo, centeno y cebada, el cual causa una reacción adversa únicamente en personas con enfermedad celiaca o sensibilidad al gluten no-celiaca. La enfermedad celiaca es un desorden en el cual la ingesta de gluten causa una respuesta autoinmune la cual daña las células del intestino delgado. Esta enfermedad autoinmune afecta a un número relativamente pequeño de personas (aproximadamente de un 0.5 a un 1% de la población). Al ingerir alimentos que contienen gluten, el sistema inmune de estas personas reacciona dañando la mucosa del intestino delgado, produciendo inflamación y atrofia de sus vellosidades, misma que puede provocar malabsorción de nutrimentos. Como consecuencia, al ingerir gluten, aparecen síntomas como el dolor abdominal intenso, inflamación, vómitos, diarrea, erupciones cutáneas y, a más largo plazo, pérdida de peso. La gente que experimenta una reacción adversa al gluten, pero no tienen la enfermedad celiaca pueden tener lo que recientemente ha sido clasificado como sensibilidad al gluten no-celiaca. No es una enfermedad autoinmune e incluso no existen pruebas médicas para diagnosticarla, sin embargo los síntomas podrían ser similares a la enfermedad celiaca, a diferencia de que se presentan con menor intensidad y gravedad. Para ambas condiciones el único tratamiento es la eliminación del gluten en la dieta. En una dieta libre de gluten, estos granos (trigo, centeno y cebada) y cualquier alimento o ingrediente derivado de ellos, debe ser eliminado. Esto incluye aquellos como el pan, pasta y productos horneados hechos con harinas que contienen gluten, pero puede también incluir aquellos alimentos menos evidentes como las salsas, aderezos, sopas, alimentos procesados e incluso en algunos medicamentos, ya que pueden contener pequeñas cantidades de ingredientes derivados de granos que contienen lo contienen. ( DATO: La avena es por naturaleza libre de gluten; pero comúnmente en su procesamiento es contaminada con trigo, por lo tanto solo avena certificada libre de gluten es aceptada en este tipo de dietas. La gran cantidad de resultados de estudios actuales son poco consistentes y de poca evidencia científica, y están ocasionando que muchas personas elijan productos sin gluten como una opción efectiva para bajar de peso. No obstante, es verdad que el gluten está presente en muchos de los alimentos de mala calidad nutricional, altamente procesados, como en repostería, bollería, pizzas, pastas y panes no integrales. Si bien es cierto que la eliminación de estos productos mejoraría la calidad de la dieta y sus efectos sobre la salud, pero no por ser exenta de gluten, sino por ser más reducida en azúcares, grasas saturadas, harinas refinadas y/o sal. Después de conocer toda esta información es muy precipitado afirmar que este tipo de dieta sea la mejor opción o la más saludable para cualquier persona. Si no tenemos ninguna reacción adversa al gluten (enfermedad celiaca o sensibilidad al gluten no celiaca), la clave no está en eliminarlo de nuestra dieta para hacerla más saludable o para perder peso, la clave estará en llevar una alimentación equilibrada que incluya frutas, verduras, granos enteros, proteínas y grasas saludables para poder mantener un óptimo estado de salud. Recuerda que acudir con un especialista te ayudará a tener una dieta que se adapte a tus necesidades y objetivos.
