Además del truco de maquillaje de María Félix para que sus ojos se vean más grandes, sabemos que otro de los aspectos de belleza que se llevaban mucha admiración era la piel sana y joven. La Doña era conocida por cumplir con regímenes rigurosos de belleza y alimentación, siempre cuidando qué usaba en el cutis o cómo formaba una dieta saludable —es más, uno de sus secretos más empleados era meter la cara en agua helada o con hielo para mejorar la circulación de la piel y reducir inflamación—. Lo cierto es que hay un platillo que María Félix comía y resultaba en una fuente de proteína que además protegía a su lozana piel: el jugo de carne.
La dieta de María Félix para cuidar de su piel
María Félix murió a los 88 años, pero durante sus casi nueve décadas de vida no dejó de mostrar esa fuerte presencia con una personalidad singular y mucha sólida belleza tanto por fuera como por dentro. En entrevista a la revista Claudia, Félix habló de la dieta con la que lleva un cutis ideal: “Mi dieta es rigurosa. En la comida un plato de carne asada con alguna verdura, no bebo agua durante la comida y de postre dos o tres guayabas, que son muy ricas y muy alimenticias. No hay nada mejor que mis guayabas totonacas. Los domingos hago una excepción y mando a volar la dieta”.
La parte de la carne y verduras se complementa con la información del libro Dos veces única de Elena Poniatowska donde explica que La Doña solía visitar una fondita en la calle de Liverpool, colonia Juárez en la Ciudad de México, y siempre pedía un jugo de carne acompañado de cuatro zanahorias crudas.
Si bien el jugo de carne, también conocido como au jus, no se aplica directamente a la piel, su consumo puede ofrecer algunos beneficios indirectos que podrían mejorar la salud de la piel desde adentro. Entre estos beneficios están:
- Proteínas: Las proteínas son esenciales para la construcción y reparación de tejidos, incluida la piel. Son fundamentales para la producción de colágeno y elastina, que proporcionan estructura y soporte a la piel, manteniendo su firmeza y elasticidad.
- Hierro: El hierro es necesario para transportar oxígeno a las células, incluyendo las de la piel. Una deficiencia de hierro puede provocar piel pálida y seca.
- Zinc: El zinc es un mineral importante para la cicatrización de heridas y la función inmunológica. También ayuda a proteger la piel del daño oxidativo causado por los radicales libres.
- Vitaminas del complejo B: Estas vitaminas son esenciales para diversos procesos metabólicos que afectan la salud de la piel. La vitamina B2, por ejemplo, ayuda a proteger la piel del daño solar, mientras que la vitamina B3 ayuda a mantener la piel hidratada.