1. Fumar es un factor de riesgo
Hasta las cajetillas lo anuncian: fumar es perjudicial para la salud. El doctor Ángel Herrera Gómez, subdirector del Instituto Nacional de Cancerología (INCAN), afirma que el cigarro “es el cancerígeno identificado y estudiado, con intensidad, más potente que existe para efecto de la mama. Se ha demostrado que los cancerígenos se excretan a través de millones de conductos mamarios, los cuales están activos de manera permanente, independientemente del estado de fertilidad en virtud de que cada mes tanto los tejidos mamarios y del útero se preparan para un posible embarazo”.
2. Hacer ejercicio disminuye la aparición de cáncer
El beneficio se obtiene porque el ejercicio “remueve los depósitos de grasa del organismo”, comenta Fernando Guisa Hohenstein, presidente de la Fundación Mexicana de Fomento para la Prevención Oportuna del Cáncer de Mama, A.C. (FUCAM). “Se ha comprobado que es bueno para dos tipos de pacientes. En el primer caso, cuando ya ha tenido cáncer diagnosticado y tratado, disminuirá la recurrencia de la enfermedad si comienza a hacer ejercicio. En el segundo, cuando las mujeres nunca lo han tenido, puede disminuir el riesgo de su aparición. Es importante aclarar que no se trata de efectuar actividades extenuantes; con caminar tres minutos al día, cinco días a la semana, te estás protegiendo. Es decir, no es necesario correr un maratón ni participar en las olimpiadas para lograrlo”, dice la doctora Nuria Lawson, cirujana de Palmetto General Hospital, en Florida. Lee: Científicos revelan que el vino blanco aumenta el riesgo de cáncer de piel
3. Es sano mantener un peso estable
Es cierto, “el sobrepeso propicia una mayor concentración de estrógenos (hormonas sexuales, producidas por los ovarios y, en menor cantidad, por las glándulas adrenales) circulando por el cuerpo y, como consecuencia, incrementan el riesgo de tumores estrogenodependientes, como el de mama, endometrio y ovario”, explica el doctor Herrera. Por su parte, Lawson comenta que “se ha visto que las mujeres con obesidad aumentan el riesgo de tener cáncer en un 40 por ciento; esto es porque las mujeres que son obesas tienen un aumento de estrógenos. Hay que recalcar que el riesgo por obesidad aumenta en mujeres postmenopáusicas”.
4. Es malo consumir estrógenos
Aunque hay una relación entre los niveles de estrógenos y la formación de tumores, su consumo no siempre es nocivo. El representante de FUCAM menciona que “la ingesta de estrógenos es recomendable por el médico, siempre y cuando esté respaldado con estudios como mastografía y de valores estrogénicos. En cualquier caso, se debe mantener una vigilancia estricta por el médico tratante”. “Las jóvenes que, por ejemplo, toman pastillas anticonceptivas, no tienen un aumento de riesgo. Éste se da cuando consumen la hormona en una etapa postmenopáusica”, considera Lawson. En cualquiera de los casos, como recalca el doctor Herrera, “a mayor exposición, el riesgo aumenta progresivamente”.
5. Es importante mantener una dieta balanceada
Si consideras que a través de una dieta balanceada mantendrás un peso estable, te preocuparás por lo que consumes. “Ningún estudio ha comprobado que las frutas y los vegetales disminuyan el riesgo al cien por ciento, pero indudablemente son benéficos. La razón es sencilla: es difícil estar obesa comiendo frutas y vegetales”, considera la cirujana. El representante de Incan ve una relación con el peso y sus mencionadas consecuencias; “además, se han identiicado que los vegetales verdes contienen antioxidantes, que, hasta el momento, parecen disminuir el riesgo de cáncer en general; aunque el impacto mayor es en los casos de colon y recto”. Lee: 5 alimentos que te ayudarán a vivir más
6. Hay una relación entre estrés y cáncer
“Realmente no es un factor que se ha comprobado que aumente el riesgo de cáncer de seno”, aclara la doctora radicada en Florida. Sin embargo, sí hay una relación entre ambos, pues la tensión “es una depresión del sistema inmunológico, lo cual tiene un impacto en las células de defensa inmunológica encargadas de detectar que nuestras células se replicaron de manera anormal. De tal forma que, indirectamente, sí puede tener un efecto negativo”, como describe Herrera.
7. Cualquier nódulo en el seno es cancerígeno
“No, el 80 por ciento de la patología mamaria es benigna”, informa Guisa. Lawson dice que “la mayoría de los nódulos que las mujeres se palpan no son cáncer. Pueden ser quistes que que forman, cilindros llenos de líquido, tumores benignos o hasta fibrocidades”. Sin importar cuál sea el caso, ante cualquier anomalía, es mejor visitar a tu médico. “Los médicos capacitados para realizar la evaluación adecuada, así como una correcta interpretación de los estudios, son especialistas en oncología”, aconseja Herrera.
8. Los hombres no padecen cáncer de seno
Totalmente falso, aunque en una medida mínima, también pueden sufrirlo. “A ellos les puede dar cáncer de seno. Es más, uno por ciento de los cánceres de mama diagnosticados se da en los hombres”, considera Lawson. Guisa comenta que esto sucede “en una proporción de 1 a 10 mil”. Lee: 6 alimentos saludables que debes evitar comer en exceso
9. Si algún familiar padeció cáncer, aumentan tus posibilidadEs de tenerlo también
El representante de FUCAM afirma que “predisponerte es un factor de riesgo”. El doctor Herrera comenta que “es determinante cuando existen dos familiares de primer grado con cáncer de mama. Aunque el 95 por ciento de los casos es esporádico, es decir, no hubo un antecedente familiar documentado”.
10. Es nocivo consumir alcohol
Eso es falso, claro, “siempre y cuando la ingesta de alcohol no sea mayor a dos o tres copas diarias”, como afirma Guisa. Inclusive, como menciona el representante del Incan, “parece que dosis bajas de vino tinto, además de disminuir el riesgo de enfermedades cardiovasculares, disminuyen el riesgo de cáncer de mama”. Por Beatriz Velasco