El 20 de marzo es el Día Internacional de la Felicidad 2020, para celebrarla como se debe (con una sonrisa en la cara) te compartimos 5 sencillas acciones. Sin embargo, las noticias actuales no son tan alentadoras, pues la pandemia que representa el virus COVID-19 ha trastocado al mundo tal y como lo conocemos. De ahí que, actualmente, la palabra felicidad se vuelva en tema central para muchos. La Real Academia Española la define como el: “estado de grata satisfacción espiritual y física”. Pero la definición del Dalai Lama puede sernos de mayor utilidad, según él: “La felicidad no es algo que ya esté hecho, emana de nuestras propias acciones”. Al final, como dijo el clérigo Douglas Horton: “Sonríe, es una terapia gratuita”. Y, como mencionó Albert Schweitzer, recuerda: “La felicidad es la única cosa que se multiplica cuando es compartida. En momentos donde la distancia social es una medida de prevención básica, ¿cómo podemos seguir siendo felices? Para responder a la interrogante, consulté a familiares y amigos, y sus respuestas son sorprendentes:
1. "¡Bailar! Siempre cambia el humor”, Salvador Hernández (editor)
Se trata de una de las prácticas humanas más antiguas que existen, además de ser uno de los ejercicios más completos para cuerpo y mente. Y detrás de la acción y la reacción hay una respuesta científica, pues al bailar liberamos endorfinas en nuestro cerebro, las cuales actúan como neurotransmisores generando sensación de bienestar.
2. “Cantar siempre me anima ", Paola Rubio (diseñadora)
Se trata de una efectiva práctica que nos ayuda a mejorar el control de nuestros sentimientos, sean de tristeza, ansiedad, felicidad y enojo. De hecho, en un estudio publicado en The Journals of Gerontology pudo verse que cuando los adultos mayores empiezan a ir a algún coro comunitario para cantar, se reduce su sensación de soledad y su salud mejora. ¿Y para cuando no se puede ir a un coro? Aquí una brillante solución:
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3. “Sentir mi cama cuando estoy muy cansada”, Abigail Cid, abogada
El descanso es un punto fundamental en la felicidad, es esa pausa que nos reconforta y llena de energía para continuar. Según Tal Ben Shahar, quien imparte la materia de Psicología Positiva en Harvard, hay tres tipos de descanso: 1) Micro Consiste en tomar descansos de segundos o minutos cada dos horas, en los que recomienda caminar, respirar profundo; pues estas pautas permiten relajarnos. 2) Mezzo Dormir bien y descansar durante la noche o incluso, si lo necesitas, tomar unos días de descanso. 3) Macro Por ejemplo varios días de descanso, vacaciones cada vez que se pueda, ir a pescar u otro tipo de actividades que te relajen.
4. “Leer porque me permite viajar con la imaginación a lugares insospechados y huir de las calamidades actuales”, Edith Castelán (historiadora)
Evidentemente, no tooodo lo que leemos es un detonador de una sonrisa. Sin embargo el ejercicio de leer, concentrarse en el aquí y el ahora, viajar con la mente, decodificar las letras y transformarlas en situaciones, activa zonas de la corteza del cerebro, que reconocen el valor semántico. Se trata de todo un ejercicio para el cerebro, por eso en la School of Life de Londres, Inglaterra, un grupo de biblioterapeutas quieren ayudar a que las personas utilicen la ficción para cambiar sus vidas a un nivel más profundo. https://www.instagram.com/p/B977pFfj0rZ/?utm_source=ig_web_copy_link
5. “Escuchar música me levanta el ánimo y me llena de energía”, Thalía Velasco (restauradora de patrimonio cultural)
Al igual que la lectura, todo depende de qué canciones escuches, no todos los acordes se transforman en una sonrisa en nuestra cara. Una investigación realizada por la Universidad de Frankfurt, en Alemania, explicó los beneficios que la música tiene para el cerebro, comola liberación de endorfinas y oxitocinas, las hormonas que producen placer, y también, de cortisol, que reduce el estrés.
Además, otras actividades que encontré que mejoran nuestro ánimo son: - admirar la naturaleza - disfrutar a nuestros animales - convivir con tu pareja - disfrutar a tu familia - reír con amigos - guisar algo sabroso y compartirlo - bajar unos kilos de peso - disfrutar la naturaleza (con su luna y estrellas) - terminar un proyecto - remojar y lavar los pies en agua caliente - disfrutar despacito tu postre preferido - ver el amanecer en zonas con montañas - recordar y compartir anécdotas familiares divertidas - volver a leer fragmentos de tus libros preferidos
