La historia se repite cuando llegado el momento de escaparte a la playa, abres la caja en la que guardaste los bañadores del año anterior y te encuentras con una montaña de piezas no muy favorecedoras... Las piezas de baño son unas de las más delicadas del armario por el tipo de ‘ataques’ a los que están expuestas, siempre de una forma muy intensa: el sol, las cremas, el cloro, la sal, la arena; todo en uno. La buena noticia es que de ahora en adelante, cada que los mires conseguirás alargar su vida útil y poder seguir luciéndolos varios años más, gracias a los siguientes consejos dictados por expertas. La pregunta es: ¿Tengo que hacer algo antes de utilizarlos por primera vez? Exponer la pieza con agua fría o tibia para descartar posibles decoloramientos que puedan producirse en contacto con la sal del mar o el cloro de la alberca”. Además, es primordial elegir piezas de calidad elaboradas con materiales resistentes. No te dejes engañar: elegir materiales reciclados no implica que sean más susceptibles. ¿El uso de bloqueadores perjudica (también) el estado de los trajes de baño? Las prendas de baño no se llevan muy bien con las lociones solares; al ser tan grasas, pueden atacar al elástico. Los componentes de cremas solares y aceites con SPF pueden dañar los tejidos y potenciar su decoloración. Lo ideal es evitar esparcir producto lo menos posible. La humedad no es buena para ellos Procura tenerlos mojados y sin aclarar el menor tiempo posible. A veces es complicado, pues tienen que aguantar largos trayectos de vuelta a casa, pero hay que tenerlo muy en cuenta, para evitar la aparición de hongos.
¿Cuándo lavarlos?
Cuanto antes. Y no solo cuando ha pasado por el agua de mar o de la alberca, sino también si solamente los has usado para tomar el sol.