8 Gestos para conseguir que tus trajes de baño duren (más) en buen estado

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La historia se repite cuando llegado el momento de escaparte a la playa, abres la caja en la que guardaste los bañadores del año anterior y te encuentras con una montaña de piezas no muy favorecedoras... Las piezas de baño son unas de las más delicadas del armario por el tipo de ‘ataques’ a los que están expuestas, siempre de una forma muy intensa: el sol, las cremas, el cloro, la sal, la arena; todo en uno. La buena noticia es que de ahora en adelante, cada que los mires conseguirás alargar su vida útil y poder seguir luciéndolos varios años más, gracias a los siguientes consejos dictados por expertas. La pregunta es: ¿Tengo que hacer algo antes de utilizarlos por primera vez? Exponer la pieza con agua fría o tibia para descartar posibles decoloramientos que puedan producirse en contacto con la sal del mar o el cloro de la alberca”. Además, es primordial elegir piezas de calidad elaboradas con materiales resistentes. No te dejes engañar: elegir materiales reciclados no implica que sean más susceptibles. ¿El uso de bloqueadores perjudica (también) el estado de los trajes de baño? Las prendas de baño no se llevan muy bien con las lociones solares; al ser tan grasas, pueden atacar al elástico. Los componentes de cremas solares y aceites con SPF pueden dañar los tejidos y potenciar su decoloración. Lo ideal es evitar esparcir producto lo menos posible. La humedad no es buena para ellos Procura tenerlos mojados y sin aclarar el menor tiempo posible. A veces es complicado, pues tienen que aguantar largos trayectos de vuelta a casa, pero hay que tenerlo muy en cuenta, para evitar la aparición de hongos.

¿Cuándo lavarlos?

Cuanto antes. Y no solo cuando ha pasado por el agua de mar o de la alberca, sino también si solamente los has usado para tomar el sol.

¿Cómo lavarlos?

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Lavarlos siempre a mano y en agua fría es esencial. El agua caliente es mala para este tipo de tejidos (dato a tener en cuenta si tienes la suerte de pasar algún minuto de tu verano dentro de un jacuzzi. En ese caso, trata de no utilizar tu bañador favorito, por si las dudas). El agua dulce es esencial, pero también el cuidar el jabón que se utilice. La importancia de utilizar un jabón neutro para poder quitar todos los agentes corrosivos que puedan deformar o decolorar el bañador, sin dañarlo aún más en el proceso. Hay que evitar cualquier blanqueador, suavizante o agente químico. Lo ideal es sumergir la pieza durante unos minutos en un recipiente de agua dulce y fría con un poco de jabón neutro; dejarlo a remojo y aclararlo bien. Para evitar hacer espuma la próxima vez que te sumerjas en una alberca. Secarlos es igual de importante
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Primero porque, como decíamos antes, la humedad y los trajes de baño, por opuesto que resulte, no se llevan bien. Y segundo porque no vale secarlos de cualquier manera: exponerlos directamente al sol los daña igual que cuando nos bronceamos y pueden tomar una tonalidad amarillenta. No hay que escurrirlos retorciéndolos, ya que de que ser muy bruscos con esos gestos podría deformarlos. La solución es envolverlo en una presionando para retirar el exceso de agua. El uso de secadora queda completamente descartado con este tipo de prendas.

¡Cuidado con dónde te sientas!

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Las superficies rugosas como la orilla de la piscina podrían dañar el tejido o engancharlo, por lo que poner una toalla no está de más. Seguir estos consejos te ayudará a disfrutar lo que queda del verano sin preocupaciones. Es un hecho.

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