Conversamos con la artista colombiana Tatiana Camacho de su visión sobre el desnudos femenino a través de la fotografía, y el poder de colocarse en los zapatos de sus sujetos. La naturaleza está intrínsecamente ligada al cuerpo; desde las siluetas, hasta las texturas y su movimiento. Tatiana Camacho, fotógrafa bogotana, ve su comunión a través de la lente y la captura al presionar el botón. Su propuesta es dejar atrás los prejuicios y tabúes que existen alrededor de la forma desnuda, mirando hacia las imperfecciones que le dan su perfección desde una perspectiva naturalista. El proceso se vuelve una experiencia íntima al desnudarse ella junto con el sujeto de su imagen. La desnudez compartida entre fotógrafa y modelo activa una atmósfera fértil de empatía que permite explorar nuevas dimensiones del cuerpo. Su primera exposición individual —Beauty, Biology & Belief— visitó la Ciudad de México para compartir esta visión.
Harper’s: Desde tu mirada, ¿cómo has vinculado el desnudo con la naturaleza? Tatiana: La expresión de nuestro estado desnudo permite un acceso inmediato al vínculo inherente entre el mundo natural y nosotros. En él, sucede una transformación magnifica en la que nos permitimos estar desnudos en la naturaleza y conectar con nuestro lado salvaje, con nuestra sabiduría innata, la sabiduría de nuestro cuerpo y entender nuestra conexión con la tierra. Sin embargo, el vínculo que realmente importa para mí, es la experiencia de estar ahí, en ese estado; viviendo este contacto sin barreras. H: ¿Cómo le das un sentido al cuerpo en el contexto de la fotografía? T: Al ver un cuerpo desnudo, perfecto en su imperfección junto a un paisaje natural, es como si a nuestras neuronas se les facilitara conectar. La fotografía me interesa por su valor estético y por su capacidad informativa. Me interesa comunicar al espectador sobre la importancia del gozo y el bienestar que brinda un contacto tan íntimo con la naturaleza. Ver cuerpos en la obra, ayuda a que el espectador se vea a sí mismo reflejado en las fotos y que lo inspire a tener ese contacto.
H: ¿Es posible separar el erotismo del desnudo? ¿Cómo lo logras? T: Eso está en el ojo del observador. La interpretación del observador es algo que se sale por completo de mi control. Más que separarlo intento ofrecer una propuesta diferente sobre lo que es el erotismo y el desnudo. Busco normalizar y aterrizar el desnudo como algo que somos, vemos y vivimos todos los días. Mi intención es abrir caminos que promuevan la libertad del cuerpo, que se disuelva la vergüenza colectiva de enseñarlo y usarlo o de sentirnos avergonzados de él. H: ¿Qué diferencia ha hecho para ti el acto de desnudarte para capturar a tus modelos? T: ¡Hizo toda la diferencia! Es impresionante cómo cambia la energía de la sesión cuando te pones en los zapatos de quien estás fotografiando. Es comunicarle a tu sujeto sin palabras: “Estoy contigo y entiendo lo vulnerable que te sientes al estar desnudo frente a un extraño. Te agradezco que confíes en mí pues yo, al desnudarme también, estoy confiando en ti. No estoy aquí para catalogarte ni juzgarte. Estoy aquí para, a través de esta sesión, inspirarte a que te aceptes un poco más”. Los vínculos que he creado con las personas que he fotografiado no se pueden expresar con palabras, pero son hermosos y muy fuertes. Esto ha sido porque las sesiones no son cualquier photoshoot sino una experiencia, a través de la cual, lo que menos importaba era la foto final. Lo que vibraba, lo que se sentía era el gozo, la diversión, volver a sentirnos niños, estar presentes y permanecer conectados.
H: ¿Cuál es el concepto o narrativa que esperas transmitir a través de tu exposición? ¿Cómo podemos conectar con ella? T: Mi fascinación por la experiencia humana como parte de un organismo vivo natural y el potencial ilimitado que traemos dentro es la base de todo lo que hago. Mi agradecimiento e interés por el lenguaje del cuerpo es el eje de mi bienestar e inspiración. A través de esta exposición, busco ofrecer una mirada más suave hacia el desnudo femenino e invitar al público a acercarse a lo natural sin barreras. Deseo recordar al espectador que todos vivimos adentro de un cuerpo, el cuál es un vehículo hermoso, digno de ser visto aceptado y adorado. Para conectar con la exposición, creo que solo es cuestión de ir con la mente y el corazón abiertos. Observar los juicios que puedan surgir en el dialogo interno que genera cada pieza y cuestionarlo. H: ¿Qué significa para ti el concepto de ‘lo femenino’? T: ¡Estamos en un momento de la humanidad en la que siento que hay mucha confusión sobre este tema! El rol de género, la expresión de la sexualidad y sensualidad, el feminismo son temas delicados. He encontrado muchos tipos de mujeres en el camino y todas son femeninas de distintas maneras. El concepto de lo femenino para mí se puede resumir a las cualidades intuitivas, receptivas, cariñosas, nutrientes y suaves que se encuentran en todos nosotros. Sigue el trabajo en fotografía de Tatiana Camacho a través de su perfil de Instagram.