No es un secreto que Cannes ha tenido una relación incómoda con la paridad de género, respondiendo a la creciente demanda de películas diversas con cambios menores. El director del festival, Thierry Frémaux, fue criticado por esto en la conferencia de prensa de apertura, con su afirmación francamente inexacta: “Nunca ha habido tantas directoras en la selección oficial porque nunca ha habido tantas directoras en la industria como Un todo. ”Aplauso lento. Dicho esto, se han batido récords en la Croisette este año. Hay 25 por ciento más mujeres cineastas en la competencia principal que en 2018 y una de ellas, Mati Diop, se convirtió en la primera mujer negra en competir por la Palma de Oro. Aquí celebramos algunas de las mejores películas de mujeres en Cannes.
Pequeño joe
“Eres una buena madre, pero ¿cuál de tus hijos elegirás?” Este es el dilema que enfrenta la botánica adicta al trabajo Alice (Emily Beecham), quien se debate entre cuidar de su hijo adolescente Joe y su diminuto homónimo Little Joe. La planta que ella diseña genéticamente para hacer feliz a la gente. Las floraciones antropomorfizadas, que emiten silbidos de polen intoxicante al anochecer, pronto se vinculan a una serie de cambios de humor infinitesimales entre los colegas de Alice y, lo peor de todo, Joe. ¿Los que la rodean son realmente buenos, como afirman tan firmemente? ¿O la están encendiendo? Escrito y dirigido por la cineasta austriaca Jessica Hausner, Little Joe es una maraña absorbente de infracciones de protocolo y una implacable percusión que cuestiona de manera emotiva la ética del avance científico. 
Practica tus caídas de muerte y prepara una mirada enfermiza porque la categoría es la realidad del salón de baile de Nueva York. Ubicado en la escena de resistencia subterránea de Harlem (como la fabulosa Pose de la serie FX ), la Autoridad Portuaria de Danielle Lessovitz es una historia de amor improbable que choca con dos mundos antitéticos, luego revuelve a través de la lluvia romántica. Recién salido de una sentencia de prisión, Paul (Fionn Whitehead) se ha tragado la incuestionable masculinidad de sus compañeros sin hogar, sin mangas de tatuajes. Sin embargo, se ve obligado a reevaluar sus prejuicios cuando se enamora de Wye (Leyna Bloom), un miembro de la casa de drag de McQueen, y descubre tardíamente que ella es trans. El elenco de la película, que se entregó a una muestra encantadora de voguaje espontáneo en la alfombra roja de Cannes, hizo historia en su estreno, específicamente su protagonista. Leyna Bloom se convirtió en la primera mujer transgénero de color en encabezar una película en el festival, que describe como un momento que ha “abierto [una puerta] para que muchas personas se sienten a la mesa”.
Autoridad Portuaria
Practica tus caídas de muerte y prepara una mirada enfermiza porque la categoría es la realidad del salón de baile de Nueva York. Ubicado en la escena de resistencia subterránea de Harlem (como la fabulosa Pose de la serie FX ), la Autoridad Portuaria de Danielle Lessovitz es una historia de amor improbable que choca con dos mundos antitéticos, luego revuelve a través de la lluvia romántica. Recién salido de una sentencia de prisión, Paul (Fionn Whitehead) se ha tragado la incuestionable masculinidad de sus compañeros sin hogar, sin mangas de tatuajes. Sin embargo, se ve obligado a reevaluar sus prejuicios cuando se enamora de Wye (Leyna Bloom), un miembro de la casa de drag de McQueen, y descubre tardíamente que ella es trans. El elenco de la película, que se entregó a una muestra encantadora de voguaje espontáneo en la alfombra roja de Cannes, hizo historia en su estreno, específicamente su protagonista. Leyna Bloom se convirtió en la primera mujer transgénero de color en encabezar una película en el festival, que describe como un momento que ha “abierto [una puerta] para que muchas personas se sienten a la mesa”. Retrato de una dama en llamas
El director francés Céline Sciamma siempre ha estado fascinado con la creación de imágenes como una piedra angular de la identidad, mostrando sus caracteres AUTOTRANSFORMACIÓN en términos de género (como en el drama trans Tomboy )y moneda social (ilustrada por la pandilla femenina en la infancia ). Ahora, su delicado drama del siglo XVIII, Retrato de una dama en el fuego , que muestra un elenco de mujeres, crea su heroína a través de la pintura. Marianne (Noémie Merlant) ha sido el encargado de hacer que Eloísa (el ganador César doble Adèle Haenel) en la lona después de un artista masculino no estar a la altura. A fuerza de pasar tiempo juntos, la relación de las mujeres evoluciona gradualmente en una suave romance, capturado en tierna intimidad - una inyección de Marianne dibujando a sí misma en un espejo apoyado contra el abdomen de su amante es un particular, se destacan. Con su cuidadoso examen de las preocupaciones contemporáneas (incluidos los derechos reproductivos y la difícil situación de las artistas femeninas), Portrait Ha sido uno de los títulos más buzziest en la Croisette. Mañana podría irse a casa con la Palma de Oro (también a la hora, ya que la primera y última vez que una directora ganó el premio fue en 1993).
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Crecer es difícil de hacer, especialmente para los adolescentes de hoy en este mundo hiperconectado e impulsado por las redes sociales. Pippa Bianco debut como director Compartires una fotografía sombría de la facilidad con que se puede armar el contenido digital. Nos encontramos con Mandy (Rhianne Barreto) de 16 años, amante de la diversión y arrugada en su jardín delantero después de una noche de borrachera con sus amigas, completamente inconscientes de lo que sucedió. Cuando un video perturbador de ella (parcialmente desnuda, inconsciente y abofeteada por niños) circula entre sus compañeros de clase, Mandy se ve obligada a enfrentar los eventos de la fiesta. A pesar de sus esfuerzos por alejarse de sus problemas jugando videojuegos de carreras de autos, lucha por escapar de su trauma, con las notificaciones de ping de los cibernéticos siempre presentes en la escuela secundaria y en casa. La presentación de la película sobre el aislamiento que viene con la denuncia de abuso sexual es particularmente oportuna en esta época de Me Too, y Bianco la maneja con sensibilidad en Cannes. 
La cineasta costarricense Sofía Quirós Úbeda crea un espacio liminal de paisajes de ensueño y realidades aplastantes en Tierra de cenizas , que se estrenó en la barra lateral de la Semana de la Crítica de Cannes. Criada por sus abuelos después de la muerte de su madre, Selva, de 13 años (Smashleen Gutiérrez), ha tenido que crecer sola y se enorgullece de su madurez, enseñando a compañeros con los ojos abiertos en el patio de la escuela a besar y cocinar para sus enfermos cuidadores. La desaparición de su abuela y la pérdida de la voluntad de vivir de su abuelo le dan a Selva más responsabilidades de las que ella esperaba, empujándola fuera de la etapa de la infancia hasta la edad adulta. Quirós Ubeda toca delicadamente el luto y la pérdida de inocencia en esta impactante película.
Tierra de cenizas
La cineasta costarricense Sofía Quirós Úbeda crea un espacio liminal de paisajes de ensueño y realidades aplastantes en Tierra de cenizas , que se estrenó en la barra lateral de la Semana de la Crítica de Cannes. Criada por sus abuelos después de la muerte de su madre, Selva, de 13 años (Smashleen Gutiérrez), ha tenido que crecer sola y se enorgullece de su madurez, enseñando a compañeros con los ojos abiertos en el patio de la escuela a besar y cocinar para sus enfermos cuidadores. La desaparición de su abuela y la pérdida de la voluntad de vivir de su abuelo le dan a Selva más responsabilidades de las que ella esperaba, empujándola fuera de la etapa de la infancia hasta la edad adulta. Quirós Ubeda toca delicadamente el luto y la pérdida de inocencia en esta impactante película. 
