A él le debemos la creación y posterior popularización del estampado Oblique, un motivo esbozado con el logotipo de Dior en 1963 que Maria Grazia rescató tras su llegada a la casa francesa. No en vano, Bohan aterrizó en la maison en 1961, coincidiendo con la salida de Yves Saint Laurent, y ostentó el cargo durante casi tres décadas, hasta 1989. Ahí es nada.
Durante todo ese tiempo, el francés recuperó las siluetas propias de los años 20 y 30, impregnó sus creaciones con un halo romántico e intimista y se ganó la confianza de verdaderos iconos de estilo de la época, como Jackie Kennedy o Brigitte Bardot. Aunque la riqueza de su legado es incuestionable, su personalidad discreta ha hecho que el suyo sea el nombre menos conocido de los hasta ahora siete que han pasado por el trono de Dior. Tras su salida de la casa francesa, Marc Bohan dio el salto a Norman Hartnell, una firma históricamente ligada a la familia real británica, donde trabajó hasta que, en 2002, anunció su retirada.
Diseñadores olvidados: Stefano Pilati
Llegó a Saint Laurent cuando aún era cien por cien Yves, tanto por el nombre de la marca como por el estilo con el que se concebía cada prenda. Stefano Pilati arribó a la marca francesa en el año 2000, pero no fue hasta cuatro años después, cuando Tom Ford renunció como director creativo, cuando él se puso al frente. La era Pilati supuso la vuelta a los orígenes de la marca, una época marcada por el trabajo puntilloso, el uso de materiales nobles (como el terciopelo), la abundancia de patrones con corte clásico (elegantes y efectivos a partes iguales) y la presencia de diseños que huían de lo estridente para aposentarse sobre lo comercial, algo que marcaba un punto y aparte con todo lo que había hecho antes su predecesor.
Tras su salida de Yves Saint Laurent (y ser sustituido por Hedi Slimane), el diseñador milanés probó suerte en varias firmas, como Agnona o Ermenegildo Zegna, hasta que a mediados de 2016 decidió centrarse en su firma homónima. Hace unos meses sorprendió a la industria lanzando Random Identities, una pequeña marca con sede en Berlín y cargada de prendas unisex.
Diseñadores olvidados: Erik Mortensen
Puede que su nombre ni te suene, pero fue uno de los diseñadores más famosos y estuvo casi una década al frente de una de las casas francesas con más relumbrón del siglo pasado: Balmain. Y es que, tras la muerte de su fundador, en 1982, Erik Mortensen tomó las riendas de la maison. Durante esta época, el danés creó hasta 17 colecciones diferentes en las que continuaba con el legado de su mentor, todas ellas caracterizadas por una sobrada sofisticación y por premiar las formas de la mujer.
¿Una curiosidad? Durante los 8 años que Mortensen estuvo al mundo el terciopelo negro fue el tejido que más se utilizó. Tras su salida de Balmain (lo sustituyó Oscar de la Renta), el creador se convirtió en jefe de diseño de Jean-Louis Scherrer. Murió en París en 1998.
Diseñadores olvidados: Rosella Jardini
A estas alturas de la película se nos antoja complicado pensar en Moschino sin Jeremy Scott. Pero sí, ocurrió. Y su antecesora no fue menos importante. Rossella Jardini cogió las riendas de la casa fundada por Franco Moschino en 1994, justo tras la muerte de este, y ostentó el cargo de directora creativa hasta 2013, cuando llegó la ‘revolución Scott’. Durante todos esos años, la creativa volvió a hacer de la firma una de las más poderosas del made in Italy. ¿Su secreto? Continuar con el legado de la marca, sí, pero llenando las prendas con aún más contenido y volviéndolas más irreverentes. Tras su salida de la marca, la creadora ha colaborado con varias firmas, como Missoni.
Diseñadores olvidados: Dai Fujiwara
Cinco años fueron suficientes para que Dai Fujiwara dejara huella en Issey Miyake. El creador nipón aterrizó en la marca en 2006 y antes de irse, en 2011, ya había dejado un hueco irremplazable. El uso de colores vibrantes y alegres (que a menudo ‘robaba’ de las naturaleza) y estampados vivos y el conocimiento y profundo respeto del pasado de la firma lo convirtieron en uno de los mejores diseñadores de la industria asiática.
En los años posteriores a su salida ha colaborado estrechamente con varias compañías, como Camper, y se ha dedicado a impartir talleres en los que desgrana la profesión de diseñador, tanto en su Japón natal como en el resto del mundo.
Diseñadores olvidados: Gianfranco Ferré
Fue el sustituto perfecto para Marc Bohan en Dior. Y con él llegó la polémica. Y es que los diseñadores más puristas del sector no veían con buenos ojos que un italiano cogiera las riendas de una casa ‘tan francesa’ como lo era esta. Sin embargo, Gianfranco Ferré firma una de las épocas más prolíficas de su historia. Contribuyó a crear una moda mucho más democrática y accesible que respetaba el ADN de la maison, utilizó materiales excepcionales, cortes estratégicos y exploró la dualidad hombre-mujer en sus creaciones. Todo ello de la mano de las grandes supermodelos del momento. Tras él, fue el siempre excesivo John Galliano el que cogió la varita de Dior, en 1996. Él, en cambio, se centró en su firma homónima, hasta que falleció en 2007.