La actriz Fátima Molina, la beauty blogger Michelle Zaragoza y la futbolista Daniella Espinoza han atravesado por un camino lleno de barreras que vivieron con decepción, pero gracias a su determinación lograron generar un cambio en sus vidas para hacer realidad sus sueños y ser inspiración para otras mujeres. Nadie está exento de pasar por momentos difíciles que llegan al punto de hacernos dudar de nuestras capacidades y de quién somos. Un resultado negativo sobre algo que esperábamos con ilusión, la opinión desafortunada de otras personas y hasta el hecho de anhelar sobresalir en un campo que en apariencia nos está negado por alguna razón, puede romper con todas nuestras ilusiones. La buena noticia es que esas experiencias vienen cargadas de aprendizajes que sirven para fortalecernos y enseñarnos que aún en los panoramas adversos siempre hay oportunidad de transformarlos en crecimiento y volvernos imparables.
Ellas lo vivieron y ahora inspiran
Cuando Fátima Molina logró su primer protagónico en una telenovela Te acuerdas de mí, de Televisa, su felicidad se empañó momentáneamente por las críticas que recibió ya que en apariencia el público opinaba que su imagen física distaba mucho de la que, desde su perspectiva, una protagonista debería de tener. “Me sorprendió esta reacción porque nunca me había enfrentado a algo así y esto se convirtió en un tema muy delicado porque había mensajes de odio que me hicieron sentir vulnerable”, confiesa la actriz que forma parte de la iniciativa de Hugo Boss y Harper’s Bazaar que celebra a las mujeres y las impulsa para alcanzar sus sueños. El primer aprendizaje que obtuvo de esta desagradable experiencia fue que nunca hay que menospreciar a los demás ni a una misma: “Hay que estrechar la mano de las mujeres que nos rodean. Las mujeres estamos para apoyarnos, luchamos por ser vistas y el apoyo debe ir más allá de un post en redes sociales. Yo quiero ser de la generación del cambio y luchar hasta que logremos una equidad verdadera”, comparte Fátima. Y agrega que su segundo aprendizaje es la determinación, que concibe como tener convicciones claras acerca de lo que cree de sí misma, la forma en que piensa y actúa, y que éstas sean inalterables, le ha ayudado a tener control sobre su vida: “Para mí el control se traduce en dormir en paz, sin preocupaciones y poder mantenerme tranquila con mi presente, con lo que hago y con lo que digo”.
El prisma de la belleza
Todas somos diferentes, pero cuando estas diferencias se hacen evidentes, muchas veces pueden convertirse en un obstáculo para hacer realidad los sueños. Michelle Zaragoza, la conocida beauty blogger que padece de vitiligo lo supo cuando subió a la red su primer video, “cuando me di cuenta de que había dedicado mi vida a todo menos a ser feliz conmigo misma y descubrí que no tenía una misión en la vida, tomé acción y pensé en cumplir mi sueño de hacer vídeos para redes sociales sobre maquillaje”. A lo largo de su vida nunca había sido víctima de bullyng, discriminación ni de comentarios hirientes sobre su condición, pero no fue igual en estos canales y dice, fue algo muy doloroso sin embargo, aprendió a darle un enfoque positivo y se convirtió en una prueba superada en su vida. Sin duda fueron muchas las lecciones que aprendió de su experiencia antes de convertirse en una influencer, pero algo que valora y comparte en primer lugar es que nunca hay que renunciar a los sueños: “Para alcanzarlos es necesario que tengas los pies bien puestos en la tierra, saber qué es lo que quieres, lo que buscas en tu vida y defiéndelo por sobre todas las cosas hasta lograrlo”, esto la llevó a convertirse en una de las blogueras con más éxito en Facebook Live. Otro de los puntos que para ella han sido primordiales es acerca de la seguridad en ella misma y nos dice: “Aprendí que la seguridad debe estar puesta en algo más elevado que las cosas materiales, en aspectos más fuertes y menos efímeros. Gracias a esta claridad en sus pensamientos y creencias, nada de lo que ha pasado ni su condición de salud, la han hecho dudar ni por un momento de todas sus capacidades.
¡Adiós a los estereotipos!
Tomar la decisión de abandonar la calidez de la familia, un paradisiaco lugar como Los Cabos, que era su hogar y viajar a la ciudad de México para poder trascender en un deporte considerado exclusivamente para los hombres como el fútbol, ha sido uno de los retos más grandes que ha enfrentado Daniella Espinoza quien forma parte del equipo femenil del Club América. Tenía 14 años cuando dejó su hogar y la protección de sus padres, pero dice, no se arrepiente porque son su inspiración y en sus momentos de duda y soledad, puede acordarse de todo lo que han hecho por ella y esa es su fuerza para no darse por vencida. La práctica deportiva de alto rendimiento implica mucho sacrificio para poder rendir al máximo y alcanzar el éxito y por supuesto las frustraciones se presentan en varios momentos de su carrera y que sin duda le causaron inseguridad: “Cuando nos comparamos con los demás y no vemos nuestras fortalezas ni todo lo que podemos hacer. Hay que mirarnos en un espejo y darnos cuenta que hay un mundo en el que podemos hacer un sinfín de cosas y que basta con que nos digamos a nosotras mismas ‘sí puedo’”. Dany sabe muy bien la importancia de tener un cuerpo fuerte, pero reconoce que no es lo único: “la fuerza física debe ir acompañada de la fortaleza mental, si no la tenemos es imposible que puedas lograr algo. La vida es un reto y hay que atrevernos a hacer cosas, hay que aprovechar cada momento porque nunca sabemos cuándo es el último”.
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