El autoestima es nuestra mayor defensa. Lo que sentimos depende de nuestras emociones y, nuestras emociones, del manejo emocional que seamos capaces desarrollar a lo largo de nuestra vida.
Las inseguridades pueden estar relacionadas con una autoestima baja. ¿Cuántas veces has intentado dar una imagen que no tiene nada que ver contigo?
¿Cómo saber si tengo baja autoestima?
El autoestima es la capacidad que tienes para considerar tu vida con valor, para sentirte merecedor de lo que te sucede.
“La autoestima tiene que ver con la forma en que evaluamos la información que tenemos sobre nosotros. Podemos decir que será más sana cuanto más objetiva sea. La persona con sana autoestima tiene la creencia de que su valor es intrínseco, es decir, piensa que es valiosa por ser ella misma”, nos cuenta María Isabel Torres, experta en Inteligencia Emocional.
Cuando es baja, la persona liga sus capacidades y su valía a factores como el dinero o el éxito. Una persona con autoestima baja se siente insegura y con mucho miedo.
Son dos los tipos de autoestima baja que existen
Por un lado, se encuentra la autoestima baja situacional, que es aquella que se manifiesta solo en determinadas áreas de la vida, como puede ser la corporal, laboral, social o familiar.
Por otro lado cuando esa sensación guarda más relación con la identidad, es decir, es global y afecta a todas las áreas de la vida, hablamos de autoestima caracterológica.
Es una sensación constante que pone en entredicho la definición del propio ser.
Cómo detectarla
Algo muy ligado con la baja autoestima es la distorsión de la realidad.
Piensas que hablan mal de ti, que te han hecho un comentario con alguna indirecta o, simplemente, “la forma en que nos tratamos cuando comentemos un error también es un buen indicador de nuestro nivel de autoestima”, afirma la experta.
Algunos consejos para tratarla
El primer paso es reconocerlo.
Identificar lo que nos sucede, saber en qué emoción guardan origen nuestros comportamientos y el porqué actuamos de una determinada manera.
El segundo escalón es querer tratarla.
Es un camino hacia la autoaceptación, hacia el amor propio y la confianza.
Una vez logrado aparecerán los recursos personales con los que poder afrontar la vida bajo otro prisma: uno mucho más sano.
“Sanarla no será un proceso de un día para otro ya que tampoco se formó de un día para otro, pero con constancia, buena actitud y apoyo externo cuando sea necesario todos podemos conseguir sanarla”, afirma María Isabel Torres.
Sigue leyendo...
La depresión, que tanto nos afectó en pandemia, puede tratarse con ketamina (con supervisión médica)
Con la Luna Nueva en Escorpio es momento de conectar con lo poderoso y complejo