Humildad e inseguridad, un par de términos muy comunes actualmente tras las vidas perfectas que vemos en redes sociales.
Actualmente vivimos en una sociedad donde las redes sociales hiperbolizan la vida de las personas. Quizá una vida no sea tan interesante pero, con un gran número de likes, muchos ‘buenos’ comentarios parece ser eso que todos quisiéramos tener pero, ¿y si todo esto una mentira?
Actualmente conviven dos generaciones prácticamente opUestas; La primera, sería en este caso la última generación que sabe lo que es crecer y vivir sin Internet y un smartphone en la mano vs. la generación que ha nacido con un mega teléfono bajo el brazo y este hiper ultra smartphone a la última es una extensión de su mano, su mente y hasta sus emociones.
¿Esto qué quiere decir? Que en tu timeline encontrarás perfiles bajos/humildes/discretos/lowprofile vs. los perfiles que muestran/cuentan absolutamente todo sobre sus vidas y es entonces cuando a la gente más discreta se le juzga de insegura, por el simple hecho de no querer exponer hasta cómo es que se bañan.
Ninguno de ellos es mejor que el otro, simplemente, son distintos pero, ¿por qué unos causan más impacto, credibilidad y respeto que otros? Piénsalo por un momento ¿qué te llama más la atención? ¿y curiosidad? ¿con quién te gustaría convivir más?
Está claro que no solo depende de la generación sino de la personalidad. Puede que la persona sea muy extrovertida o muy introvertida y, ¿cuál es la importancia de todo esto?
¿Si no subes algo a redes sociales es porque no existe?
Muchas personas eligen ser discretas y, por lo tanto alguien con humildad dentro sus redes sociales y no cuentan absolutamente todo lo que les está pasando, tanto lo bueno como lo malo. ¿Por qué ser humilde o discreto está visto como algo tan negativo que, para la mayoría de las personas, roza la inseguridad?
VER: ¿Por qué existen los “haters”? Es el gran dilema
Aunque la RAE dé estas acepciones, también se puede interpretar la inseguridad como algo o alguien que no se ciñe o no está cómodo en ciertas situaciones y, la humildad, como otro adjetivo que se refiere más a algo o alguien con los pies en la tierra, que no es pretencioso, ni ostentoso y es modesto.
Ahora que tienes toda esta información en la cabeza o la mayoría de la gente conoce el significado de estos dos términos, ¿por qué la gente sigue confundiendo la humildad con la inseguridad?
La verdad es que no lo sabemos, pero podríamos echarle la culpa a esa escala de valores equivocada en donde nadie es nadie hasta que las redes demuestren lo contrario.
Lo más importante y a tener en cuenta es que nadie mejor tú misma se conoce, por lo que, en estos casos, si alguien te dice pecas de humilde o eres insegura, tú debes ser como quieras ser, no como los demás quieran que seas.
Pero, volviendo al tema del artículo, ¿se puede ser humilde sin parecer inseguro? La respuesta es sí.
Aunque la sociedad o el grueso de la población consideren que la humildad y la inseguridad van de la mano, no es para nada así. Para ser una persona humilde debes estar muy segura de ti misma de lo que la gente podría pensar.
¿Alguna vez has escuchado a un jefe pedir perdón por un error o porque se ha equivocado por algo? En el hipotético caso de que lo hubiese hecho, ¿le respetarías más o menos si lo hiciese?
Hay personas que para conseguir sus objetivos juegan a ser humildes, no te preocupes, además de que el tiempo pone a todo el mundo en su sitio, estas personas son tan ególatras que en pequeños detalles muestran su esencia real, así que es importante abrir los ojos.
Aquí te dejamos las cualidades reales de una persona humilde para que así, cuando veas una la reconozcas y no la señales erroneamente como INSEGURA:
- Está tan segura de lo que sabe, de lo que no y de sus limitaciones que no necesita demostrarlo. Por eso, cuando descubres a la persona, te llevas muchas sorpresas sobre su vida y su personalidad.
- Es completamente consciente de la situación en la que está y quién lo rodea, por eso, sabrá estar en su lugar y (com)portarse a la altura.
- Saben mantener relaciones personales y laborales. Siempre están dispuestos a echar una mano a quien lo necesite (es normal que si se han aprovechado mucho de la persona, ya no quiera ayudar tanto o con tanta facilidad, es ser humilde, no tonta).
- Hacen las decisiones difíciles mucho más fáciles. A la hora de tomar una decisión importante y difícil, lo hacen mucho más llevadero (siempre y claro que está, que se sigan las formas). Por muy humilde que se sea, un despido por e-mail o por whatsapp puede enervar a cualquiera.
- Saben escuchar. Todo lo opuesto a lo que vendría siendo un overtalker.
- Anteponen a otros a sí mismos. No de una forma fácil y obvia si no que, están tan seguros de lo suyo, que no tienen ningún problema en hacerlo.
