Después de la edición limitada Dom Pérignon x Lady Gaga Rosé Vintage 2006 en 2021, hace unos días se presentó la nueva de 2008. Puede que Kylie Jenner domine el mundo de los cosméticos, pero el de las burbujas tiene otra reina. Si bien Lady Gaga no ha seguido los pasos de varias celebs de lanzar su propia bebida espirituosa, eso no le impidió conquistar otros territorios como el del champagne. Una elección acertada (porque nada grita ‘Gaga’ mejor que la champaña), en esta incursión dejó en manos de la exquisita maison de Dom Pérignon lo relacionado con la producción y calidad para enfocarse en su fuerte: la creatividad y disrupción.
Por DAFNE RUIZ
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Lady Gaga se vuelve a coronar como la reina del champagne
En 2021 se anunció la que se pensó sería la primera y única colaboración de Lady Gaga con Dom Pérignon. La ganadora del Óscar se encargó principalmente del diseño de la etiqueta de la botella y fungió como imagen de la campaña. Pero además hizo alarde de sus dotes de artista plástico al crear una escultura exclusiva de Dom Pérignon x Lady Gaga. Solo 110 piezas se vendieron con el fin de recaudar fondos para ‘Born This Way’, su fundación que atiende/promueve la salud mental de los jóvenes.
Esta edición limitada fue un éxito rotundo -como era de suponerse, pero nadie imaginaba que su reinado se alargaría
Hace unos días, en una cena-fiesta exclusiva en la Residencia Sheats-Goldstein de Los Ángeles se presentó la segunda colab: Dom Pérignon Rosé Vintage 2008 Lady Gaga Limited Edition con nuevo look, por supuesto. A la celebración asistieron distintas personalidades como Billy Porter, Anderson Paak, Alexandra Daddario, la modelo Cindy Bruna y el bailarín mexicano Isaac Hernández.
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¿Qué esperar de esta nueva botella?
Lo primero que se aprecia es el color rosa metálico (el cual amamos) en combinación con el diseño de la etiqueta que denota una clara expansión. Parece incluso como si tuviera un cierto relieve que podría confirmarse solo en persona, el cual da el sentido de una intensa vibración. En cuanto al sabor, el bouquet abre con frambuesas, luego notas de violeta, seguido por matices que evocan a la angélica. En boca, una base ácida articula la estructura del pinot, para cerrar firme con peonias y pimienta blanca.
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