Por Mariana Mijares
Fotos: Cortesía Fort Lauderdale Convention & Visitors Bureau
Para algunos, Fort Lauderdale es solo la puerta de entrada a un crucero por el Caribe; pero esta ciudad costera de Florida es mucho más que un puerto. Con canales de estilo veneciano, playas de arena blanca, una variada escena gastronómica y lugares llenos de arte y cultura, este es el lugar ideal antes de comenzar tu aventura en altamar, o para extender las vacaciones antes de volver a casa.
Deléitate con una cena galardonada por Michelin, un paseo en tren de diseño moderno, o solo relájate en playas, museos y terrazas. Te dejamos ideas para saber qué hacer antes y después de un crucero en Fort Lauderdale.
Llega en tren con estilo
Como el transporte también suma a nuestra experiencia, Brightline es una forma chic de desplazarte sin estrés. Esta línea conecta Miami con Fort Lauderdale en menos de 40 minutos, permitiéndote evitar aeropuertos y carreteras congestionadas.
Desde la estación MiamiCentral déjate llevar por cada detalle del trayecto: asientos amplios, diseño minimalista, y conectividad, que hará el viaje más placentero. También puedes abordarlo desde Orlando, un recorrido de aproximadamente tres horas que combina eficiencia y confort.
Las Olas Boulevard, el estilo junto al mar
Hay avenidas que definen a un destino, y en Fort Lauderdale, esta es Las Olas Boulevard. Lo que comenzó como una vía que unía la ciudad con el mar, hoy se ha transformado en un boulevar que conecta a locales y visitantes con una de las zonas más vibrantes de la costa este.
A lo largo de esta arteria histórica encontrarás boutiques curadas con esmero, casas de moda independientes, galerías de arte contemporáneo, tiendas especializadas, y cafés que invitan a pasar horas viendo el ir y venir de la ciudad. Es un paseo perfecto para disfrutar sin prisas.
Inicia el día con un brunch al aire libre en Java & Jam, donde el desayuno clásico americano se reinventa en platillos como tostadas francesas, bowls con granola artesanal o cafés de autor con creaciones como el Pistachio Dream, con frappe de pistache y espuma fría salada; el Churro Latte, con notas de canela y azúcar morena; o el Cookie Butter Chai, que combina chai, leche y crumbles de galleta para un toque dulce.
Al caer la noche, Las Olas se transforma: luces cálidas, terrazas llenas, música suave y una oferta gastronómica que va de lo ecléctico a lo gourmet. Puedes conocer Casa Sensei, un restaurante frente al canal Himmarshee que fusiona sabores asiáticos con notas latinas en una atmósfera sofisticada, ideal para ver el atardecer desde su terraza flotante, o sumérgete en la esencia del Mediterráneo en Mykonos, ubicado junto al Riverwalk. Prueba el Tzatziki cremoso, el Hummus con carne especiada, los delicados Manti (dumplings turcos de res con yogurt, nuez y reducción de tomate) o uno de los más populares: el Chilean Seabass con crema de azafrán y hongos salteados.
Para maximizar aún más tus experiencias, a solo pasos de Mykonos puedes hospedarte en este mismo boulevard. El Hyatt Centric Las Olas ofrece una estancia que se siente tan conectada al destino como inspirada por él. Sus habitaciones con guiños al diseño náutico, la alberca en el rooftop con vistas de la ciudad y su ubicación estratégica lo convierten en el punto de partida ideal para explorar Fort Lauderdale; incluso en bicicleta, que te prestan ahí mismo.
A pocos pasos de este hotel, visita el NSU Art Museum, que destaca por su colección de arte latinoamericano. Entre sus exposiciones actuales se encuentra Surrounded Islands, una muestra que documenta la icónica instalación ambiental de Christo y Jeanne-Claude en la bahía de Biscayne, a través de fotografías, bocetos y archivos originales. También puedes abordar un Water Taxi o una góndola para redescubrir el boulevard desde los canales que lo rodean.
Gastronomía elevada
Como la alta cocina también es una forma de arte, hay que agendar una visita a MAASS (ubicado dentro del Four Seasons Hotel and Residences Fort Lauderdale), el único restaurante galardonado con estrella Michelin en el destino. Bajo la dirección del chef Ryan Ratino, este espacio celebra una cocina americana contemporánea en la que el fuego y los ingredientes de temporada son los protagonistas.
Cada platillo despierta los sentidos como una instalación artística, como el original Foie Gras Macaron, que equilibra fresa, ajonjolí y cacahuate en un bocado inesperado o el Lobster Agnolotti con hongo silvestre, zafrán, y una delicada salsa américaine, que combina técnica, sabor y presentación. También destacan el Yellowtail Crudo, con pepino, alga y soya ahumada sobre una crujiente galleta de arroz, y el Hazelnut Shaved Ice, un postre que combina chocolate, praliné de nuez y vainilla en una interpretación elegante del dulce final.
Para una experiencia aún más exclusiva, puedes reservar en el Chef’s Counter, una barra de tan solo 14 asientos donde puedes observar cómo se ejecutan técnicas sorprendentes frente a ti.
Compras de alto calibre: Sawgrass Mills
Después de satisfacer el paladar, llega el momento de consentir otro tipo de gusto: el shopping. Ubicado a solo unos minutos de la ciudad, Sawgrass Mills es un paraíso para las fashionistas que buscan piezas de diseñador a precios reducidos. Con boutiques de marcas como Prada, Burberry y Saint Laurent, este outlet de lujo combina variedad con conveniencia.
Además, si tu vuelo parte ese mismo día, puedes usar el servicio Bags To Go para enviar tu equipaje directamente al aeropuerto y seguir explorando sin preocuparte por el peso. Aquí las compras se gozan con estilo.
Una ciudad para quedarse
Con su estilo costero, su aire relajado y sus variadas propuestas, Fort Lauderdale ofrece más que una escala. Ya sea que llegues con la emoción previa a un crucero o regreses buscando extender el disfrute, esta ciudad de Florida te invita a comenzar o terminar saboreando cada momento en tierra firme.