Esta es la razón por la que parece que el tiempo transcurre más deprisa a medida que cumplimos años

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Parece que fue ayer cuando estábamos comiendo uvas, brindando por el nuevo año, y ya nos encontramos en agosto...

Un mes de vacaciones se nos pasa en menos que canta un gallo, sin embargo, cuando íbamos a la escuela, las vacaciones de verano nos parecían interminables, es por eso que nos preguntamos: ¿Por qué nos parece que el tiempo pasa cada vez más deprisa a medida que envejecemos? En la actualidad, existen varias teorías científicas que tratan de explicar el porqué de esta sensación.

La explicación biológica

Esta teoría plantea que, a medida que cumplimos años, más familiarizados estamos con nuestro entorno y ya no reparamos en los detalles que conforman nuestro hogar y nuestro lugar de trabajo.

Para los niños, el mundo exterior resulta toda una novedad y no están familiarizados con él, razón por la que el cerebro necesita más energía para procesar toda la información que recibe. Esto hace que perciban que el tiempo pasa más despacio, mientras que en los adultos, inmersos ya en la rutina diaria, sucede todo lo contrario y les parece que transcurre más deprisa.

Esta teoría también está respaldada por la biología. Se cree que cuantos más estímulos reciba una persona por parte de aquello que le rodea, mayor cantidad de dopamina (la hormona de la felicidad) liberará. A partir de los 20 años, los niveles de dopamina empiezan a descender y siguen haciéndolo a medida que vamos cumpliendo años, lo que contribuye a que percibamos que el tiempo pasa más deprisa.

La explicación matemática

Existe otra teoría para explicar este fenómeno y está relacionada con la escala logarítmica. La idea parte de la base de que percibimos un periodo de tiempo como la proporción de tiempo que ya hemos vivido.

En el caso de un niño de 2 años, un año supone la mitad de su vida, que es por lo que, cuando somos niños, nos parece una eternidad el tiempo que tiene que pasar para que llegue nuestro próximo cumpleaños.

En el caso de un niño de 10 años, un año supone el 10% de su vida (lo que hace que la espera sea más llevadera), mientras que para una persona de 20 años es solo el 5%.

En la escala logarítmica, para que una persona de 20 años perciba el mismo aumento proporcional en edad que experimenta un niño de 2 años tendría que esperar a cumplir los 30. Desde este punto de vista, no sorprende que el tiempo parezca acelerarse a medida que envejecemos.

Solemos dividir nuestra vida en décadas (los 20, los 30, etc.), lo que hace que cada periodo parezca tener el mismo peso dentro de ella. Sin embargo, en la escala logarítmica percibimos diferentes los periodos de tiempo como si tuvieran la misma duración. Según esta teoría, el intervalo de cinco años que va desde los 5 a los 10 años equivaldría al que va desde que cumples los 40 hasta que llegas a los 80.

Si te lo planteas desde esta perspectiva, te darás cuenta lo corta que puede ser la vida. Así que disfrutemos de ella todo lo que podamos.

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