Halloween ha pasado y es hora de pensar cómo podemos usar ese modelito que compramos para ser la más terrorífica en la fiesta. En las pasarelas hemos visto muchos looks que bien podrían asustar a más de uno, y en ellos nos inspiramos para crear nuestros outfits, pero ¿qué hay de la ropa que compramos para improvisar nuestros disfraz? Sin duda la idea más recurrida y además de todo sin fallas es el ya clásico vestido negro. Y para ello, no hay que dar muchas vueltas, basta con asomarse a Zara, Mango, Uterqüe o cualquier cadena low cost para encontrar más de un vestido que, pasada la noche más terrorífica del año, podemos reciclar y lucir en cualquier otro momento. Aquí algunas opciones: