El Director Creativo de la Maison Valentino, Pierpaolo Piccioli, siempre ha considerado que el color es un poderoso canal de comunicación inmediata y directa, que se utiliza constantemente como medio para recalibrar la percepción y reevaluar la forma y la función. Para la colección Valentino Le Noir Otoño/Invierno 2024-25, Pierpaolo Piccioli reconsidera Valentino a través de la lente del negro —aquí representativo no de una ausencia de color, ni un ejercicio de monocromía o monotonía, sino más bien el descubrimiento de todo un espectro de matices, infinitamente matizados, dentro de uno.
Así se vivió la colección Valentino Le Noir Otoño/Invierno 2024-25 en París
Como color, el negro siempre ha albergado en sí una multitud de definiciones y significados, siempre en transformación, percibidos por todos. Los negros de Mark Rothko, los negros reflectantes de Pierre Soulages, las formas negras escultóricas de Constantin Brâncuși... expresan la amplitud de la sintaxis, el lenguaje del negro. Representante de la universalidad y la individualidad, de la uniformidad y la idiosincrasia, el negro funciona físicamente como ningún otro color, absorbiendo la luz. Se exploran sus profundidades, se presenta un léxico del negro. Asimismo, desde el punto de vista filosófico, absorbe nuestras definiciones y ramificaciones culturales, recuerdos y significados. Aquí, el negro puede convertirse en un color no de sobriedad sino de exuberancia, un tono que ofrece una rebelión al romanticismo, un agudo grafismo al flou.
Color de lo cotidiano, aquí el negro se amplifica, se utiliza para recontextualizar los signos y significados de Valentino: rosetones, volantes, bordados, encajes. Una reimaginación de la codificación de Valentino, volantes y plissé abstraídos en claroscuros, mientras que su lenguaje de sastrería se traduce en vestidos, la fragilidad dotada de fuerza. Estampados, bordados, tejidos, dan diferentes vidas al negro —la técnica bautizada por se ejecuta en tul, cayendo como sombras sobre el cuerpo. Las formas se vuelven esculturales en terciopelos intensos y crepé, mientras que las transparencias de gasa velan la piel. Dentro de un universo negro, los gestos del pasado pueden convertirse en nuevos, observados desde un nuevo punto de vista, dotados de una identidad diferente. Las siluetas arquetípicas de Valentino, líneas glamurosas y hombros definidos, inconfundibles de los años 80, se re examinan sin nostalgia, se afilan para delinear cuerpos de hoy. Una contraposición en negro, entre ligereza y dureza, antes y ahora.
El negro puede desafiar y hacer estallar los estereotipos: como insinúa Baudelaire, el negro encierra en sí mismo su propia democracia. El día y la noche se confunden, las siluetas preciosas y los adornos adquieren una nueva realidad, una nueva relatividad. Como se dijo “Rosso Valentino”, ahora podemos decir “Noir Valentino”.