En exclusiva, Alondra de la Parra nos revela cuál ha sido el secreto de su éxito y todo acerca del Festival PAAX GNP en la Riviera Maya.
Decir que Alondra de la Parra está viviendo el mejor momento de su carrera sería dejar de lado todas las grandes cosas que ha logrado a lo largo de su trayectoria. Alondra, nacida en Nueva York pero con sangre más mexicana que el pulque, ha destacado no nada más por su enorme e innegable talento. También es dueña de un tesón, resiliencia y empuje que la han llevado a ser una de las directoras de orquesta más aplaudidas, solicitadas y respetadas del mundo. En lo que va del siglo, Alondra ha dejado constancia, una y otra vez, de su talento y capacidad creadora. Ejemplo de ello son la formación de la Philharmonic Orchestra of the Americas, su inolvidable presentación en los festejos del Bicentenario de la Independencia de México (con todo y el lanzamiento del disco Mi Alma Mexicana), ser directora de la Queensland Symphony Orchestra en Australia o la creación de la Orquesta Imposible durante la pandemia, entre muchos otros logros.
Además, ha trabajado con personalidades como Gloria Estefan, Geoffrey Rush, Robert Redford, Natalia Lafourcade y Gustavo Santaolalla, entre otras. Pésele a quien le pese, Alondra de la Parra es una de las joyas nacionales que siempre deja en alto el nombre de México, donde sea que se pare a dirigir o crear. Ahora, Alondra está lista para ver nacer el que quizá sea su proyecto más ambicioso hasta la fecha, el Festival PAAX GNP, que se llevará a cabo en Xcaret del 29 de junio al 3 de julio y del cual es curadora, directora y realizadora. Durante una larga, emotiva y entrañable plática exclusiva que tuvimos con ella, vía videoconferencia desde Berlín (donde actualmente reside), Alondra de la Parra nos revela sus secretos no sólo como conductora y creadora, sino como mamá, lo que le gusta hacer en su tiempo libre, su gusto por la moda y mucho más.
Algo que nos ha cambiado a todos ha sido la pandemia. ¿A ti cómo te afectó? ¿Pudiste encontrar algo de luz en ese momento tan complicado para el mundo?
La pandemia fue un momento crucial y un gran pivote. La ausencia de conciertos dio lugar a varias cosas que estaban cocinándose, pero que no podían salir porque la agenda era muy apretada. Pero me permitió enfocarme en cosas que me interesaban mucho. Por ejemplo, terminar el proyecto de The Silence of Sound, en el que llevo seis años trabajando y que tiene como fin presentar la orquesta a un público muy amplio, con elementos de historia, video, luces, etc. Después de ese tiempo por fin lo pude llevar a cabo. También está Olé México, que hago con mi hermano, y el Festival PAAX GNP, que presentaremos en la Riviera Maya. La pandemia también me permitió analizar qué estoy haciendo, quién soy como artista y para dónde voy.
El Festival PAAX GNP, la joya de la corona de Alondra
A sus 41 años, Alondra de la Parra no ha perdido esa chispa de juventud que siempre la ha caracterizado. Siempre platica con gran pasión acerca de todos los proyectos que desarrolla, pero ahora está especialmente emocionada y orgullosa del Festival PAAX que se llevará a cabo en Xcaret.
El Festival PAAX suena y es algo muy ambicioso y espectacular. ¿Qué nos puedes platicar al respecto?
Es un festival que se va a llevar a cabo anualmente en el hotel Xcaret Arte, en la Riviera Maya. Será un evento de música sinfónica, ballet, música de cámara, trayendo a lo mejor del mundo. Para esta primera edición vamos a reunir a la Orquesta Imposible, para la que Arturo Márquez compuso especialmente la Sinfonía Imposible, y la presentaremos a nivel mundial. Traemos a solistas de todo el mundo, a bailarines maravillosos del Royal Ballet... Además, habrá una nueva coreografía de Christopher Wheeldon. En verdad es algo espectacular. Con Christopher Wheeldon, el coreógrafo inglés, desarrollamos un nuevo ballet que se llama Como Agua Para Chocolate, basado en la obra de Laura Esquivel, que estrenamos el 2 de junio en el Royal Ballet. Y vamos a presentar highlights de este ballet en el festival en Xcaret. Tenemos también un proyecto educativo con niños de toda la región, que llevaba trabajándolo muchos años y finalmente es una realidad. Se llama Armonía Social, y surgió hace muchos años después de que fui a Venezuela. Ahí conocí el modelo venezolano de instrucción musical, en el cual le ofrece la posibilidad a millones de niños de acercarse a la música y ser parte de orquestas y coros. Esta experiencia enriquece su vida y les permite generar herramientas para un mejor futuro. Básicamente, queremos que el Festival PAAX sea un Salzburgo en la playa.
Abriéndose paso en un “mundo de hombres”
Se tiene como concepto que el mundo de la música clásica, en particular la conducción, es predominantemente masculino, a pesar de que existen conductoras como Ariane Matiakh, Laurence Equilbay, Marin Alsop, Alice Farnham y otras. Para Alondra, abrirse paso en este mundo presuntamente masculino ha sido producto del trabajo duro y constante.
¿Cómo has logrado abrirte paso en este mundo presuntamente masculino? ¿Qué crees que has hecho bien para llegar a donde estás ahora?
La dirección de orquesta es una profesión muy dura y hermosa, que requiere de rigor en muchos temas. Por eso los directores nos hacemos mejores con la edad, con la experiencia, con las horas de vuelo de estar frente a una orquesta y ver cómo reacciona. Pero también tenemos un tema psicológico, que es el trabajar el liderazgo de grupo, saber escuchar, entender que debes llegar muy preparada, pero al mismo tiempo estar abierta a lo que sucede en el momento. Hay muchas capas de complejidad en esta carrera. En el pasado, se ha tomado al director de orquesta como esta figura mítica, autoritaria, superior... y no es eso lo que hago. Por eso me gusta definirme como una artista que dirige, con la dirección como mi principal herramienta para comunicar y decir algo. Lo que hacemos los directores es conectar con energías, con imaginación, para lograr un cambio.
Has mencionado que ser director de orquesta es igual para hombres que para mujeres, pero... ¿crees que hay algo especial en la manera que suena una orquesta cuando es dirigida por una mujer?
Creo que la parte femenina de cualquier persona que dirige es tan fundamental como la masculina. Todos somos una mezcla de ambas cosas. Pero quizá el tener paciencia, saber escuchar, ser más flexible -que son atributos que concebimos más como femeninos- son necesarios. No creo que una mujer tenga un sonido distinto a un hombre, pero una ‘María Pérez’ sí tiene un sonido distinto a ‘Juana Méndez’. En el sonido influye quién es esa persona, la experiencia que tenga, su educación, su estilo, su técnica de preparación... todo influye.
Has comentado que desde chica, cuando veías a Carlos Kleiber, Claudio Abbado o Simon Rattle, querías ser directora. Ahora eres tú la persona a la que muchas niñas y jovencitas quieren imitar. ¿Cuál sería el principal consejo que les darías a estas últimas?
Precisamente no imitar a nadie. Nadie puede lograr nada más que uno mismo. Deben tratar de encontrar quiénes son. Va a tardar, quizá. Pero tratar de dirigir o hacer las cosas como otras personas nunca te va a llevar a nada auténtico. No quiero decir que no te inspire otra persona, a mí lo han hecho muchos. Pero ser tú misma y buscar tu propia voz es lo más importante.
“La música es para todos": Alondra de la Parra
Antes del siglo XX, la música que ahora se da en llamar “culta” era en realidad la música del pueblo, la que acompañaba historias, relatos, tragedias. Los grandes compositores escribían, muchas de las veces, para cautivar y divertir, entretener al pueblo. Para Alondra de la Parra, la música no tiene límites, y mucho menos etiquetas. Por ello considera que no hay que encasillar las cosas en géneros o en gustos.
¿Por qué crees que la música clásica ha sido metida en esa etiqueta snob de que es solo para cierto público?
La necesidad del ser humano de encajonar, dividir, segmentar... es una característica que nos ha llevado a muchos problemas. Y la música clásica no se salva de eso. La música es para todos, y la buena música resuena para todos. Claro, la música clásica se disfruta mucho más si estás en silencio, cuando la gente es respetuosa. Pero es para todos. Creo que, a final de cuentas, ha sido un muy mal marketing de las personas que han estado a cargo durante más de un siglo y medio, pero está cambiando.
En este sentido, con la llegada del cine la música se volvió parte fundamental del mismo. De alguna manera los compositores que antes escribían música para una obra de teatro o para un ballet, ahora lo hacen para el cine. Y es, de alguna manera, una forma de acercar a las personas a la música orquestal. ¿Qué opinas de los compositores de cine, sobre todo los clásicos como Hermann, Bernstein, Newman, Williams?
Hay música fantástica para el cine. En todos los géneros hay gente talentosa. A mí me gusta acercarme a ese talento sin importar si es de cine, clásica, de jazz... Yo ya no veo esos límites. Hace meses estuvo en Berlín John Williams, dirigiendo a la orquesta, y fue espectacular. Por eso digo que la música es para todos. No te puedo decir si tal o cual compositor es mejor que otro o no, pues dentro de todo el arte hay cosas buenas y malas. De eso no te puedo hablar, así en general, pero si me preguntas por alguna obra en específico, entonces sí.
Hace unos años dirigiste a la orquesta en vivo en el Auditorio Nacional, con West Side Story. Recientemente, Gustavo Dudamel dirigió la orquesta para el soundtrack del remake de Steven Spielberg y suena fenomenal. ¿Nunca ha pasado por tu cabeza el grabar un disco con temas de películas?
Pues no lo he pensado, pero estoy abierta a todas las posibilidades. Creo que grabar algo para una película sería muy divertido, emocionante y me encantaría. Me interesaría más grabar el score para una película que hacer un disco con temas de cine. Me gusta mucho trabajar de cerca en el proceso creativo.
Los secretos de Alondra de la Parra para triunfar como mamá
Durante la entrevista, Alondra también nos compartió varios aspectos de su vida que van más allá de la directora de orquesta. Como persona, Alondra disfruta por igual de las cosas que a todos nos hacen sentir bien: salir con los amigos, estar con los hijos, disfrutar un poco del tiempo libre. Pero compaginar su apretada agenda con su labor como mamá de dos niños pequeños no ha sido sencillo.
¿Cómo logras compaginar el ser una de las directoras más solicitadas del mundo, con una agenda apretadísima, y ser la mamá de dos niños pequeños como Luciano y Julián?
Cuando decidí ser mamá dije que iba a estar pegada a mis hijos y así ha sido. Siempre me los he llevado conmigo a todos lados, entonces creo que su mundo se ha enriquecido con esas experiencias. Todo el tiempo jugamos a hacer música, a que creamos una ópera y así. Ahora están muy metidos en el ballet, y hacemos producciones en casa. Y viene de ellos solitos. Ellos hacen todo, desde el logo, el póster, revisan el vestuario... entonces se han vuelto parte de mi mundo también en ese sentido. Y realmente lo gozan. Eso ha sido algo que hemos gozado todos y ha sido muy bonito. Pero tengo que ser muy organizada, cuidar mis tiempos muy bien, para recogerlos de la escuela y estar con ellos desde las 3:30 de la tarde hasta las 8 de la noche que se duermen. Mis horas con ellos son sagradas.
El trabajo la ha convertido en profeta en su tierra
Durante la entrevista, recordamos cómo hace ya algunos años, Alondra de la Parra era la viva imagen del dicho que reza “Nadie es profeta en su tierra”. Una buena parte de la prensa, el público y “expertos” en música señalaban a Alondra como simplemente una “hija de papi”, una “niña bien, bonita” a la que le iba bien pero no por su talento, sino por otras razones completamente infundadas. Eran los propios mexicanos los que descalificaban a priori su talento, pero muchas cosas han pasado desde entonces. Entre ellas, los logros que citamos al inicio de este texto. Para Alondra, las cosas sí han cambiado.
¿Crees que esta percepción hacia ti ha cambiado en México? ¿Sientes que ya eres bien apreciada aquí por esas personas que alguna vez te criticaron?
Creo que sí ha cambiado. Empezando por mí, que ya no estoy atenta a todo lo que se está diciendo o no. Y la mejor forma de cambiar ese tipo de opiniones es haciendo las cosas. Si trabajas bien, llegará un punto en el que si alguien dice algo negativo, se verá mal. Ha dejado que mi trabajo hable por sí solo, enfocándome en siempre mejorar y crecer. Siento que antes había como que mucho enojo, ignoro por qué, y para mí era muy difícil enfrentar eso, pero siento que ha cambiado. Siempre habrá personas para las que no soy monedita de oro, pero siento que ha habido un cambio. Tener 41 años y haber trabajado en tantos lugares, con culturas y circunstancias distintas, en las que no conoces a nadie... si ha funcionado ahí, supongo que algo estoy haciendo bien. Y actualmente, con tantos proyectos en puerta, siento que estoy entrando al momento que tanto anhelaba.
Alondra de la Parra, amante de la moda y el buen vestir
La última parte de nuestra plática exclusiva con Alondra de la Parra giró en la parte personal, en ese aspecto que el público casi no conoce, pero que la convierten en una persona normal a la que le gusta hacer otro tipo de cosas no relacionadas necesariamente con la música cuando tiene algo de tiempo libre.
¿Qué es lo que le gusta hacer a Alondra de la Parra Borja cuando no estás ensayando, cuando no tienes que estudiar partituras? ¿Te gusta leer, ver series, películas, cocinar...?
Me gusta mucho cocinar, estar con mis hijos. Si a eso la agregas que el 90% de las personas con las que colaboro son amigos entrañables, pues estamos trabajando y divirtiéndonos. Eso me mantiene en balance, contenta. Me gusta jugar, reír, ir a tomar algo y pasarla bien, recordar buenos momentos.
Sé que te gusta la moda y lo dejas muy en claro cada vez que te subes a dirigir a una orquesta. Siempre impecable y elegante. Platícanos, ¿cuáles son tus diseñadores favoritos?
Me encanta la moda, me divierte mucho y se me hace muy interesante como una forma de expresión. Es como la dirección de orquesta en ese sentido. Gozo ver la moda, aunque no la sigo tanto como quisiera por la falta de tiempo. Pero me gusta hacer combinaciones de colores, texturas, ver lo que se está usando. De los diseñadores mexicanos, me encanta el trabajo de Lorena Sarabia, de Benito Santos, Alejandro Carlín. De internacionales me fascina Alexander McQueen, fantástico. Me gusta también colaborar con los diseñadores con los que trabajo a la hora de hacer los atuendos con los que dirijo. Todos los que mencioné en algún momento me han hecho un traje, pero es difícil porque deben cumplir con muchos requerimientos. Necesito que lo que uso en el escenario sea cómodo, que me sienta libre para moverme en el estrado, que sea sobrio, nada extravagante que llame demasiado la atención. Que sea femenino... son muchas cosas. El negro y el blanco siempre son muy hermosos en el escenario, pero es una búsqueda que me encanta hacer con diferentes diseñadores. Benito Santos me quiere hacer unos trajes especiales que seguramente portaré durante el Festival PAAX.
Finalmente, ¿tienes algún ritual de belleza?
La cara me la cuido mucho, siempre uso protector solar, cremas, etcétera. Desde muy chica he evitado mucho el sol, porque soy muy blanca. En cuanto a la moda creo que el secreto es divertirse. Estar bien vestido no necesariamente es estar elegante, es tener una idea de lo que te estás poniendo y por qué. Aquí en Berlín es increíble, pero no hay moda, como que les da igual. La gente sale con lo primero que encuentra. Pero a mí no. Me importa mucho verme bien.
Mención especial: Olé México GNP
Después de 11 años, desde Travieso Carmesí, Alondra de la Parra regresó a grabar un disco especial, Olé México GNP, proyecto que desarrolló con su hermano, Mane de la Parra. El proyecto, un diálogo artístico que une la música popular mexicana con la pasión de la voz flamenca, incluye la participación de artistas como Pitingo, Buika y Lila Downs, además de la música de la Orquesta Sinfónica de Minería y la dirección de la propia Alondra. Y lo puedes escuchar completo aquí: Sigue leyendo:
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