Lo inevitable puede estar más cerca de lo que creíamos gracias a un constante flujo de conocidos y nuevos diseñadores que han encontrado inspiración en la ciudad californiana... En los últimos años, el negocio de la moda ha tenido un crecimiento indudable en la costa oeste de Estados Unidos, por lo que Los Ángeles se ha convertido en un punto estratégico para diversas marcas y diseñadores. ¿Inspiración? Sí, pero además es importante tener en cuenta que es una ciudad que se caracteriza por tener a Hollywood dentro de su periferia, lo cual significa: Beverly Hills, alfombras rojas, celebridades, mansiones, playas, surf, lugares de diversión exclusivos y muchas cosas más. Al tanto, nombres como Tom Ford han facilitado que la moda prospere en Los Ángeles, atrayendo un flujo constante de mentes creativas desde Nueva York. Por otra parte, el veterano residente de Los Ángeles Hedi Slimane también se agrega a la lista, preparándose para hacer ruido mientras se prepara para relanzar Cline. Pero eso no es todo, desde la llegada de Slimane a Los Ángeles hace una década, muchos otros diseñadores notables se unieron al movimiento, entre ellos la diseñadora de calzado Tamara Mellon, quien ahora tiene su sede en Los Ángeles, por dar un ejemplo. Así, junto con la notable ola de colonos, los diseñadores continúan eligiendo Los Ángeles como un lugar para mostrar colecciones, aunque con menos regularidad que en las capitales de la moda tradicional: Nueva York, Londres, Milán y París. Pero para muchos, Los Ángeles ya no es un destino exótico, sino una buena alternativa para presentar sus propuestas. Tan solo, recordemos el desfile Resort 2018 de Jeremy Scott, en el que montó una carpa para aparentar un panorama cirquense. Así como la diseñadora independiente, Rachel Comey que con un presupuesto limitado de mercadotecnia, con sede en Nueva York, eligió usar su dinero para organizar un desfile en el edificio Art Deco que solía albergar a los exclusivos grandes almacenes Bullocks. Luego de su experiencia declaró: “La forma en que usan ropa y usan moda es simplemente diferente... puede haber una versión del estilo LA en mi Instagram, pero hay tantos tipos diferentes de personas. Me emociona pensar en eso”. También hay que recordar que Comey tiene una oficina de producción allí, principalmente de denim. Además, la afluencia de marcas de lujo que funcionan en Los Ángeles se suma a las sólidas empresas independientes establecidas ahí, incluidas, por ejemplo, la marca de artículos de cuero Clare V. , las diseñadoras de joyas Irene Neuwirth , Sophie Buhai y Leigh Miller y la marca de ropa de rápido crecimiento Co, las cuales están impulsando tendencias estéticas que van más allá de los límites de la ciudad. Por otra parte, la fabricación de prêt-à-porter a escala sigue siendo un desafío, pues aunque L.A. busca consolidarse como la quinta capital de la moda mundial, aún hay nichos que no han sido conquistados por la ciudad. Y aunque todavía no es “oficialmente” concebida como la quinta capital de la moda, quizá su nombramiento como tal es cuestión de pocas temporadas, pues según una consultora de moda originaria de la ciudad, Los Ángeles: “no son solo las marcas de lujo, hay una clase creativa de jóvenes geniales que hacen las cosas de manera diferente” que están listos para prosperar y cruzar fronteras.