El día de hoy, 23 de enero de 2024, en Grand Palais Éphémère en París, la colección de Alta Costura Primavera-Verano 2024 de CHANEL, imaginada por Virginie Viard, nos llevó por un mundo del ballet y danza. En una expresión de gracia, libertad y precisión en cada movimiento, la colección denominada ‘The Button’ se encuentra dominada por tonos de rosa pálido y blanco que revelan el savoir-faire de la casa a través de vestidos largos, faldas cortas, monos, tul, plisados, encajes, flores y lazos que se revelan en una colección etérea y femenina, infusionada con cultura contemporánea.
“Chanel despierta emociones en mí que utilizo como inspiración, colección tras colección. Mi misión es encontrar nuevas formas de contar sus historias más hermosas”.
Así se vivió la colección de Alta Costura Primavera-Verano 2024 de CHANEL
Instantáneamente reconocible como un código de CHANEL, el botón facilita la apertura y el cierre de una prenda. Gracias a los botones, las mujeres podían liberarse de todo lo que les impedía moverse con libertad. Gabrielle Chanel trató los botones con el máximo respeto. Como una joya, añade un toque de audacia y brillo a la allure única de la cual ella fue teórica y artesana.
Como símbolo de emancipación, Virginie Viard lleva este botón joya al mundo del ballet y la danza. Aquí, la moda, la música, el teatro y la pintura se unen como poesía física y, tocados por la gracia o la admiración, los intérpretes escapan brevemente a las leyes de la naturaleza. Más allá de la suavidad de este mundo ligero y suspendido, la colección de Alta Costura Primavera-Verano 2024 evoca a los grandes nombres de la danza, de quienes toma su extraordinario estilo y afirmación de un cuerpo triunfante.
“A menudo pienso en la danza, es un tema importante en Chanel. La Casa está cerca de sus instituciones, de sus coreógrafos y bailarines, y creamos trajes para el ballet. He tratado de reunir la potencia y la fineza de los cuerpos y la ropa en una colección muy etérea, compuesta por tul, volantes, pliegues y encajes”.
Así se desarrolla un paisaje de faldas transparentes cortas, vestidos largos, monos y capas pequeñas adornadas con bordados que representan drapeados, lazos pequeños, bolsillos de tul ilusión, cinturones de encaje, lentejuelas, trenzas y pequeñas flores. Figuras masculinas y la belleza del cuerpo dan lugar a una colección muy femenina, llevada sobre mallas y medias blancas de ballet.
En un año marcado por la vitalidad de los vínculos que unen a CHANEL y la danza, un siglo después de los primeros diseños de Gabrielle Chanel para el ballet, la colección dominada por acuarelas en tonos rosa y blanco debe sus toques de color vivo a los Ballets Rusos de Léon Bakst y Sergei Diaghilev. Abrigos hinchados de tul, capuchas, el Director Artístico también inyecta referencias a la cultura contemporánea, con tacones, para mayor atracción.
A invitación de Virginie, Kendrick Lamar, Dave Free y Mike Carson diseñaron un escenario que recuerda los símbolos de la Alta Costura, al igual que la película The Button, realizada por pgLang, escrita y dirigida por Dave Free y musicalizada por Kendrick Lamar, con Anna Mouglalis, Naomi Campbell y Margaret Qualley en el papel principal. Envuelta en tul, la actriz, embajadora de la Casa y hábil bailarina, abre el espectáculo.
“Para mí, la danza evoca todas estas historias y emociones que están cerca de mi corazón, y que me complace tanto transmitir y contar”.
