Si te preguntas cómo hacer un armario minimalista, tenemos la respuesta para ti. Con cuatro básicos en tu armario, puedes lograrlo.
A lo largo de la historia de la moda, sólo un puñado de estilos resurgen una y otra vez. Una mención notable en la lista: el minimalismo. Caracterizado por la simplicidad y la utilidad. Igualmente aplicable a los monumentos de diseño histórico, las obras de arte contemporáneas y las innovaciones de ciencia ficción, la estética logra capturar el pasado, el presente y el futuro a la vez.
Cuando se trata de moda, el minimalismo no es una tendencia pasajera anclada en un artículo o accesorio singular. Es un estado mental reflejado en una serie de elecciones de vestuario deliberadas. Se trata de volcar tu clóset a lo básico. Seleccionar tu propio armario cápsula de piezas esenciales. Combinar de forma experta esas piezas para que tengas una colección completa de conjuntos atemporales a tu disposición. Esto es moda en su forma más pura: la ropa y los accesorios minimalistas están ahí para realzar, no para dominar.
El minimalismo nunca está de moda, pero es especialmente relevante en un año que ha remodelado nuestras prioridades y nos ha instado a centrarnos en lo que realmente importa. Ha sido un año de volver a lo básico: en nuestra vida diaria y en la moda, lo que hace que este sea el momento perfecto para adoptar un credo de estilo arraigado en las mismas filosofías, como lo están haciendo los vanguardistas de la industria, Prada con sus últimas colecciones, por ejemplo.
Pero apreciar el minimalismo es una cosa; incorporarlo a tu estilo personal es otra muy distinta. Despojar a tu guardarropa suena fácil en teoría (solo es eliminar los excesos, ¿cierto?). En la práctica, reducir tu armario a las piezas fundamentales que te ofrezcan el máximo kilometraje y reflejen la totalidad de tu estilo individual requiere un esfuerzo real.
CONSTRUYENDO UN ASPECTO MINIMALISTA
Las piezas minimalistas (caracterizadas por líneas limpias, formas esbeltas y materiales sofisticados) son a la vez clásicas y perennemente actuales. Las prendas que capturan el estilo pasarán sin problemas de una ocasión a otra, llevándote de reuniones de trabajo a cócteles con amigos y eventos elegantes sin ni siquiera un cambio de accesorio. Aquí es por dónde empezar.
LA BASE
Una camisa blanca es un recurso minimalista, pero no cualquier modelo antiguo servirá. Prueba una camisa elegante con botones, inspirada en la moda masculina, que se adapta fácilmente a los looks informales y formales. Un little black dress negro es otro imprescindible; pero una opción inesperada como un slip bordado también se puede combinar con piezas más tradicionales para un contraste llamativo. Puedes optar también por un traje: una falda de corte A es un complemento natural para usar en cualquier lugar con una chaqueta cuadrada.
EL ABRIGO
Los elementos escultóricos (líneas simétricas, acentos geométricos) brindan un gran impacto en tu ropa exterior. Pero no tienes que ceñirte a los tonos neutros para lograr esta estética: las siluetas clásicas en una explosión de color estratégica también pueden encajar en el molde minimalista.
LOS ZAPATOS
No hay ningún accesorio que combine sustancia y estilo como el calzado. Pero aunque la función es un aspecto clave del minimalismo, no es necesario ser utilitario para lograr el efecto. Por ejemplo, un par de slingbacks puntiagudos, adornados con sutiles hebillas, complementarán casi cualquier look en tu repertorio.
EL BOLSO
Reconocerás el bolso Cleo de Prada (una reinterpretación de su éxito de los 90) cuando lo veas, gracias a su curvatura distintiva y su logotipo triangular, plateado y esmaltado. Con sólo dos variaciones (una de cremallera en la parte superior y otra con cierre de broche), además de tres tonos (negro, blanco y un audaz verde celadón), este bolso es un estudio de “menos es más” y una forma ideal de recalcar un conjunto minimalista.