El otoño está oficialmente con nosotros, lo que significa que es momento de sacar todos los suéteres chunky, tejidos y de cualquier material que nos mantenga abrigados al cien. El sweater weather es de los consentidos gracias a ese aire nostálgico y de transición que posee, pero es inevitable pensar que hay que saberse las fórmulas más óptimas para lavar un suéter de lana y dejarlo como nuevo (aún después de varias usadas). No tienes que entrar en pánico, con algunos trucos de limpieza, mantendrás tus prendas en óptimo estado.
Cada cuánto debes lavar un suéter de lana
Los suéteres de lana requieren un cuidado especial para mantener su forma, suavidad y apariencia general, y generalmente se pueden usar entre 4 y 6 veces antes de lavarlos, gracias a sus propiedades naturales de absorción de humedad y resistencia a olores. Si los usas en climas cálidos o mientras realizas varias actividades, quizá necesite lavarse con más frecuencia. Usar un suéter de lana sobre una camisa o debajo de una chaqueta también puede extender el tiempo entre lavados, ya que las capas inferiores pueden absorber la mayor parte del sudor y los contaminantes externos.
Siempre lava el suéter si se mancha y verifica la etiqueta de cuidado para obtener instrucciones de lavado específicas, ya que algunas prendas de lana pueden requerir lavado a mano o en seco. Y en lugar de lavar con frecuencia, considera ventilar tu suéter de lana entre usos colgándolo en un área bien ventilada para refrescarlo sin lavarlo. En general, utiliza tu criterio según la frecuencia con la que uses tu suéter y cuál sea su condición.
Cuál es la manera más segura de lavar un suéter de lana
No sobra decirlo: la mejor práctica es comenzar revisando la etiqueta de cuidado para obtener instrucciones específicas. Pero el método más seguro es el lavado a mano: llena un recipiente con agua fría o tibia, y agrega un detergente suave para lana. Como tip infalible, evita el agua caliente, ya que puede causar encogimiento y feltramiento.
Después de lavar, escurre el agua jabonosa y enjuaga suavemente el suéter en agua fría hasta que el detergente se elimine por completo, teniendo cuidado de no retorcer ni torcer la tela. Para eliminar el exceso de agua, coloca el suéter plano sobre una toalla limpia y seca y enróllalo suavemente para absorber la humedad (evita colgarlo para prevenir que se estire). Deja que el suéter se seque sobre una superficie limpia, lejos de la luz solar directa y fuentes de calor.
Cómo lavar un suéter de lana el lavadora de forma segura
¡Mucho cuidado con la lavadora! Las etiquetas de cuidado de tus prendas te dirán si esta es una buena opción. Si está permitido, ajusta tu lavadora a un ciclo delicado o para lana, usando agua fría para mantener la forma y textura del suéter, mientras seleccionas un detergente suave específico para lana diseñado para tejidos delicados.
Antes de lavar, da vuelta el suéter del revés para proteger su superficie exterior y considera colocarlo en una bolsa de malla para mayor protección contra enganches. También recomendamos evitar sobrecargar la máquina; lava el suéter con colores similares y artículos ligeros para asegurarte de que tenga suficiente espacio para moverse libremente.
Después de que el ciclo de lavado haya terminado, retira el suéter de inmediato y colócalo plano sobre una toalla limpia y seca, dándole forma a su estado original y dejándolo secar al aire (recuerda, sin colgar el suéter).
Cómo secar y guardar un suéter de lana
Secar y guardar un suéter de lana de manera adecuada es esencial para mantener su forma, textura y calidad general. Como mencionamos antes, debes secarlo sobre una superficie plana y en una toalla limpia y seca. Después de esto, permite que termine de secarse al aire libre (sin luz solar), y puedes hacerlo colocándolo en una rejilla.
Una vez seco, guarda el suéter doblado, ¡no lo vayas a colgar! Si está en un cajón, recomendamos que coloques saquitos de lavanda o repelentes naturales para evitar polillas e insectos. Por último, revísalos periódicamente: asegúrate de que estén en buen estado y libres de humedad o daños por plagas.
