Conoce la historia del hombre que convirtió su nombre en una de las marcas de lujo más prestigiosas de la moda, el diseñador Louis Vuitton.
El legado de una familia cuya historia de constante creatividad se conoce mediante el emblemático sello nacido en París, que ha recorrido el mundo con estilo propio. Esta es la fascinante historia del diseñador Louis Vuitton y su particular forma de renovar la moda.
¿Quién fue el diseñador Louis Vuitton?
Años y años de excelencia y creatividad artesanal comenzaron cuando el audaz Louis Vuitton dejó atrás a su familia en la población de Anchay, localizada en la región montañosa del Jura en los Alpes franceses, donde se les conocía como molineros. El chico tenía 10 años cuando su madre murió. Poco después, el padre volvió a casarse con una mujer que no los trataba bien. Cuatro años más tarde, en la primavera de 1835, el adolescente echó a andar rumbo a su destino: París, que aunque le quedaba a 467 km (292 millas), el recorrido le tomó dos años. Louis se incorporó al impulso que vivía la ciudad y creció paralelamente a ella. Encontró empleo como preparador y embalador aprendiz en el taller de Monsieur Maréchal , localizado a unos pasos de la rue St. Honoré. Te interesa: Historia de la alta costura: origen y evolución de la Haute Couture
¿Cómo comenzó su carrera?
Allí trabajó durante 17 años, tiempo en el cual perfeccionó los detalles esenciales para establecerse por cuenta propia: estudió el uso de las maderas más adecuadas, la importancia de la ligereza y la forma del baúl para facilitar el transporte del equipaje. También aprendió a conceptualizar los interiores según las necesidades del cliente, en muchos casos diseñados para objetos específicos: ya fueran sombreros de copa y bastones, un escritorio portátil, un par de bicicletas o el baúl Brazza, en honor del explorador Savorgnan Brazza, que al abrirlo se transforma en una cama personal, y que gozó de gran popularidad. Te interesa: Esta es la casa de alta costura más antigua del mundo y su fundador
¿Cómo nació la marca Louis Vuitton?
En 1854, Louis Vuitton contrajo matrimonio con Clémence-Émilie Parriaux (que en ese momento tenía 17 años) y alquiló un espacio en la rue Neuve-des-Capucines —travesía cercana a la iglesia de la Madeleine y la Plaza Vendôme— que les servía como taller-vivienda, donde ideó y confeccionó el revolucionario baúl que le significó el reconocimiento. Al poco tiempo se mudaron el fotógrafo Félix Nadary el diseñador inglés Charles Frederick Worth, con quienes entabló y sostuvo una amistad. Los tres influirían el estilo de diferentes maneras. Hasta ese momento, el equipaje lo conformaban voluminosos arcones cubiertos de cuero con tapa abovedada y era difícil de almacenar en las bodegas de los barcos. Te interesa: 10 datosque tal vez no sabías de Louis Vuitton
Los baúles
El baúl de tapa plana con armazón de álamo forrado en lona Trianon impermeable, en un tono gris que le daba un cierto aire in dustrial, fue un éxito rotundo e inmediato. Había nacido el equipaje moderno gracias al diseñador Louis Vuitton. Su carácter funcional lo convirtió en una pieza esencial para los viajeros de alta sociedad, encabezado por la emperatriz Eugenia de Montijo en sus viajes de París al castillo de Compiegne. Vuitton no daba abasto y se vio obligado a expandir y emplear asistentes. A partir de ese momento la empresa se distinguió por suplir las exigencias de los viajeros más sofisticados. Te interesa: La historia detrás de las bolsas de mano más icónicas de la moda
Expansión y evolución de Louis Vuitton
La compañía Louis Vuitton disfrutó de gran expansión durante la segunda mitad del siglo XIX. Su primogénito, Georges, nació en 1857. Dos años después, trasladó la fábrica para Asnières, un pequeño poblado cercano a París, situado junto al río Sena, por donde transportaba la materia prima; hasta el día de hoy continúa siendo el laboratorio para nuevos productos, y el centro de adiestramiento. En 1871 mudó la tienda para el antiguo Jockey Club, en 1rue Scribe; allí permanecieron hasta que en 1914 construyeron el almacén más grande del mundo dedicado a artículos de viajes, localizado en 70 Champs Elysées. La primera tienda en Londres se inauguró en 1885. Hacia el final de la vida del fundador, la compañía incorporó un sistema de seguro social y pensiones para sus empleados. La preocupación por la seguridad llevó a Georges —quien al cumplir 16 años se había incorporado a la compañía— en 1890 a patentar una cerradura compuesta por 5 trinquetes prácticamente inviolables, con llave numerada que sirve para todas las piezas de un mismo juego. Te interesa: Piezas personalizadas de México en Time Capsule de Louis Vuitton
Víctima de plagio y copias
Era casi inevitable que la popularidad de los productos desatara en la fabricación de copias, y el plagio . A pesar de las características del diseño y las telas únicas: de la lona Trianon a la de rayas, y uno de sus últimos diseños, en 1888, la lona a cuadros, Damier, que fue lanzada nuevamente en 1996. La inventiva de los Vuitton salvó la situación. En 1896 Georges Vuitton puso fin al plagio y a la confusión al crear el monograma que desde entonces identifica los productos fabricados por la empresa.
El logo de Louis Vuitton (Diseñador Louis Vuitton)
El emblema de LV tiene diversas fuentes, principalmente el interés que se vivía en aquellos tiempos por restaurar edificios antiguos donde se puede observar el quatrefoil (cuatro hojas) como ornamentación repetida. Otra influencia fue el arte japonés, que apareció en París en la Exposición Universal de 1867. Los escudos de armas que se usaban en Japón para identificar a familias prominentes, conocidos por Mon, en los que frecuentemente aparecen elementos similares a los que vemos en el monograma LV, como flores en el interior de figuras geométricas. En síntesis, está compuesto por las iniciales del nombre paterno; una flor de cuatro pétalos encerrada en un diamante; la misma flor en positivo y una flor de pétalos redondos encerrada en un círculo.
Georges heredó la terquedad que caracterizaba a su padre, y con ella venció la resistencia con que el monograma fue recibido inicialmente para convertirlo en el sello conocido internacionalmente. Dado que el certificado de patente emitido en 1905 no especifica el color ni la manera en la cual el monograma se puede imprimir, los cueros y lonas pueden aparecer en diferentes combinaciones, según el diseño.
La calidad de Louis Vuitton
El monograma no solo ofrece la tranquilidad de poder controlar las copias, sino incontables posibilidades, lo cual es evidente al observar las numerosas variaciones que ha experimentado. Eso sí, desde el primer baúl con monograma producido en 1896, hasta los más recientes, bajo la dirección creativa de Marc Jacobs —el Bedford de charol rojo es uno de los más llamativos—, se han explorado diversas interpretaciones.
La nueva era de Louis Vuitton
En 1897, Gaston-Louis , e l hijo mayor de Georges, cumplió 14 años e igual que su progenitor entró en la empresa como aprendiz en los talleres de Asnières. Diez años más tarde, ambos se asociaron en Vuitton et fils , e impulsaro n la compañía hacia la diversificación. Ruta en la cual participa activamente por diversas vertientes: sociales, artísticas y deportivas; artes, navegación y automovilismo, entre los ámbitos preferidos por la empresa. Desde joven, el patriarca se apasionó por los medios de transporte; su inclinación por los automóviles culminó en 1989, con la creación del Louis Vuitton Classic; de igual manera, las competencias de navegación los llevó a crear la prestigiosa Copa Louis Vuitton. Bajo el liderazgo de Henry Racamier, yerno del fallecido Gaston-Louis, la empresa entró en la Bolsa como una multinacional que abarcaba Veuve Clicquot , Givenchy y Loewe International. Al unirse con Moët Hennessy en 1987, se creó LVHM: un consorcio de lujo. Racamier se retiró en 1990 y Bernard Arnault , presidente del Grupo LVHM, nombró a Yves Carcelle presidente de Louis Vuitton. Te interesa: Louis Vuitton compra Tiffany en 16 mil 200 millones de dólares
Marc Jacobs en Louis Vuitton
Ya en los 80 reconocidos artistas crearon chales para la empresa, pero fue con la incorporación de Marc Jacobs en 1998 que echó a andar por las pasarelas. El diseñador atrajo a celebridades del mundo de las artes, el cine y el teatro para sus campañas multidisciplinarias: el teatrista Robert Wilson diseñó los escaparates de la tienda en Champs-Elysées; las modelos Eva Herzigova y Naomi Campbell, y actrices como Jennifer López aparecieron en sus anuncios. El dinamismo de la marca se expresa por nuevos caminos. Y todo gracias al intrépido chiquillo que salió andando del Jura a París.