Los vestidos de cintura vasca vuelven a ser tendencia esta temporada por tratarse de una prenda absolutamente favorecedora para todas las complexiones: la Princesa Diana de Gales ya los usaba en la década de los 80’s con tal maestría que, actualmente, uno de sus tantos diseños posee el récord de la prenda más exitosa en una subasta del clóset de la princesa del pueblo.
Por su diseño, los vestidos de cintura vasca favorecen a todos los tipos de cuerpo ya que alargan la silueta gracias a que la cintura se sitúa a la altura de la cadera donde se desprenden faldas voluminosas con caídas plisadas que aportan volumen a la parte baja del cuerpo creando una ilusión óptica equilibrada.
El vestido de cintura vasca más exitoso en una subasta del clóset de Lady Di
Aunque sólo lo utilizó públicamente un par de veces, Lady Di contaba con un amplio repertorio de vestidos con cintura vasca lo cual parece indicar que era de sus favoritos.
Esta exitosa prenda en específico la utilizó por primera vez durante una cena organizada por el alcalde de Florencia, Italia, en abril de 1985. La visita oficial formó parte de una gira real con su entonces esposo, el príncipe Carlos.
La segunda —y última vez— que Lady Di llevó este vestido de cintura vasca fue en mayo de 1986 durante una visita a Orquesta Sinfónica de Vancouver en el Teatro Orpheum, en Canadá.
La Princesa Diana y el príncipe Carlos se encontraban en una visita real a Vancouver para inaugurar formalmente la Feria Mundial Expo ‘86.
Se trata de un vestido confeccionado en terciopelo negro con detalles de estrellas brillantes en azul con ligeras hombreras y cuello redondo. El detalle de las mangas largas le aporta un toque especial de elegancia y sofisticación, pero, sin duda, la amplia falda de bailarina azul con un lazo al costado izquierdo no sólo eleva la silueta, sino que le pone el toque de feminidad al que nos tenías acostumbradas Diana de Gales.
La falda de bailarina es el guiño perfecto al amor de Diana por la danza y su patrocinio del Ballet Nacional Inglés. El diseño es dulce y sofisticado, y la pintura metálica plateada del terciopelo brilla muy bien junto con el bordado para crear un diseño que recuerda al cielo nocturno
El vestido fue subastado por la casa Julien’s Auction donde se esperaba que alcanzara una puja por 100 mil dólares; sin embargo, el valor histórico del vestido lo convirtió en el más caro de su clóset ya que alcanzó un valor de un millón 14 mil dólares, es decir, multiplicó 11 veces su valor original.