Las faldas son uno de esos imprescindibles esenciales en cualquier fondo de armario que se precie. Pero este invierno, ha parecido que ese carácter básico se ha elevado a otro nivel, y no hemos dejado de ver esta prenda en cualquier look imaginable. Sobre todas esas impregnadas de animal print y esencia primaveral, finas, fluidas y con abertura, que se sumaban a jerséis, Converse y botas militares convirtiéndose en un básico atemporal. Ahora, aunque nos atrevemos a decir que seguirán en la primera línea del vestidor, estas le pasan el testigo a otra de las versiones que construyen este básico, que ha aprovechado los primeros coletazos del entretiempo para mantenerse en primavera como tendencia absoluta: la falda plisada. Esta conquista ya nuestras firmas favoritas y las cuentas de Instagram de las fashionistas del momento, lisas o con pequeños estampados que no llaman la atención en colores claros y tonos nude y paste y en versión midi, creando contraste con las prendas más invernales que aún capitanean nuestros estilismos y solucionando cualquiera de ellos, con su sencillez y minimalismo, dejando que la importancia recaiga sobre el resto de prendas y accesorios.