Este verano cumplí cuatro años de estar lejos de casa. Un sentimiento agridulce que tarde o temprano alcanza a todo aquel que ha comprado un boleto sencillo y empezado de cero en otro lugar.
Para quienes forman parte de una industria creativa –como lo es la moda– viajar se ha convertido en una ventana de inspiración, que invita no solo a explorar nuevos territorios sino a desafiar estereotipos, promover empatía y, ¿por qué no? reinventarse. Casi como si se tratase de uno de los pasos más elementales del mismo proceso creativo.
Empecé este texto como un diario personal y colaborativo, con la intención de coleccionar diálogos de mujeres con las que he cruzado caminos y cuya historia me ha inspirado de una forma u otra. A simple vista, Gaby, Isabel, Renata, Paula y Britt no tienen muchas cosas en común, pero existe algo que las conecta: su amor y curiosidad por la moda las ha llevado a migrar, a crecer y emprender.
Un dulce recordatorio que “hogar” no es siempre un punto fijo sino un concepto itinerante que se expande y se transforma. Que no se trata de un conjunto de muros sino de las experiencias y los recuerdos pero sobretodo, de las personas con las que coincidimos sobre la marcha.
Gabriela Cambero: Periodista y editora de moda
De México. Vive y trabaja en París - @gabycambero
Conocía el trabajo de Gabriela por su estancia en la revista L’Officiel, pero fue hasta hace relativamente poco tiempo que pudimos coincidir en una cena durante la Semana de la Moda en Paris. Actualmente, Gaby se dedica al estilismo, periodismo y producción para diversas publicaciones y marcas y fundó La Gazette, plataforma que celebra la moda, belleza y el estilo parisino.
Georgina: ¿Qué parte del mundo editorial fue la que llamó tu atención? Cuéntanos más sobre tus inicios en esta área.
Gabriela: Crecí rodeada de revistas de moda porque mi mamá era diseñadora. Desde siempre recuerdo haber estado hipnotizada por las imágenes de moda en comerciales y editoriales, pero nunca imaginé que el trabajo de editora de moda existiera hasta que hice mi intercambio universitario en Paris y me colé a un par de desfiles de moda: esas mujeres sentadas en primera fila que creaban revistas tenían el trabajo de mis sueños. Con el tiempo, entendí que esas imágenes, y toda la comunicación en la moda, es al mismo tiempo, aspiración y reflejo de la sociedad; comprendí la profundidad que puede llegar a tener esta profesión y me enamoró aún más.
G: Tu experiencia en L’Officiel México te permitió continuar tu trayectoria tiempo después en el equipo de París. Cuéntanos más sobre esta transición. ¿Qué tan diferente te resultó el mundo editorial entre Francia y México?
G: La principal diferencia es la madurez del mercado. En México, la industria de la moda aún está en desarrollo; recuerdo haber sentido que estábamos “haciendo camino al andar” y que todos éramos amigos. Cuando llegué a Paris, me encontré en una industria súper establecida, llena de políticas y “formas”, a las cuales te debes adaptar para integrarte. La ciudad no te deja olvidar que es la cuna de la moda y, al final de cuentas, tienen sus manías muy arraigadas. Pero todas las dificultades son compensadas con oportunidades únicas en el mundo.
G: ¿Cómo se percibe la moda Latinoamericana en Francia?
G: De momento hay una gran apreciación por lo hecho en Latinoamérica pero con un enfoque indudablemente puesto en las artesanías. Creo que hay un potencial enorme a explotar para dar a conocer diseñadores y talentos de nuestra región en este mercado. Somos más que una blusa indígena bordada (aunque también podemos estar muy orgullosos de ésta) y, por fortuna, poco a poco existe una apreciación más generalizada por el diseño Latinoamericano (en moda, muebles, arte…). Sin embargo, creo que el primer paso es uno de autoafirmación, el famoso “hay que creérnosla”. El talento y la identidad ahí están, y cuando son descubiertos en Francia, son muy valorizados.
G: ¿Cuál es la parte favorita de tu trabajo?
G: Me encanta la gente que conozco. Nadie que trabaja en esta industria tan dura lo hace si no le apasiona lo que hace, así que siempre terminas cruzando caminos con personas talentosas que siguieron sus sueños y hacen lo que aman. Es de lo más inspirador. Y claro, ir a los desfiles de los diseñadores que admiro, eso es lo más divertido.
G: ¿Existe algún proyecto emocionante que quieras compartirnos?
G: Estoy muy emocionada por el relance de La Gazette en septiembre. Hemos filmado nuevo contenido que muero por compartirles.
Con el tiempo, entendí que esas imágenes, y toda la comunicación en la moda, es al mismo tiempo, aspiración y reflejo de la sociedad.
Renata Solís: Directora creativa de la marca de accesorios Zulia & Huipa
De México. Vive y trabaja en Nueva York. @zulia_huipa
Tuve la fortuna de colaborar con Renata hace un par de años en Nueva York. Tras un viaje a México que le permitió desarrollar una fuerte conexión con la comunidad maya, Renata ha mantenido una estrecha relación con colectivos de artesanas para dar vida a Zulia & Huipa un proyecto que celebra el trabajo hecho a mano, la fusión de técnicas y la moda sostenible.
Georgina: Platícanos más sobre el universo Zulia & Huipa.
Renata: La inspiración nace de una mezcla de lo urbano y lo cotidiano, con la parte mágica de lo ancestral, lo real, el trabajo hecho a mano, el amor, la pasión y la simbología. El universo de Zulai & Huipa es místico, es sabio, es gótico, recreativo, es un poco rockero. Es la fusión de las antiguas técnicas indígenas de artesanía con la sensibilidad contemporánea de la moda. Lo moderno no puede existir sin un pasado arraigado en una profunda historia cultural.
G: ¿Cómo es tu proceso creativo?
R: Hay días en los que me siento muy creativa y días en los que tengo que desconectarme de todo. Creo que lo que más me ha funcionado es divertirme en el proceso. Casi siempre la inspiración viene de algún viaje, una película, un libro o álbum musical que me movió. A partir de esto hago un sketch y una vez que lo tengo hacemos pruebas con cartón. Una vez que estamos enamorados, ¡empezamos a buscar materiales! Nuestra piel es rescatada de dead-stocks de grandes producciones y muchas veces no encuentro lo que tengo en mente, pero intento no casarme con esa idea definitiva. Estoy abierta a experimentar con materiales que den un giro diferente al diseño o algún color distinto a nuestra paleta inicial. ¡Muchas veces eso es lo que da el punch a la pieza final!
G: ¿Qué enseñanzas te ha dejado trabajar con colectivos de mujeres en México?
R: Que todo a su tiempo. Hay procesos que deben llevarse a cabo con calma pues los trabajos hechos verdaderamente a mano (como lo son las técnicas del telar de cintura y los teñidos naturales) tienen su magia en el proceso, en la paciencia y en la constancia. Detrás de cada pieza existen muchas horas de trabajo.
G: ¿Cómo es un día trabajando con ellas?
R: Hay mucho café de olla, mucha platica y muchas risas.
G: ¿Cómo crees que debemos cambiar nuestros hábitos de consumo de moda?
R: El ‘slow fashion’ es uno de los cambios más fuertes actualmente. Creo que la gente empieza a tener más conciencia de lo qué hay detrás de cada producto. Cuestionarnos más sobre qué materiales puede tener un impacto positivo en el medio ambiente así como sobre las condiciones de trabajo que ofrecemos. Como consumidores, debemos apoyar a diseñadores emergentes, informarnos sobre los procesos de creación, y comprar más ropa vintage. ¡Rehusar también está de moda!
G: Cuéntanos más sobre tu experiencia emprendiendo en Nueva York. ¿Qué retos y enseñanzas se te han presentado?
R: Ha sido un viaje, con muchas altas y bajas, ¡pero seguimos en el ride! Empecé haciendo flea markets, viendo qué tal se movía el producto, tomando nota del feedback que recibíamos y de la reacción de la gente. Todo esto me ha llevado a innovar el diseño. Hasta ahora, hemos participado en grandes trade-shows y estamos orgullosos de tener presencia en varias tiendas en Estados Unidos. Nos hemos ido posicionando poco a poco pero firmes.
El ‘slow fashion’ es uno de los cambios más fuertes actualmente. Creo que la gente empieza a tener más conciencia de lo qué hay detrás de cada producto.
Paula Berbell: Fashion stylist
De España. Vive en Lima. @berbellpaula
Conocí a Paula hace algunos años en Ciudad de México. Ella era estilista y yo editora de moda, y desde entonces, hemos creado una genuina amistad a larga distancia, coincidiendo en ocasiones entre México y Madrid. Actualmente Paula vive en Perú y se dedica al estilismo, producción de moda y dirección creativa.
Georgina: Platícanos sobre tus inicios en la moda.
Paula: Desde muy pequeña tuve muy claro que quería dedicarme a este mundo. Cuando era una niña, me aprendía todos los diseñadores que salían en las revistas y le pedía a mi madre que me enseñara una foto de los desfiles para adivinar el diseñador y el año de la colección. Al tenerlo tan claro, tuve la oportunidad de estudiar diseño, estilismo, comunicación e imagen de moda. Mientras estudiaba comencé a asistir a diferentes estilistas en los shootings y pude hacer prácticas en el estudio de fotografía de las oficinas de BERSHKA, INDITEX, donde aprendí muchísimo y me lanzó como profesional al mundo laboral.
G: ¿Qué te hizo decidir por el estilismo entre todas las ramas de la moda? ¿Tuviste o has tenido alguna inclinación por alguna otra?
P: Ha sido como una intuición puramente vocacional. Cuando estaba en el colegio, la única manera de poder acercarte a la moda era a través del diseño, y yo le decía a mi madre ‘yo no quiero diseñar la ropa, yo quiero agarrar mucha ropa de diferentes diseñadores y ponérsela a la modelo como a mí me guste, como en las revistas de moda ‘. En ese momento mi familia no entendía a lo que me refería porque era todavía una rama muy desconocida y ni siquiera yo sabía que se llamaba ‘estilismo’. Así que poco a poco fui averiguándolo e hice todo lo posible por acercarme a las personas que admiro para poder trabajar a su lado y aprender el oficio. Ahora en este momento de mi vida sí que me gusta y me acerco más a otras ramas de la moda, como la producción, el diseño o la dirección creativa.
G: ¿Qué actividades involucra el estilismo de moda? ¿cuál de ellas es tu favorita?
P: Lo primero que hay que saber es qué tipo de trabajo estás realizando. Puedes ser estilista de TV, hacer campañas publicitarias, editoriales de moda, campañas para marcas o vestir a celebridades para un evento. El proceso es distinto para cada proyecto, pero lo que más me gusta es buscar la inspiración para hacer el estilismo en sí, y dejar siempre una parte para la ‘improvisación’ al momento de hacer los looks, ya que es ahí cuando conectas más con el trabajo que estás realizando.
G: Trabajaste en México por algunos años. ¿Qué parte de la industria de la moda Latinoamericana te hizo quedarte en este país?
P: ¡Adoro México y Latinoamérica! Tuve la oportunidad de viajar a México y me quedé porque es un país que está en una explosión de creatividad brutal. Me fascina que siempre se esté abanderando la cultura mexicana y que se haya conseguido que sea un referente en estética y moda. Hay muchísimo talento emergente y se nota mucho a la hora de trabajar, siempre he tenido la sensación de que hay mucho por hacer y se está consiguiendo a pasos agigantados. Cada vez, veo la moda mexicana siendo más internacional a través de todos los profesionales que hacen que suceda, y esa es exactamente la sensación que tuve cuando llegué por primera vez.
G: Actualmente vives en Lima. ¿Qué puedes decirnos sobre la escena de la moda peruana?
P: Perú es un escenario súper parecido al mexicano. Tienen una cultura espectacular que siempre vas a ver plasmada en la industria de la moda. Los diseñadores, estilistas, fotógrafos y creativos consiguen transformar toda esa carga cultural milenaria y hacer creaciones increíbles que cada vez más podemos ver en otros países; por no hablar de la materia prima en textil que tienen como el algodón o la alpaca. Es un país con muchísimo potencial que le sigue los pasos a México, y es cuestión de tiempo que el resto del mundo ponga sus ojos en él.
G: ¿De qué manera el hecho de haber vivido en el extranjero te ha enriquecido personal y profesionalmente?
P: Cuando sales de tu cuidad o país maduras hacia el camino que estabas buscando. Simplemente el esfuerzo que tienes que hacer alejándote de tu familia y amigo, te hace estar mucho más centrado en tus objetivos, ser exigente con todo lo que quieres en la vida y buena persona con la gente que te rodea. Entiendes que no somos el centro del universo y le das un nuevo significado a la palabra ‘familia’. Vives experiencias en lugares y con personas que nunca te habrías imaginado y creces cultural y personalmente muchísimo. Y por supuesto eso se traslada al ámbito profesional. En un trabajo tan creativo, es una continua fuente de inspiración. Como dice Iris Apel, ‘The eye has to travel’.
Perú es un escenario súper parecido al mexicano. Tienen una cultura espectacular que siempre vas a ver plasmada en la industria de la moda.
Britt Maton: Directora creativa de la marca de moda NIN Studio.
De Australia. Vive y trabaja en Ciudad de México. @ninstudio_
Conocí a Britt a través de Viridiana, una talentosa amiga fotógrafa que desde hacía algún tiempo, quería presentarnos para explorar la posibilidad de hacer algún proyecto en conjunto. Me tomé un tiempo para conocer más sobre el universo de Britt y de NIN, un proyecto que juega con la intersección de moda y arte.
Georgina: Nin Studio nació en el 2018, año en el que te encontrabas experimentando con ceramica en San Francisco. ¿Cómo evolucionó este proyecto artístico independiente para convertirse en una marca de moda?
Britt: La evolución fue realmente orgánica y el cambio de arcilla a textil se sintió intuitivo y natural. Hasta la fecha, sigo considerando a Nin como un proyecto artístico, siempre quise que fuera eso. Cuando llegué a México hace cuatro años, sabía que quería experimentar con ropa, así que empecé a hacer algunas cosas y decidí que tenía más sentido crear una historia cohesiva completa. ¡Todo empezó aquí! Subí algunas cosas a internet y todo empezó a crecer.
G: Guíanos a través de tu proceso creativo.
B: Mi proceso creativo es desordenado, sin disciplina ni forma sólida, pero al mismo tiempo es claro, repetitivo e intuitivo. El proceso comienza observando el entorno presente y encontrar joyas entre él que comuniquen algo. Puede ser un sonido que me recuerde a algo y eso crea la semilla para empezar una historia, después de eso la historia empieza a aparecer en todas partes.
G: ¿Cómo obtienes los tejidos con los que trabajas?
B: Nuestros tejidos los obtenemos de Ciudad de México, los compramos en pequeños negocios que he estado visitando desde hace cuatro años. La son de inventario no vendido, que han sido descartados por productores de ropa / empresas grandes. Provienen principalmente de China y la mayoría del algodón es de Ciudad de México. Compramos estos sobrantes / rollos defectuosos y los reutilizamos. Adoptamos técnicas de prensado en caliente de pliegues para crear una fibra más resistente y trabajamos con nuestros equipos de producción local para crear prendas de alta calidad. Seguimos explorando nuevas formas para reciclar materiales ya existentes para crear artículos duraderos que luego puedan volver al circuito de utilidad.
G: ¿Por qué Ciudad de México?
B: Lo que más me inspira es la forma en que la ciudad y la cultura están en sintonía; se siente que hay una simplicidad compleja que permite el flujo pero también puede ser paralizante y confrontativa. Hay muchas cosas que me motivan e inspiran, como la forma en que la cultura se muestra en el afecto, la familia, el baile, la música, la comida, las discusiones. No todo es un cuento de hadas, pero las cosas difíciles también me motivan e inspiran a crecer, fracasar, aprender y sentirme humana.
G: Cuéntanos tu experiencia trabajando con artesanos mexicanos.
Hemos trabajado con muchas personas para crear muestras y trasladar las colecciones hasta donde estamos hoy. Realmente disfrutamos trabajar en estrecha colaboración con nuestros dos equipos principales de producción y plisado. A veces es desafiante, pero nos permite trabajar constantemente en las relaciones y crecer juntos. El taller en la Ciudad de México está dirigido por una mujer increíblemente talentosa llamada Cris, ella realmente cuida a los artesanos con los que trabaja en la ciudad y en el Estado de México. Luego tenemos a nuestro plisador, Fernando, quien estoy segura que hace los mejores pliegues en la Ciudad de México. Siempre lo visito en su estudio y generalmente es cuando surgen las mejores ideas para experimentar o resolver problemas. Trabajé durante tres años en la creación de muestras con Concha y realmente creamos un lenguaje juntas; fue curioso porque yo apenas hablaba español al principio, pero de alguna manera creamos formas y piezas increíbles que ahora son nuestras piezas básicas en Nin. Me siento agradecida por todas las manos que han tocado el proyecto.
G: ¿Qué les dirías a los jóvenes creativos que sienten curiosidad por migrar a otros territorios para seguir sus sueños profesionales?
B: Los impulsaría a escuchar sus instintos y seguir todo aquello que les dé un sentimiento de pura felicidad y conocimiento. Confíen en quiénes son. Canten su propia canción, bailen su propio baile y rían con su propia risa.
No todo es un cuento de hadas, pero las cosas difíciles también me motivan e inspiran a crecer, fracasar, aprender y sentirme humana.
Isabel Bazzani: Personal luxury shopper
De Australia, vive y trabaja en París. @isabelbazzani
Aunque Isabel es mi vecina, fue a través de varias amigas en común que pudimos conocernos. Isabel y yo compartimos una adicción al trabajo y al iced latte de la cafetería de nuestra calle, que se ha convertido en nuestro spot favorito para el cotilleo y las lluvias de ideas.
Georgina: ¿Qué aspectos de la moda te interesaron por primera vez? ¿Cómo ha evolucionado tu relación con la industria desde entonces?
Isabel: Siempre fui muy creativa e interesada en el arte y el diseño. Quería que esto formara parte de mi vida y sabía que la única forma de lograrlo era convirtiéndolo en mi profesión. Amo cómo esta industria es capaz de combinar tantos elementos creativos en uno a través de una amplia variedad de salidas profesionales. Desde mis inicios hasta la actualidad, mi relación con la moda ha evolucionado hacia una versión más segura de sí misma. Confío en mis elecciones y tomo decisiones asertivas, ya sean creativas o relacionadas a negocios.
G: ¿Qué te llevó a estudiar Fashion Business? I: Elegí esta carrera porque cubría una gran parte de las áreas de la industria de la moda, desde diseño, marketing y PR hasta compras y branding.
G: ¿Qué nos puedes decir sobre la escena de moda actual en Australia?
I: Los australianos son súper experimentales y están siempre actualizados con las últimas tendencias. Hay un estilo general “effortlessly cool” en Australia que refleja a la perfección el estilo de vida. Algunos de mis diseñadores favoritos de toda la vida incluyen a Dion Lee, Toni Mativecski, Christopher Esber, Scanlan Theordor y Sass & Bide.
G: ¿Qué te hizo mudarte a Londres?
I: Siempre intento mantenerme fuera de mi zona de confort para seguir avanzando y al terminar mis estudios quería descubrir cómo sería mi vida fuera de Australia. Así fue como en el 2016, tomé un vuelo de 24 horas al otro lado del mundo. Elegí Londres por su historia en la moda, siendo el hogar de muchos diseñadores y marcas icónicas, así como de destinos e-commerce de lujo. Mi objetivo era sumergirme entre todo esto. En poco tiempo, tuve la suerte de trabajar en Net-A-Porter, dentro del área de personal shopping para clientes privados. Mi tarea era desarrollar relaciones con el top 1% de clientes VIP, el cual incluía celebridades, miembros de la familia real, la élite de la moda, mujeres CEO, ¡y mucho más! Mi trabajo involucraba todo tipo de actividades, desde acompañarlos a eventos exclusivos o a los desfiles, hasta asegurar las piezas más únicas y valiosas y trabajar de la mano de las marcas de lujo. Esta experiencia y oportunidad de networking se convirtió en una jugada clave sobre cómo mis siguientes años se iban a desenvolver.
G: Y después te mudaste a Paris. ¿Qué tan diferente ha sido tu experiencia de trabajar en la capital francesa?
I: París fue definitivamente una experiencia más diversa. Me ha permitido explorar una forma de trabajo más emprendedora al relacionarme con mis clientes de manera independiente. Mientras me adaptaba a la ciudad, tuve la oportunidad de desarrollar una relación más cercana con marcas de lujo francesas y de compartir con mis clientes internacionales muchas de las colecciones disponibles exclusivamente en Paris. Diría que esta ciudad sostiene un acercamiento más tradicional con una fuerte apreciación, atención y énfasis en el storytelling, en la historia y ADN de las marcas. Por el otro lado, Londres ofrece innovación digital y avances con su propio estilo.
G: Has trabajado en Global Luxury Sourcing para clientes VIP en empresas como LVMH y Farfetch. ¿En qué ha consistido tu trabajo aquí?
I: Existe un mundo de private shopping y una diversidad de servicios y experiencias que mucha gente aún desconoce. Al colaborar con equipos basados en diferentes ciudades, logramos abastecer a nuestros clientes con ‘the best-of-the-best on offer’, ya sea ready-to-wear, Alta Costura, Alta Joyería, arte o deco. Mi rol consiste en conseguir las piezas que muchas veces no llegan al mercado, y que por lo tanto no puedes conseguir en tienda, como bolsas Hermés, Audemars Piguet edición limitada, o vestidos de Alta Costura. Muchas veces los looks que vemos en los desfiles no llegan a producción, algunas colecciones hacen pre-ventas previas al lanzamiento oficial al público y muchos artículos no están disponibles en algunas ciudades. Lo que quiere decir que la única forma en la que puedes obtener ese artículo es viajando.
G: ¿Qué proyectos tienes en puerta?
I: El lanzamiento de www.isabelbazzani.com, una plataforma de membresía única que permitirá a los clientes acceder a contenido en tiempo real disponible para ordenar colecciones globales desde cualquier parte del mundo. También incluye otras características relacionadas con piezas exclusivas y lanzamientos de pedidos anticipados. Esto significa que un cliente en México podrá comprar de una colección en París, Nueva York, Hong Kong, o de donde sea y tener una idea de lo que llegará a la tienda tan pronto como aterrice.
Los australianos son súper experimentales y están siempre actualizados con las últimas tendencias. Hay un estilo general “effortlessly cool” en Australia que refleja a la perfección el estilo de vida.