Y más allá de la pregunta por su prontitud, quizás deberíamos cuestionarnos su pertinencia. Varias veces ya nos hemos planteado la necesidad y los impactos de seguir trabajando en la industria de la moda bajo las lógicas del calendario tradicional –semestres, temporadas, cruceros, etcétera– y una producción poco consciente de sus impactos ambientales. Ahora, ponemos al fashion week en tela de juicio por situaciones de seguridad. Sí, sí. Deseamos con urgencia volver a nuestros espacios físicos. Reconocemos que una experiencia digital jamás podrá igualar a la vida de allá afuera. La tangible. Especialmente cuando se tienen que reactivar los mercados donde nos ayudamos unos a otros para sobrevivir. Sin embargo, ¿no sería mejor un poco de cautela?
Pensar en septiembre desde un horizonte de moda, según lo establecido, es pensar siempre en el mes más importante de nuestro calendario. Hoy, mucho más. Las urgencias sanitarias de un virus que parece no ceder obligaron a que pensáramos las pasarelas en un formato digital. Y sí, fueron simpáticas, vimos un derroche de creatividad (¡o no!), pero en términos generales: fue un fracaso. Necesitamos, sin duda, re-impulsar lo que nos define como sector creativo y comercial con ayuda de la vieja y confiable idea de “septiembre”.
No obstante, esta prisa coincide con reportes de una posible segunda ola de Covid-19 en Europa –los número no dejan de crecer en España y Francia, por ejemplo–. En Estados Unidos, más de 6 millones de casos confirmados nos hacen temblar ante la idea de regresar a las calles de una ciudad como New York –que suma más de 200 mil casos–.
¿Formatos? Para pensarse todavía...
En esta turbulencia de opiniones, bastante se ha discutido entonces sobre la posibilidad de mantener shows totalmente digitales, completamente físicos o en un esquema híbrido que ayude a guardar distancia entre los asistentes, pero que no se cierre las puertas para un público mayor. En las últimas semanas, ejemplos tuvimos varios. Desde Virgil Abloh y Jacquemus, Dior con ese surreal filme de controversia, hasta Collectiva Concepción aquí en México.
Al respecto, quedémonos con lo siguiente: «Como espectador que intentaba absorberlo todo, los días parecían una montaña rusa emocional en la que el raro desfile de modas en vivo, al aire libre con invitados con máscaras, podía sentirse al mismo tiempo admirable e imprudente, incluso cuando se veía en una pantalla”, escribió Robin Givhan para el Washington Post.
«Tienes estos desfiles de moda [digitales] extraños y desalmados sin nadie allí ... Realmente te hace preguntarte quién está realmente involucrado con estos: ¿son los clientes o simplemente las personas que quieren entretenimiento?», dijo James Scully, el director de castings.
Las decisiones en...
New York Fashion Week
Entre los pocos diseñadores que van a hacer presentaciones en físico se encuentran Jason Wu y Christian Siriano. Eckhaus Latta, Anna Sui, Carolina Herrera y Marchesa ya han anunciado su participación, aunque el formato todavía está por confirmarse. Marc Jacobs, Michael Kors y Ralph Lauren han decidido retirarse de estas agendas.
London Fashion Week
Como siempre, quienes se quieren pasar de organizados. Aquí todos se posicionan bajo los tres paraguas que ya mencionamos: shows físicos, digitales e híbridos. Las marcas confirmadas para el primer formato son Simone Rocha, Roksanda, Sharon Wauchob y Amanda Wakeley. En digital y físico tenemos a Burberry, Erdem y Victoria Beckham.
Milan Fashion Week
24 shows digitales y 28 físicos en total conforman esta agenda que, de hecho, fue la primera en anunciarse y dio esperanzas de que esto seguía y seguía. Fendi, Versace y Giorgio Armani son sólo algunos de los nombres reconocidos que dan rostro a la fuerza italiana este septiembre. También seremos testigos del ansiado debut de Raf Simons en Prada, lo cual asegura revuelo por bastante tiempo. Sin embargo, no olvidemos que otras grandes casas –Bottega Veneta, Gucci, Moschino y Jil Sander, para ser precisos– decidieron no participar en este calendario y trabajar a su propio ritmo.
Paris Fashion Week
La Fédération de la Haute Couture et de la Mode, desde junio, levantó controversias al declarar que su semana se haría en físico –justo cuando todos apostaban por poner a prueba su creatividad digital– y que redoblarían los estándares de seguridad que dictan las autoridades francesas, con tal de no frenar. El calendario sigue siendo un misterio, pero sabemos que Chanel, Dior y Louis Vuitton jamás podrían faltar.
México Fashion Week
Mientras tanto, en la Ciudad de México, la semana de la moda –bajo el sello de Mercedes-Benz– se llevará a cabo del 14 al 17 de octubre bajo un formato híbrido que combina el retorno controlado de los eventos presenciales con un programa de contenidos exclusivos para nuestras plataformas digitales. De acuerdo con los organizadores, el objetivo de la plataforma dentro de este nuevo orden es apoyar la reactivación responsable de la economía, a través del fomento a la moda, la cultura, el turismo y el comercio local. Se prometen experiencias de moda en sitios seguros, con asistencia acotada, además de un recorrido por el país con un calendario de experiencias exclusivas para sus canales digitales.
Destino...
¿Que los shows son mucho más efectivos en físico? Claro. ¿Que la amplificación de las marcas es muy baja en el mundo digital? Nadie lo discute. Y sabemos que poco a poco debemos vivir con el virus. Pero jamás debemos olvidar el riesgo que representa volver de lleno a las calles. La última semana de agosto (2020), Francia reportó hasta 5 mil 500 nuevos casos de Covid-19; el mayor salto desde mediados de abril. Hoy, se intensifican sus restricciones para limitar la propagación del brote, aunque una segunda ola de contagios suena más a destino que posibilidad. Tal vez, por más eterna que sintamos la pandemia y la urgencia por dar soluciones, sea momento de seguir pensando el estado de las cosas. No es halagador el escenario para muchas marcas o tiendas. Tampoco para editores y periodistas (que cada vez somos menos). Pero puede ser que con tanto apuro sólo estemos llegando a un lugar cada vez más oscuro, en vez de guiarlo hacia la salida.