Las semanas de la moda más importantes del mundo tienen su respectiva magia, pero sin duda, una de nuestras favoritas es París: la capital de la moda donde las sorpresas, la innovación e incluso el retorno de los clásicos tienen un toque especial y esta edición no es excepción: fue el turno de Tom Ford, ahora liderada por Haider Ackermann.
Para entender la nueva etapa de la maison es necesario notar los pequeños detalles de la pasarela que protagonizó en la Semana de la Moda de París, pues, aunque Haider Ackermann entiende perfectamente la esencia de Tom Ford, también es cierto que ha llegado con propuestas innovadoras y disruptivas a la capital de la moda.
Una de las características clásicas de Tom Ford, presente en todas sus colecciones, es ese ensamblaje mágico entre el estilo clásico y su constante reinterpretación, pues aunque se trata de diseños estructurados, los colores y las texturas juegan un rol protagónico para Haider Ackermann: el resultado, diseños atrevidos, pero sumamente elegantes.
Otro eje de su dirección es, sin duda, la implementación de un desfile mixto nunca antes visto en esta firma, particularmente en una etapa de la historia donde los géneros son lo menos relevante al diseñar, pues la revolución unisex se ha convertido en una tradición contemporánea de los 90’s a la actualidad y sinceramente, adoramos esa propuesta.
Para Haider Ackermann ha sido necesario revisitar el archivo de Tom Ford para capturar su esencia y ponerle su sello personal sin anular la base: maxiprendas diseñadas sobre cuero, que muy probablemente jugarían en su contra si la temática fuera moda sustentable, pero el lujo sigue siendo el fundamento filosófico de Tom Ford y por ello también ha caído ante los encanto de los looks monocromáticos, lo que, de manera holística, nos permite ver contrastes interesantes a lo largo de toda la colección otoño-invierno 2025 presentada ayer en Place Vendôme.
La sensibilidad es la sensación de belleza. Doy la bienvenida a mis bellezas: las personalidades nobles que encarnan mi idea de lo que hacen a un individual hoy. Su androginia revive la franqueza de lo que lleva puesto, la facilidad de las líneas puras potenciadas por la explosión total de color.