Patou, Chloé, Krizia, Charles Jourdan, Valentino, Fendi y Chanel fueron casas de moda que creyeron y se beneficiaron de su gran talento. Su colaboración más longeva, sin embargo, fue para Fendi Roma, puesto que, desde 1965, Paola, Anna, Franca, Carla y Alda depositaron el abolengo de su marca en manos de este nuevo visionario, y juntos trabajaron en ello hasta que los sorprendió su fallecimiento. Como es natural en un creativo inquieto y exitoso, Lagerfeld no pudo resistir la tentación de hacer una colección propia y aunque tuvo distintos nombres y diferentes socios para ello, mantuvo esa marca como un negocio aparte para jamás competirle a los grandes consorcios y empresas millonarias en las que colaboraba. Sin duda, la marca que revitalizó y con la que se inmortalizó Lagerfeld fue Chanel. Su gracia fue encontrar los valores del ADN de la famosa Gabrielle y darles un twist de modernidad, de irreverencia y muchas veces, incluso de humor. Como director creativo de esta casa de moda francesa, desde 1983, Lagerfeld se dio el lujo de intervenir cada ícono del poder. “Mi trabajo no es hacer lo que ella hizo, sino lo que habría hecho”, afirmó contundente el diseñador.
Con libertad total y presupuestos millonarios, el Káiser de la Moda, no desaprovechó la oportunidad de darle rienda suelta a la imaginación y siempre nos deleitó con desfiles memorables, escenarios increíbles, fotografías emblemáticas y Fashion Films que ilustraron las diferentes facetas de una diseñadora y el mundo de lujo que representaba. Bueno, hasta las invitaciones y tarjetas de Navidad, enviadas a la prensa, eran dibujos elaborados por él mismo.
Por si esto fuera poco, a Lagerfeld le debemos el rescate de los talleres milenarios de la alta costura y sus valiosos artesanos, donde se elaboran los bordados, aplicación de plumaria, sombreros, flores de tela y guantes, que trabajan no sólo para Chanel, sino para otras firmas de abolengo que aprecian estas labores tradicionales. En su rebeldía, Lagerfeld se dio el lujo de enviar a su primera pasarela un traje Chanel de mezclilla, buscarle pareja a la 2.55 creando la exitosa bolsa Boy y mandando a sus modelos a desfilar en tenis. ¡Gracias, Karl, por bajarnos de los tacones y ofrecernos tenis de diseñador! En su afán lúdico, sus colecciones lograban explorar nuevas e inverosímiles proporciones, siluetas imposibles y combinaciones de materiales jamás pensados para la moda. Adicionalmente, supo incorporar diversas culturas y estéticas a sus diseños. ¿Quién puede olvidar lo que hizo en India, Cuba y, de modo reciente, en su increíble colección inspirada en Egipto?
A ROMPER LAS REGLAS
Lagerfeld siempre fue diferente, nunca encajó en ningún molde. Jamás pudo con el rigor de la exclusividad de una marca, aunque respetó como todo un profesional no sólo sus entregas, sino la personalidad de cada casa de moda.
Nunca pretendió formar una familia, aunque todos presenciamos el amor que demostró a su ahijado Hudson Kroenig, el hijo mayor del modelo Brad Kroenig, con quien lo vimos agradecer en su recorrido después de sus pasarelas. O el apego que sentía por su blanca gatita Choupette, quien fuera su alma gemela debido a su independencia felina.
Lagerfeld diseñó una colección cápsula para H&M, participó en un filme de Andy Warhol, fue protagonista de varios largometrajes sobre su vida, dijo lo que pensó sin filtros ni miramientos. Bajó de peso, promovió un refresco de cola, se enfundó en los pantalones que deseaba de Hedi Slimane para Dior, escribió el libro sobre su régimen alimenticio. Incluso hizo un personaje de sí mismo: se inventó un vestuario emblemático, una actitud y proyectó un hermoso llavero colgante con pieles exóticas, que llamó Karlito, con lo que rompió récord de sus propias ventas para Fendi. Lagerfeld tuvo a bien no negarse nada. Vivió la moda como si fuera una bacanal y no se quedó con ningún antojo. En su último desfile estuvo ausente y dejó al mundo de la moda inquieto. La pregunta no se hizo esperar: ¿quién tendría la estatura para sustituir al Káiser de la Moda cuando se fuera? Chanel publicó un comunicado a propósito de su deceso en el que nombra a Virginie Viard, hasta entonces directora del estudio de creación de moda, quien colaboró con Lagerfeld por 30 años, como su sucesora. Realmente son enormes los retos que Viard enfrentará tratando de lidiar con dos poderosos fantasmas como Coco y Karl. Pero estamos seguros de que escribirá un nuevo y fresco capítulo para la firma más conocida mundialmente. En cuanto al hueco que deja en la industria y en nuestro corazón, es probable que no haya más remedio que llenarlo con sus memorias, biografías, retrospectivas, homenajes y películas por estrenar. Sin embargo, nadie puede negar el privilegio de haber vivido y respirado el mismo aire, sí, me refiero al que llamamos moda, junto al gran Karl. ¡Descanse en paz!