Todas hemos sido víctimas de las rebajas y precios en tiendas de ropa consideradas como fast-fashion. El pasar por estas tiendas y ver precios tan atractivos, hace que compremos la ropa pensando que “si no lo usamos, no pasa nada ya que estamos invirtiendo poco dinero”. En los últimos años, han salido a la luz las implicaciones que sufren el medio ambiente y los derechos humanos a causa de los procesos tan rápidos de producción que tienen estas empresas. Después de varios años de posicionarse como líderes en el mercado, las empresas más grandes del mundo que funcionan con este modelo de negocio, han empezado a sufrir el impacto de sus rápidos procesos. Las personas cada vez se concientizan más, exigiendo sustentabilidad por parte de las marcas. Te contamos cuales son las principales implicaciones que existen en la industria del fast-fashion y cómo, a través de los años, han ido evolucionando.
¿Qué conocemos como fast-fashion?
Se entiende como fast-fashion al modelo de negocio que tienen las empresas de moda para introducir colecciones de ropa que han sido producidas y diseñadas a bajo costo y de manera acelerada, para poder seguir el ritmo de las últimas tendencias. Estas empresas le ofrecen al consumidor el acceso a la moda de último momento, a un precio accesible y de manera continua. Se estima que estas empresas sacan modelos nuevos en sus tiendas en línea cada quince minutos.
¿Qué impactos ambientales implica este modelo de negocio?
Para que la moda rápida pueda producirse a un ritmo tan acelerado, las empresas deben utilizar muchos más recursos naturales e insumos químicos para poder generar las prendas. Para producir un par de jeans o alguna camisa de algodón se consume mucha agua y se emiten muchos gases contaminantes. Debido a que el proceso de producción de estos productos es mucho más rápido que el ciclo natural de los recursos naturales, se necesitan acelerar los procesos de la naturaleza con químicos que al final acaban contaminando y dañando al medio ambiente o a la naturaleza que los rodea. También, el ciclo de vida de la ropa se ha vuelto muy corto. Las personas ya no utilizan sus prendas las mismas veces que antes, se estima que en promedio una persona utiliza una prenda máximo 7 veces en total. Los consumidores están dispuestos a comprar ropa que se pondrán solo una vez ya que el precio por ella es muy bajo y además estas tiendas suelen poner su ropa en descuento varias veces al año volviéndola aún más atractiva.
¿Qué impactos tiene sobre las personas involucradas en la mano de obra?
Con el fenómeno del fast-fashion también surgen preocupaciones sociales y laborales como los abusos de mano de obra en países de tercer mundo. La mayoría de estas empresas quiere maquilar al menor precio posible para así tener precios competitivos en la industria. Estas marcas buscan países en donde la mano de obra sea lo menos cara posible lo que genera que los empleados deban de trabajar en condiciones inhumanas que ponen en peligro su seguridad. Día con día, instituciones dedicadas a la sustentabilidad de la moda buscan soluciones para hacer de este fenómeno lo menos dañino posible. A nosotros como consumidores nos queda la tarea de hacer compras conscientes y crear conciencia para poner nuestro granito de arena en la sociedad.