Ni Rihanna ni Kate Moss, la primera en usar un vestido transparente fue la rubia más icónica de todos los tiempos: Marilyn Monroe.
El 19 de mayo de 1962, el mundo se quedó con la boca abierta al escuchar cómo la bella rubia platino entonaba en voz sensual el Happy Birthday al mismísimo John F. Kennedy, quien fuera su amante, frente a 15,000 personas en el Madison Square Garden en Nueva York. Tan memorable como la canción fue el vestido que Marilyn Monroe lució en esa ocasión: transparente, ajustadísimo, sin ropa interior... y totalmente inapropiado. Un naked dress, le llamaríamos ahora, que además iba acompañado de una estola de visón. El vestido de Marilyn –diseñado por Jean Louis era tan ajustado que, una vez puesto, se lo tuvieron que cerrar cosiéndolo por detrás, pero al iniciarse la actuación empezó a desgarrarse, perdiendo algunos de los 2,500 cristales que tenía incrustados.
El naked dress de Marilyn Monroe, un momento icónico en la historia
El momento estético que se creó esa noche fue sublime. La sensualidad y el punto de descaro con el que cantó a Kennedy, enfundada en aquel vestido ajustado y con el punto sofisticado que le proporcionaba la estola de visón, es irrepetible… por mucho que Rihanna lo intente. La actuación de Monroe seguramente provocó en JFK reacciones que tuvo que disimular en público, por lo que sólo alcanzó a bromear:
“Ahora puedo retirarme de la política, ya que me han cantado ‘Feliz cumpleaños’ de una manera tan amorosa”.
La interpretación de Marilyn Monroe pasó a la historia por varios motivos. El primero, porque fue una de sus últimas apariciones públicas, antes de morir. Segundo, porque reafirmó –de la manera más descarada posible– el amorío entre la actriz y el presidente, quien estaba casado con Jackie Kennedy. Y tercero, porque el vestido de Monroe pasó a la fama como un símbolo de la canción, vendiéndose en una subasta en Nueva York en 1999 a $1.26 millones de dólares.
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