Regresó el Fashion Week México 2023 y los diseñadores que moldean la escena de las tendencias locales nos adentran en los universos creativos que suponen cada una de las colecciones. El primer día (10 octubre) abrió con colecciones que conmemoraban la cultura mexicana y el poder femenino —con Carla Fernández, Cynthia Buttenklepper y Francisco Cancino—, así como mucha atribución a las siluetas minimalistas pero con bombas de color y toques de textura. Ciudad de México fue la sede principal, y con 16 desfiles trajeron un calendario apto para deleitar a los amantes de la moda y la cultura.
Carla Fernández
La colección de Carla Fernández llevó por nombre Teocintle, una colección que trata sobre la importancia del maíz y los insectos en la cultura alimentaria de nuestro país —además de que el nombre hace honor al ancestro del maíz. Carla transmitió platillos como las tortillas y las tlayudas para plasmarlas en cada uno de los textiles y es un trabajo realizado por un conjunto de 175 artesanos de toda la República.
“En México la alta costura se hace en las montañas, los desiertos y las selvas”.
Cynthia Buttenklepper
Cynthia Buttenklepper presentó su colección Nací como una mujer humano animal y está inspirada en las etapas artísticas de la pintora Leonora Carrington. En un primer momento, la colección se sumerge en los cuentos celtas, las diosas y lo etéreo desde una estética sutil y femenina, utilizando transparencias y gasas de seda. Hubo muchas siluetas andróginas con sastrería, sacos, chalecos y pantalones de apariencia rígida y fuerte, en colores que van desde el negro hasta el marrón. El resto de la colección fue sumergirse en ponchos, pieles, capas y flecos de colores ocre, morado, rojo y miel para acercarse al misticismo.
Francisco Cancino
Un diseñador con 12 años de trayectoria que desde el inicio de su carrera ha tenido un interés profundo por lo mexicano y sus tradiciones. Esta colección fue Los primeros mexicanos que nos habla de cómo los elementos de nuestra cultura se mezclan con los nuevos que llegan del extranjero. Los materiales insignia fueron seda, cuero, lana, algodón y lino, revestidos de platería. La colección regresa a ese punto originario de resistencia creativa y se cuestiona aquello que puede enseñarnos sobre nosotros mismos al apropiárnoslo, al pensarlo desde lo que ahora somos.