Similar al cosplay, pero no exactamente lo mismo. El method dressing (cuya traducción más literal puede ser ‘método de vestir’) es una técnica reciente en que los actores llevan la moda más allá para promocionar sus películas. Es, en esencia, narrativa sartorial, donde los protagonistas visten de una forma sumamente similar a su persojane o a la trama que engloba el filme —un tipo de extensión de su actuación, pero a través de sus elecciones de moda— y es como si nunca estuvieran completamente fuera de su personaje. Si no supiste cómo iba vestida Margot Robbie a las red carpets de Barbie, entonces estuviste debajo de una roca todo este tiempo, pero es precisamente el epítome de un method dressing (que incluso llevó a su estilista Andrew Mukamal a hacer un libro a detalle del proceso). ¿Qué tan nuevo es? ¿Quién le copió a quién? ¿Así serán de ahora en adelante TODAS las alfombras rojas? Las predicciones del celeb styling podrían dar pistas, pero las respuestas son complejas.
¿Quién inventó el method dressing?
Todos y nadie inventaron el method dressing. En realidad, no hay fecha exacta para mostrar que esta técnica haya existido (o no) desde décadas atrás. Finalmente, son elecciones que los estilistas de las celebridades toman para hacer la promoción de sus películas —algunos habrían optado sólo por la gala natural de estos eventos, como Ana de Armas para Blonde (2022) mientras otros lo hicieron con motivos más seductores y experimentales, como el tenniscore de Zendaya para Challengers (2024). “A veces quieres celebrar a un personaje, un sentimiento o una estética más general de la película”, dice la estilista Leith Clark, quien trabaja con Keira Knightley, Rosamund Pike y Lucy Boyton a Harper’s Bazaar US. “Pero viene más de un lugar de celebración e inspiración, en lugar de emulación”.
¿Seguiremos viendo el method dressing en las alfombras rojas?
Técnicamente, el method dressing siempre ha estado allí, algunas ocasiones con más ímpetu que en otras. Quizá Anne Hathaway dejó pasar la gran oportunidad de usar una tiara y vestido de princesa a las red carpets de El Diario de la Princesa. Nunca lo sabremos, pero, ¿realmente habría sido necesario? La monetización diría lo contrario hoy día... 🤑 “Creo que los fandoms y la creación de momentos culturales pueden ser realmente lucrativos para el talento, para la franquicia, para la red de estudios, para la audiencia, un poco para todos”, dice Liana Rossi, jefa de cultura e influencia en la agencia de publicidad Ogilvy a ABC News.
A juzgar por el gran revuelo, la viralización y la respuesta que ha tenido el público con el method dressing —pov: todos y todas en las butacas del cine vistiendo de rosa—, subsistirá un rato más. O hasta que a alguien se le ocurra otra manera de vender la moda en las celebridades. Y sí, lamentablemente Johnny Depp no acudió a ninguna alfombra roja con sombrero de pirata.