Voces con la misión de deconstruir la belleza... Por décadas hemos librado una batalla con nuestros cuerpos. Hemos crecido adorando ideales de belleza excluyentes y discriminatorios que no sólo son validados socialmente, sino que constantemente son reforzados e impuestos a través de la moda, la publicidad y los medios de comunicación. Sin embargo, poco a poco la moda se ha abierto para entender y aceptar otras realidades y necesidades. Hoy la misión de la industria de la moda consiste en alejarse de viejas estructuras para generar discursos y espacios para todos, hasta que la diversidad, la representación y la inclusión sean la norma.
Voces para trazar un nuevo rumbo
La industria de la moda históricamente ha fundamentado su poder e influencia a través de la imagen y la belleza. La implementación y difusión de ideas relativas a lo que significa ser bello (y exitoso) en un mundo regido por el capitalismo y la cultura occidental, han establecido aspiraciones tan lejanas a nuestras realidades que no hacen más que perpetuar una compleja batalla entre quienes somos y lo que se supone debemos ser.
¿El cuerpo al servicio de la moda o la moda al servicio del cuerpo?
Una pregunta cada vez más frecuente y que en los últimos años nos ha permitido reflexionar y dar paso a una profunda y urgente discusión respecto a cuál es la función de la moda y su papel en la construcción de nuestra identidad, en lo individual y en lo colectivo.
Así, el cuerpo adopta un rol protagónico en la manera en que entendemos el mundo y cómo nos posicionamos ante él, con nuestras propias historias y contextos.
Historias
Historias que por décadas no sólo han sido ignoradas por la moda sino que la misma industria se ha encargado de imponernos de manera arbitraria, generalizada e insensible sus preceptos y estándares estéticos que hasta la fecha permean en el ámbito social, cultural y político.
Lissa Fonssagrives, Dorian Leigh, Bettina, Verushka, Peggy Moffit, Twiggy, Lauren Hutton, Pat Cleveland, Iman, Marisa Berenson, Gia Carangi son sólo algunos de los nombres que antecedieron a las llamadas “supermodelos”: Cindy Crawford, Naomi Campbell, Claudia Schiffer, Linda Evangelista, Christy Turlington y Stephanie Seymour.
Mujeres que han sido catapultadas por la moda y los medios de comunicación como los arquetipos de belleza que aún siguen vigentes.
La moda es regulada y evaluada por consumidores cada vez más críticos
Sin embargo, en los últimos tiempos las redes sociales y el reclamo generalizado de las nuevas generaciones de consumidores, han obligado a la moda a trabajar en su propia deconstrucción y romper viejos paradigmas para dar paso a nuevas visiones y discursos. En el 2021 la moda es regulada y evaluada por consumidores cada vez más críticos y exigentes, que piden a las compañías y a los creativos hacer énfasis en temas como la diversidad, la representación y la inclusión. Así, las y los modelos han dejado de ser simples portadores de ropa y objetos de decoración, para tener una voz y visibilizar causas y estilos de vida que son el reflejo de la cotidianidad de miles de personas. Las y los modelos son las voces de una sociedad a la cual se le han caducado sus narrativas. Hoy la belleza comienza a democratizarse y ser sensible a otras realidades, la perfección ya no es idealizada y la individualidad es un valor preciado que se construye a partir de un arcoíris de razas, colores de piel, géneros, tallas, habilidades, capacidades y condiciones.
¿Doble discurso?
La exclusión que tradicionalmente ha promovido la moda a través de prácticas y posturas que van ligadas a una supuesta exclusividad, son elementos sumamente arraigados que incluso para muchos es parte de un “blindaje” que aumenta la fantasía y el deseo por ella.
Es por esto que hablar de diversidad y representación aún resulta revolucionario y hasta arriesgado, cuando en la práctica se percibe más como una cuestión de “agenda” y de ser políticamente correctos.
Aquí surge otra pregunta en torno a la diversidad en la moda ¿La diversidad es genuina o sólo una tendencia?
¿Se trata entonces de una compleja estrategia de Marketing?
Para Carlos Castellanos (fundador de la agencia de modelos In The Park Management), ha sido un largo proceso en el que ha tenido que “reeducarse” para posteriormente hacer lo mismo con sus clientes y así comprender la importancia de la representación en esta industria.
“Estamos en un momento y en un contexto global en donde la mayoría nos estamos cuestionando nuestros privilegios y el rol que tenemos en la sociedad, y por lo mismo todos los mercados están buscando una identidad propia.
Se están desmantelando todas esas creencias que están ligadas con lo que se nos ha impuesto como bello y esto es gracias a las voces que se han pronunciado al respecto.
Estamos viviendo un doble discurso muy complicado, porque por un lado en las redes se les exige a las revistas y a las marcas ser diversas -y estas se sienten presionadas por mostrar esa diversidad- pero el sistema no tiene aún las bases para ser verdaderamente diverso”.
Una perspectiva que comparte Jocelyn Corona, una de las modelos mexicanas con mayor proyección internacional y quien a pesar de su éxito, aún se enfrenta a muchas barreras y prejuicios que tienen que ver con ser una modelo curvy.
“Incluso como modelo curvy se siguen alimentando ciertos estereotipos. En ocasiones me han dicho que no baje de peso o que suba más para poder entrar en cierta categoría.
Personalmente entendí que mi cuerpo no define mi potencial como modelo ni mi belleza física, fue ahí cuando me sentí más cómoda con quien era y lo que como mujer de talla diferente en la industria representaba”.
“Soy fiel creyente de que no debemos tratar de encajar en algo sólo por que se nos pide”
Estereotipos a los que se siguen enfrentando no sólo modelos sino las mujeres y los hombres en general, y que tienen un impacto negativo en un asunto de vital importancia y del cual aún existe mucha desinformación: la salud mental. Tal como lo expuso recientemente en sus redes sociales la top model Mariana Zaragoza, quien a sus 21 años ha desfilado para las firmas más exclusivas y aparecido en las portadas de las revistas más prestigiosas del mundo. El constante escrutinio público y las presiones de la industria por mantener cierto peso y el cuerpo de una adolescente de 14 años (edad a la que comenzó su carrera de modelo), llevaron a Mariana a caer en una fuerte depresión y algunos desórdenes alimenticios, algo que la hizo parar y tener otra perspectiva de su profesión y de su vida.
“Podría decir que de 70 modelos, una es diferente y al resto le siguen exigiendo lo mismo de siempre. Al final el error está en la industria que sigue utilizando cuerpos de niñas para venderle ropa a las mujeres. La inclusión debe dejar de verse como “un tema” para ser algo natural, mientras tanto seguiremos en el mismo lugar”.
Voces de raza y color
En el caso de México, el tema se vuelve todavía más complejo al integrar dos de los más grandes “fantasmas” que forman parte de nuestra cultura y que muchos se niegan a aceptar: el racismo y el clasismo.
De 128 millones de mexicanos, se estima que aproximadamente un 92% tienen tono de piel morena y alrededor del 8% son blancos; aún así, el color de piel continúa como un marcador social y de distinción de clases en donde la publicidad y los medios de comunicación han jugado un rol clave.
La “pigmentocracia” mexicana es una realidad y tiene como resultado la exclusión social, la discriminación y una fuerte desigualdad que se expande y daña en todos los sentidos.
Una problemática que comienza a ser confrontada por nuevos talentos dispuestos a modificar el rumbo y la manera en que se muestra y se entiende la belleza mexicana.
Es el caso de Pompi García y Enrique Leyva, quienes han hecho de la moda la mejor herramienta para visibilizar una región tan rica y plural como lo es el sur de México.
Las raíces
Ya sea a través de Talento Espina (su agencia de representación de talentos), el diseño de moda o la fotografía, esta dupla de creativos oaxaqueños tienen claro su objetivo,
“queremos mostrar la belleza de la piel morena.
Siempre respetando y tomando en cuenta que la complexión, rasgos y cultura de los habitantes -de la región- son completamente diferentes a los estándares establecidos y perpetuados en la industria de la moda en México y el mundo”.
Voces: el cambio ha comenzado y todos somos parte de él
Así es como ha crecido de manera exponencial la carrera de una de sus modelos estrella, Karen Espinosa Vega. “Oaxaqueña de piel morena” así es como se describe Karen, quien redefine los estándares de belleza al ser embajadora de firmas como Prada y Salvatore Ferragamo. La diversidad, la representación y la inclusión forman parte de una lucha diaria a la que cada vez se suman más voces decididas a hacer un cambio sustancial y a largo plazo, como menciona la misma Karen: “No ha sido un camino fácil para la gente morena y con características como las mías, nuestro mayor reto siempre ha sido la inclusión. Aún nos queda un largo camino que recorrer”. Hoy lo que se necesita son voces que griten por todos aquellos que aún no se animan a hacerlo.
Un grito por la inclusión y la vida.
Por Álvaro Valadez Sigue leyendo...
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