OSO, documental de TOUS, nos revela secretos de la casa joyera, pero también importantes lecciones que podemos aplicar en nuestro día a día. «Si querías ser un joyero de nombre no podías hacer plata. La plata era sólo para hacer cuberterías». Con esas palabras, Alba Tous –presidenta de la casa joyera que lleva su apellido por nombre– describe el punto exacto de inflexión para el estallido de su empresa. Un momento en donde este famoso sello de moda irrumpió el escenario específico de las tradiciones y cambió para siempre las normas de hacer mercado. Pero sobre todo, de dar alma y poderío a otra forma de trabajar y compartir la joyería. TOUS, un hito en la historia internacional del diseño, celebra este 2020 un centenario de vida. Para conmemorar y seguir escribiendo su historia, la firma ha estrenado un documental titulado OSO, dirigido por Amanda Sans Pantling. Un testimonio audiovisual ejecutado con ritmo, fuerza y humor, que captura desde un privilegiado paso de gato los episodios más representativos de la marca. Un breve archivo fílmico que recoge palabras y opiniones de los mismos Tous, como de las personas que les han acompañado en su trayectoria.
&feature=emb_title De viva voz de todos los integrantes de la familia, una a una se forman ante nuestra mirada las piezas clave para que entendamos mejor los porqués y los cómos de TOUS. Para empezar, se desmadeja el origen de la marca; entrelazado con una historia de amor, el nacimiento de este gran proyecto se relaciona directamente con la formación de un hogar. Uno que, a la fecha, se mantiene inquebrantable y robusto frente al tiempo y los retos. De entre toda la cantidad abrumadora de datos y referencias que arroja esta cinta, destaca esencialmente –además del que ya se usó para abrir este texto– uno sentenciado por Rosa Tous, hija. «Yo siempre digo que desayunábamos pulseras, comíamos collares y cenábamos pendientes». Una idea que suena exquisita, pero que esconde el difícil ADN de los Tous: vivir para el trabajo. Un modelo que representa esfuerzo, temple, entrega, incansable vigor y, sobre todo, exigencia. Otro de los grandes puntos que trata la película. La familia acepta frente a cámaras y espectadores que crecer en esta casa ha significado dedicación al mil por ciento e incluso terapias. La rudeza con la que ellos se trataron por años con tal de conseguir su expansión y sueños no necesariamente ha sido la más sana. Pero, ¿que no el éxito se consigue así? ¿Llevando cualquier talento y objetivo a su máximo límite? Además de ofrecer un registro interesante de qué se esconde tras el nombre de esta firma de moda, OSO es una gran colección de disertaciones que bien nos pueden ayudar a reflexionar sobre la industria (en) que vivimos.
El paso de TOUS por el mundo, tal y como lo retrata Sans Pantling, es una lección entera. Para empezar, de determinaciones. Ser implacable frente a un deseo y una ambición es fundamental; la gloria no se alcanza de la noche a la mañana y no es para nada gratuita. Requiere estar decidido a hacer lo necesario con tal de llegar a la meta. Aunque eso no significa dejar de lado todo por esa ilusión. Otro gran punto en el filme. La familia, los seres que amas, son tus compañeros en este viaje. Y cuando se trata de trabajar, se trabaja. Cuando se trata de vivir y amar, se vive, se ama. Este balance, especialmente en el sector de la moda y el lujo, suele ser una quimera rara vez hallada. Pero los Tous, vaya qué le han encontrado; aunque con sus bemoles, claro. Conforme avanza OSO, también vemos cómo un pilar para sostener un proyecto, un anhelo tan fuerte, se necesitan persistencia y resistencia. Algo bien de la mano con la determinación que ya mencionábamos. Para ejemplo, este filme en sí. En medio de una emergencia internacional, con las poblaciones prácticamente en suspenso, TOUS tuvo que ingeniárselas y continuar andando. Nada de renuncias, nada de abdicaciones. Seguir, seguir, seguir. Como siempre esta casa supo hacer y narran en la cinta.
Finalmente, y amalgamando el espíritu de TOUS en OSO, la enseñanza de enseñanzas: entender e investigar. Tener la sensibilidad para reconocer cuando algo va a funcionar, cuando algo puede gustar y cuando debes dar un giro. Ser, en pocas palabras, buenos entendedores de nuestros tiempos. Y no sólo eso. Ser mentes siempre dispuestas a seguir descubriendo. Estudiar y aprender son dos tareas que jamás terminan si es que queremos mantenernos en pie, y devolver con respeto al mundo lo que somos capaces de crear. Y eso no se limita al mundo de la moda, dediquémonos a lo que nos dediquemos. Éstas son palabras mayores para cualquier persona. Explora. Sé parte. Y con eso nos quedamos de OSO. Este documental no es una simple oda a TOUS ni un filme tributo. Es un pedacito de historia que se nos comparte –acción fundamental en la sociedad que vivimos hoy– para hallar nuestro propio camino, sea cual sea, independientemente del destino que persigamos. Pero perseguir es el secreto.
